5- ¿Qué haces?.

2.4K 118 28
                                    

Sentirme acorralada era cuestión de mi día a día, últimamente.

¿Por qué?, pues es simple. 

Estoy por volverme completamente loca, primero Miguel, a quién adoro con todo mi corazón, pero que últimamente no hacemos más que pelearnos. Número dos, Roberta, no puedo dejar de pensar en ella, soy masoquista, hago todo por verla y pelear, hago todo para que volteé a verme aunque sea con rabia en sus ojos, ¿estoy loca?, creó que sí.

Estás cosas se lo sumamos a lo difícil que es ser yo, y bueno, tienen como resultado, la Mía de estos momentos, confundida, sin saber que hacer o como actuar, carente de platicas con alguien que me pueda comprender sin juzgarme como lo hizo, Vico.

Era la hora del almuerzo, y nos encontrábamos en el comedor, Celina y Vico permanecían a mi lado platicando de sus cremas y perfumes. Mientras yo las ignoraba espiando a Roberta, con mi espejo, ella reía jugando con Lujan burlándose de mi descaradamente, y aquí estoy yo derritiendome por dentro.

 Mientras yo las ignoraba espiando a Roberta, con mi espejo, ella reía jugando con Lujan burlándose de mi descaradamente, y aquí estoy yo derritiendome por dentro

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Te estoy viendo, ¿eh Mía?- dice Vico mirándome seriamente.

.¿Qué?- respondo de mala gana.

-¿Qué les pasa niñas?- pregunta Celina confundida y frunciendo el ceño- Desde ayer las noto extrañas, ¿me perdí de algo?.

-Ándale, cuéntale Mía, cuéntale- sonríe retándome.

-¡Vico!- le grité más que molesta. Había confiado en ella y ahora quería sacar a relucir mi secreto con Celina. Y en estos momentos, es dónde me doy cuenta en quienes puedo confiar y en quienes no. Odiaba esto de las amistades, ¿por qué siempre alguien te tiene que poner el puñal en la espalda?.

-Exijo que me cuenten que es lo que pasa, ¡ahora!- Celina coloca el cubierto en la mesa y nos mira molesta esperando una explicación. 

-Lo siento, pero no te puedo contar- le dije bajando la cabeza.

Odiaba mentir, y más si era a mis amigas. Celina, es como mi hermana y justamente por eso me sentiría pésimo si llegará a desaprobar mis sentimientos, los cuáles no tengo la culpa. Quizás me equivoqué y con quién debí platicar fue con ella y no con, Vico. 

¿Pero que esperanzas tengo?, si Victoria, piensa de esa forma, obvio Celina pensará igual. ¡¿Maldición, en que lío me metí?!.

Odio que el miedo se salga tantas veces con la suya, no soporto tener que callarme las cosas, pero lo hago porque me da pánico hablar. Y el amor no debería infundir miedo, pero lo hace, aunque realmente, no se ni lo que siento.

Y por eso al final somos un puñado de mentes fingiendo estar vacías, y que dejaron de escuchar a su corazón hace mucho tiempo, simplemente por miedo a admitir que aveces también nos sentimos solos, que necesitamos a alguien, nos enamoramos y hacemos promesas, decimos tonterías, nos volvemos cursis y nos equivocamos, nos equivocamos, y nos volvemos a equivocar otra vez...

LOVE  ❤️  REBELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora