Troublemaker is Back {Julieta Bieber}

Parte II

¡Llegó Agosto! Capítulos todos los días chicas

—¡Llegué!—gritó papi desde abajo y sonreí soltando mis marcadores de colores en el piso antes de salir corriendo a verlo.

—¡Papi!—grité corriendo a sus brazos haciéndolo reír. Amaba estar en los brazos de papá. Él siempre me cargaba. A Andrés también lo hacía, pero más a mi porque era su princesa.

—Hola preciosa—sonrió besando mis labios y lo abracé fuertemente. Lo había extrañado, esta mañana se había ido temprano luego de haberme peinado y ayudarme a vestir.

—¡Papá!—gritó Andrés detrás de mí y reí haciendo que papá me bajara para cargarlo. Ambos amábamos que papá nos llenara de besos y nos abrazara. Bueno, amábamos que mamá y papá lo hicieran.

—¿Cómo te fue en el colegio princesa?—preguntó viéndome y miré a mamá que sonrió guiñándome el ojo. Sabía que mi secreto estaba a salvo con ella. Si papi se enteraba que el primer día del colegio ya había pisado la oficina de la directora me mataba. Ya había pasado antes en el colegio anterior y lloré una semana por la frialdad que me trataba. Sé que papi quería lo mejor para mí, pero él no entendía que yo odiaba la escuela. Eran ruidosas, aburridas, llena de mocosos y enseñan cosas que ya se.

"Está llena de chicos guapos como Travis"

Bufé negando haciendo que mis coletas feas se movieran de un lado a otro. Ese niño era feo, muy feo. Era feo, molesto y coqueto. Razón diecinueve por la que debo alejarme de él. No dejar que niños coquetos o melosos se acerquen a ti. tenía claro todas las razones.

—Bien papi—contesté con una sonrisa. –Isaac, Daniel y yo hicimos nuevos amigos—sonreí y este frunció el ceño. –No te preocupes papi, ambos alejaron a los niños de mi—dije y este asintió.

—Qué bueno princesa, nada de chicos—dijo y mamá rio negando. —¿Qué te causa gracia nena?—preguntó y miré a mamá asustada.  Que no le dijera por favor.

—Lo celoso que eres—rio mamá y suspiré de alivio. Mamá era muy obvia y papá sabia cuando esta le ocultaba algo. Una vez jugué a la pelota con un niño en el parque y mamá mintió, pero papá se dio cuenta y fue a buscar al niño y le dijo que se alejara de mi o le explotaría la pelota. Desde ahí, no voy al parque. Papi me lo tiene prohibido a menos que vaya con tío Riley que me sobreprotegía mucho también. No quería que ningún niño se me acercara. Y sí le hacía caso, le compraba helado y dulces, por eso era mi tío favorito. Aunque tío Chaz también lo era porque me daba algodón, tío Alfredo me cocinaba panqueques en forma de Mickey mousse, tío Chris me compra muñecas, tío Derek me compra maquillaje, tío Matt me lleva al cine y tío Ryan me deja hacer lo que quiera. En realidad todos eran mis tíos favoritos. Y ni hablar de mis abuelos, ellos también me permitían hacer lo que quisiera. Sobre todo abuelo Jeremy.

—Mami, tú también lo eres—bufó Andrés y asentí. Mamá también era celosa, muy celosa. Le peleaba a papá mucho porque las chicas se le quedaban mirando. Antes cuando era una bebé, mami decía que muchas se acercaran con la excusa de verme, pero querían el número de papá así que cuando salíamos, me encargaba de dejarle claros a esas huecas como mami le dice que papá es mío. Porque papi era de mamá y mío, más mío pero eso era un secreto.

—Lo que sea—bufó mamá haciendo reír a papá que le besó los labios. Papá no quitaba las manos de mamá y eso hacía que Andrés bufara. Para él, mamá era todo mientras que yo era todo papá. –Vamos a comer, he preparado la cena—dijo y papá la siguió mientras le decía lo malditamente hermosa que era. Sus palabras no las mías. Aunque era cierto, mami era hermosa y por eso yo era hermosa.