Lectores, les traigo lo que es mi nueva historia "Portiñon", algo diferente, ya que en este caso no serán "Anahí" o " Dulce", si no... "Roberta y Mía"... Lo único igual a la novela serán los nombres de los personajes, las actitudes de las chicas y...
Mis manos en mis ojos no me permitían ver el desastre que estaba a punto de formarse. Me siento tan cobarde que lo único que quiero es correr lejos de Vico, lejos de Roberta en dónde ninguna de las dos me encuentren.
A Roberta le mentí al decirle que no mantenía ninguna relación con nadie, y a Vico bueno... no se puede decir que la engañé porque realmente no lo hice, pero le afectaría saber que pasé todo el día de ayer con Roberta y de pasó la noche también.
-Aquí no hay nadie- al escuchar eso saqué mis manos de mi rostro y la miré confundida- ¿Por qué no me querías dejar entrar?.
No respondí a su pregunta, ¿en dónde se metió Roberta?. La cama estaba completamente vacía, no había rastro alguno de ella. Caminé al baño para ver si se hallaba ahí pero no estaba, hasta que mis ojos cayeron en una ventana que se encontraba abierta.
-Así que te fuiste- susurré para mi.
-Mía, estás actuando muy raro- me volteó y veo a Vico entrar al baño con el ceño fruncido- No pensé que te molestaría que viajara, se suponía que tú querías ésto, ¿no?.
Sí, Vico eso fue antes de volver a saber de, Roberta.
-Claro que quiero ésto- respondí sintiendo mis piernas temblar aún a causa de los nervios.
-Quiero decirte algo- se acerca a mi y me abraza por la cintura- Te amo, Mía- susurra en mis labios. No podía creer que me estuviera diciendo "te amo", esa palabra se repetía una y otra vez en mi mente- Dejé a Alonso, por ti... no puedo seguir con él, cuándo he perdido mi cabeza por ti.
Me sentía mal por sentirme confundida con respecto a Roberta. Mal por el hecho de tener conmigo a Vico, estaba completamente segura de que me estaba comenzando a enamorar, pero no es así, la quiero más allá del plano de amistad, pero no llega al punto del amor puro.
Una cierta llama que creí apagada por Roberta se encendió y está causando estragos en mi. Pero no puedo hacer nada con eso, ahora estoy con Vico, ella acaba de dejarlo todo por mi, no puedo ser una más de los imbéciles que le han roto el corazón.
Me haré su novia, y eso es todo. Roberta, será el amor de mi vida por siempre, y mi pasado. Nada más puede pasar, nada.
-Debí saber que ésto iba a pasar.
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Dejé mis pensamientos de lado para esta vez prestar atención la hermosa mujer que estaba comenzando a llorar por mi causa.
-¡Ey!- me acerqué a ella- No, no llores preciosa- sonrío y secó un par de lágrimas que habían salido de sus ojos- Estoy feliz de que estés aquí, y ahora estamos juntas- sonreí tratando de animarla- Y pronto estaremos a un más juntas en nuestro propio lugar.
-Es qué te dije que te amo, y qué dejé todo por ti... no hiciste más que quedarte callada y perderte en tus pensamientos.
-Sabes cómo soy, a pesar de los años, sigue siendo demasiado difícil ser yo- me río y ella asiente- Y sólo tú en el mundo sabe lidiar con eso, ¿cómo podría no querer o no estar feliz porque la única persona que sabe lo difícil que es ser yo esté aquí?.
