1- Un muy triste cumpleaños.

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*ROBERTA*

Los adultos en su mundo melodramático, y en su ignorancia, tienden a decir que la edad más bizarra es la adolescencia y por ende somos personas incapaces de cuidarnos solas.

¡¿Que estupidez es esa?!, o al menos en mi caso me siento capaz de cuidarme sola, no necesito de la ayuda de nadie para poder salir por mis propios pies de las cosas.

La edad bizarra es la niñez, si... ¿que puede saber un niño de todo esto, cuando su única preocupación son los juegos?. Error.

Hay muchos momentos en la niñez donde todos los adultos ignoran el tema, no lo toman con la atención que merece, o simplemente dicen "Cosa de niños. Ya pasara".

No, no va a pasar. No pasa. Cada momento en nuestras vidas nos marca, sea la niñez, adolescencia, adultez, o vejez. Todo momento es un momento bizarro . Todo nos lleva a un nuevo camino. Una nueva persona, un nuevo estilo de vida.

¿Que como se esto?, ¿que me hace decir que en la niñez comienza todo?, fácil, el abandono.

Estar metida en esta estúpida bola de cristal, junto a los junior. Una escuela, colegio... como le quieras llamar, llena de personas frívolas, huecas, sin corazón, mi madre me metió en este kinder para ella desentenderse de todo lo que requiere el ser madre, con el estúpido cuento de mi padre.

Quizás no sea huérfana como José Luján, pero soy una adolescente abandonada en un internado para niños ricos. ¿Porque todos sonríen?, cuando alrededor no veo más que personas podridas por dentro, hijos como yo que somos internados aquí para dejar de ser un maldito estorbo.

¿Porque presumen de estar en esta cárcel de oro?, si no es más que una fachada para levantar su ego, ¿porque todos ríen y bromean?, cuando no le encuentro lo feliz y el chiste de estar en este encierro.

Quizás otra en mi lugar se aprovecharía de este sitio y sacaría partido al igual que lo hace la descerebrada de, Mía y sus amigas. Al igual que Bustamante y sus compinches, ¿porque los amigos de este clan estúpido de Mía, y Diego, se dejan manipular, porque hacen todo lo que estos cabezas huecas les piden?.

Quizás mi criterio y mi forma de pensar, es la que me hace sentir nauseas cada vez que pienso en los años que me faltan para salir de este maldito lugar.

Un día difícil como hoy. Es el día de mi cumpleaños y mi madre se encuentra en una de sus dichosas giras por el país. Sabía que ya luego lo celebraría con mis amigas, pero no es lo mismo, mi madre por mas loca que este, es la persona con la quería estar hoy y ya.

Decidí ahogar mi estrés con una caja de cigarrillos, la cual un amigo me obsequio el último día que me escape de esta cárcel. Saque uno, lo observe, y suspire, era la primera vez que probaría uno de estos.

Lo encendí, y puedo decir que literalmente me morí ahogada, una fuerte bocanada de humo inundó mi boca, mis pulmones y toda mi garganta. Comencé a toser, pero al cesar sonreí y seguí fumando, quizás de mala manera, pero intentaba hacerlo bien.

Suspiraba y sonreía imaginando, una vida mejor que esta, un mundo en el cual me sienta importante, y tenga por fin mi final feliz. Una lágrima salió de uno de mis ojos, no quería llorar, odiaba hacerlo, mostraba mi debilidad y eso no era lo que quería en este día.

Sequé mi lágrima rápidamente al sentir la mirada atenta de alguien, ¿han sentido alguna vez que los están mirando y no es nadie?, bueno en este caso es diferente, Mía, me está mirando fijamente desde hace... bueno quizás desde que comencé a fumar, hasta que llego la ballena y por fin quitó sus ojos de mi.

-¡Roberta!- el grito de Lujan me saca de todo pensamiento. Sonrió y volteo para mirarla.

-¿Donde estabas?, te busque toda la mañana para que probaras estos conmigo- sonrío y comienzo a mover la caja de cigarrillos de un lugar a otro.

LOVE  ❤️  REBELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora