Lectores, les traigo lo que es mi nueva historia "Portiñon", algo diferente, ya que en este caso no serán "Anahí" o " Dulce", si no... "Roberta y Mía"... Lo único igual a la novela serán los nombres de los personajes, las actitudes de las chicas y...
Un suspiro tonto salió de mi boca tras decir su nombre, no podía pensarla sin que sus penetrantes ojos se vinieran a mi mente, el recuerdo de la noche anterior me hace estremecer, fue una noche mágica, un momento único e ideal después de tanto tiempo.
*FLASBACK*
Sus manos se movían acariciando mi rostro, delineaba mis facciones mientras la hacía mía, y sus labios permanecían entre abiertos invitándome a besarla. Mi corazón se acelera al sentir el roce de sus manos en mis mejillas, su delicadeza hace que mis movimientos aumenten cada vez más, creó que desearla tanto como lo hago sobre pasa el límite, y me hace perder la cordura.
Sus ojos me hipnotizan a la vez que juego con uno de sus senos, y justo en ese instante se arquea ofreciéndome su placer, así que la muerdo con delicadeza, provocando un gemido que me hizo volverme loca. Ella se entrega a mis caricias enredando sus dedos en mi cabello acercándome aún más, y gimiendo de placer.
*FIN FLASBACK*
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-¡¿Qué es esa cara de tarada, Mía?!.
El grito ensordecedor de Vico, hizo que brincara del susto en mi cama, y lanzara por los aires el bolígrafo con el que según yo hacía los deberes de la miss Hilda.
-¡Ay, Vico!- grité haciendo puchero- ¡No me asustes!- tomé asiento y la miré.
-¿Cómo la pasaste anoche, eh?- se sienta a mi lado y sonrió de manera estúpida nuevamente- No me respondas, con sólo esa sonrisa lo entiendo todo.
-Vico, hicimos el amor de una manera única, estoy perdida amiga- sonreí encogiéndome de hombros- Ella es hermosa.
-¿Hermosa?- se ríe y la miró mal- ¿Con ese cabello todo decolorado y teñido?.
-¡Igual que el tuyo!- la defiendo señalándola.
-¡Mía!- se acuesta haciendo rostro de frustración- Extraño, a mi amiga la cual criticaba a esa loca.
-¿Acaso ves a Roberta fea?- fruncí el ceño, ya que yo siempre la había criticado, más nunca la encontré fea.
-No pues, fea no es- dice asintiendo- Ella es muy bonita, pero con esa ropa y ese cabello...
-¡Ay! , ya, cállate Vico... ella es hermosa con todo y su ropa fuera de moda.
Sin decir nada más cerré el cuaderno, y bajé de la cama, con una sonrisa tomé a Vico de la mano, para dirigirnos juntas a la sala común en dónde seguramente encontraríamos a Celina, e irnos a la piscina a comernos una deliciosa ensalada.
Y tal como lo pensé allí estaba Celina hablando con unas niñas de tercero, las tres nos sentamos y comenzamos a platicar sobre la última tendencia de moda que la marca Colucci había sacado al mercado.
