Troublemaker is Back {Julieta Bieber}

Parte I

{El gif me mató 😍😂 esa niña es un problema. Por cierto es la directora y la pequeña Julieta en el gif. }

—Niños, ellos serán sus nuevos compañeros—sonrió la profesora y alcé una ceja viendo a todos. ¿Por qué debía estar aquí? Ugh, odiaba venir a la escuela. –Ellos son Isaac, Daniel y Julieta—nos presentó.

—¡Hola Isaac, Daniel y Julieta!—dijeron todos e hice una mueca. Mucho ruido para mis oídos. Voces chillonas por todos lados. Pareciera que estuviera en un kinder o peor aun en un cuido de bebes. 

—Pasen a sentarse, empezaremos con los números—dijo y los tres nos sentamos en los pupitres al final del salón.

—Me quiero ir—se quejó Daniel a mi lado. Yo también quería irme, odiaba el estúpido uniforme con corbatita. Mi papá decía que me veía adorable, pero yo lo odiaba.

—Son unos bebés a nuestro lado—dijo Isaac y asentí. Tenía razón, todos aquí eran unos bebés a pesar de que teníamos todos la misma edad.

—¿Alguien puede decirme cuanto es 3+2?—preguntó la profesora y bufé. ¿Quién no sabía la respuesta de eso? Era obvio que era cinco.

—¡Cinco!—gritó una niña en primera fila. Hice una mueca de asco al ver sus coletas llena de lazos rosa. Se veía fea, parecía un payaso. Bueno yo también por culpa de papi.

—Muy bien Lucy, ¿Cuánto es 5+4?—preguntó y miré a Daniel que tenía los brazos cruzados mientras que Isaac se quejaba por las preguntas de la profesora.

—Duh, nueve—bufó Isaac a mi lado.

—Muy bien Isaac, pero debes alzar la mano para responder—dijo la profesora y este rodó los ojos. Odiábamos recibir órdenes. —¿Cuánto es 8+4?—preguntó.

—Doce—respondí aburrida. Quería irme a casa y jugar con mis muñecas. O jugar con Esther o molestar a mi hermano, pero quería irme de aquí.

—¿Qué dije de levantar la mano para responder?—preguntó la profesora y me encogí de hombros. Ni siquiera le había prestado atención.

—No pude evitarlo, son preguntas tontas—respondí haciendo que abriera la boca sorprendida. ¿Qué? Era verdad.

—¿Perdón?—preguntó la profesora. —¿Te parecen tontas mis preguntas?—preguntó y asentí. Sí que lo eran. –Bien, entonces dime cuanto es 22+8—pidió.

—Treinta—respondí mirando mis uñas pintadas de rosa. Mi papá odiaba verme las uñas pintadas, pero no peleaba porque mamá me defendía. Además, ellos hacían lo que yo quisiera.

—Oh, bien—dijo un poco sorprendida. Era normal dejar a las personas sorprendidas, según papi porque era una Bieber y la niñas mas linda del mundo. No tenia que decírmelo, yo lo sabia. —¿Cuánto es 60+15?—preguntó dudosa y la miré. ¿Por qué solo me preguntaba a mí?

—Setenta y cinco—respondí y esta abrió la boca sorprendida. ¿Qué? Era buena en matemáticas. Toda mi familia lo era excepto mami y porque las odiaba. 

—¿Cuánto es 105+75?—preguntó y pensé la respuesta.

—Ciento ochenta—respondí y esta asintió sorprendida. –Y si lo divide en dos es noventa—sonreí angelicalmente.

—¿Cuánto es 1,360+810?—preguntó y fruncí el ceño haciendo cálculos. –No importa si no lo sabes—dijo al ver mi silencio.

—Dos mil ciento setenta—respondí y esta asintió sorprendida.

—¿Cuánto es 760 x 5?—preguntó y miré a Daniel que fruncía el ceño. ¿Por qué solo me preguntaba a mí? Habían más niños.

—Tres mil ochocientos—respondí. –Y si lo divides entre veinte seria ciento noventa—dije y la profesora cogió la calculadora antes de mirarme sorprendida.