Lectores, les traigo lo que es mi nueva historia "Portiñon", algo diferente, ya que en este caso no serán "Anahí" o " Dulce", si no... "Roberta y Mía"... Lo único igual a la novela serán los nombres de los personajes, las actitudes de las chicas y...
-Mía, creó que aveces haces más por las empresas Colucci, que yo mismo y estoy muy orgulloso de ti. Siempre quise tener a un hijo varón que siguiera mis pasos, pero ahora estoy seguro que nadie lo hubiera hecho mejor que tú, Mía.
-Gracias, papá- sonreí abrazándolo- Le diré a mi tío que lo estás esperando ansioso, ¿lo extrañas verdad?.
-Muchísimo, daría todo porque Carlo también pudiera reunirse con nosotros.
-Papá, ¿por qué no ayudamos a mi tío Carlo a salir de prisión?, creó que ya aprendió su lección.
-No mi amor, tu tío hizo cosas muy malas y debe de pagar su condena... así que ni lo intentes. Hay personas que no cambian nunca, y él es de esas personas.
-Papá, ¿te puedo pedir un favor antes de irme?- lo miré suplicante.
-Dime hija- sonríe, y miró su rostro ya arrugado, mi papi está envejeciendo muy veloz mente.
-Ten- le coloqué en las manos un boleto de avión a México.
-¿Ésto?, yo no viajaré, he hecho mi vida aquí.
-Lo sé papá, es para, Vico.
-¿Vico?- frunce el ceño.
-Sí, me fui está noche peleada con ella y me siento muy mal por ello- bajé la mirada- Papá, dile que piense lo que le dije y le entregas el boleto por favor... además ¿que haría yo en México sin mi abogada?.
-Mañana mismo se lo daré, ahora vete- besa mi frente- Perderás el vuelo, y tienes que llegar mañana temprano.
-¡Sí, papi, bye!- lo abracé fuertemente porque no lo volvería a ver en un buen tiempo y salí rumbo al aeropuerto con muchas cosas en mente.
Me siento nerviosa, me sentiré tan sola en ese país sin amigos, sin Vico... ¡Victoria!. Me encuentro frustrada, no me gustaba pelearme con ella, y mucho menos alejándome de París.
Me encontraba ya subiendo al avión, era de madrugada y me esperaba un largo viaje de regresó a mi país natal.
Cerré los ojos y cómo una fuerte ráfaga de viento regreso a mi, esa última vez que abracé a Roberta, ese último día en el que estuve en el, Elite Way Shcool.
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Nunca más supe de ella, y no porque se la tragara la tierra, sino porque me negué a recibir noticias suyas, la amistad que tenía con Lupe la dejé en el olvido, para que no me hablara de Roberta, eran muy amigas.
Aún recuerdo todo lo que me costó vivir sin verla aunque sea de lejos. Me sentía perdida y sin vida, únicamente tenía algo que me hacia levantarme todos los días, y ese algo era su fotografía y esa mirada que me decía que todo estaría bien.
Nunca más me volví a enamorar, y la verdad dudo que lo haga, para bien o para mal mi amor le pertenece a Roberta, pasé el tiempo que pasé. Mis sentimientos por ella se encuentran apagados, en modo pause.
