Troublemaker is Back {Julieta Bieber}

Parte XI

Narra ___:

Miré con nerviosismo a Justin que fruncía el ceño mirando al niño. ¡Mierda! Estaba en problemas. Si Travis se volteaba enseñando su nombre, Justin iba a sacar conclusiones y entonces si nadie salía vivo de aquí. Ni Travis, ni Julieta, ni Carly y mucho menos yo por tapaderas. ¡Diablos! ¿Es que como se le ocurre llamarme así? ¿Suegrita? ¡Por Dios! Y para el colmo me coquetea. Es que mi bebé tiene razón, este niño no era normal. Tenía seis años y coqueteaba igual o peor que Justin. Coqueteaba conmigo. ¡Eso no era normal!

— ¿Quién eres tu niño? —preguntó confundido. Sabia porque estaba confundido. Travis tenía el uniforme del otro equipo y eso no era bueno ahora mismo. No cuando habíamos perdido el juego por ellos. No estaba segura que a Justin le apeteciera hablar con niños ahora. Mucho menos uno del equipo de Peter. Podía sentir su tensión y su enojo desde aquí. Es por eso que cargaba a mi gordo. Jasón lo mantenía a raya. Lo mantenía quieto para no explotar. Ya en casa lo haría y solo rogaba que explotara solo por haber perdido el juego y no por conocer al mocoso que acosaba a su princesa. De solo pensarlo me entraba pánico. Justin miraba a Travis confundido tratando de descifrar si lo había visto antes y este me mira con una sonrisa. Ugh, Julieta tiene razón. Tiene una sonrisa preciosa. — ¿Y porque le has dicho a mi esposa suegrita? —preguntó molesto y tragué saliva.

—Se ha deber confundido amor, ya sabes cómo son los niños cuando se vuelven eufóricos por su victoria—dije y este asintió con la mandíbula apretada. — ¿No encuentras a tus padres cielo? —le pregunté a este que frunció el ceño mirándome confundido. De seguro no estaba entendiendo lo que pasaba aquí ni que lo hiciera. Él no sabía que un minuto más aquí con Justin y no saldría vivo en cuanto este supiera su nombre. –Puedo ayudarte a buscarlos—sugerí con nervios. Joder, que Justin me miraba sospechosamente y si a eso se le sumaba a Andrés acercándose a nosotros estoy muerta. Tenía que alejar a Travis de aquí cuanto antes.

—No he perdido a mis padres, he venido a....—fue interrumpido por Andrés.

—Ahí estas mocoso—gruño Andrés acercándose a Travis que alzó una ceja. ¡Rayos! Que era una hermosura de niño. –No solo te atreves a burlarte de mí, sino que has venido a joder a....—lo interrumpí tapándole la boca con la mano.

— ¿Qué te he dicho de las palabrotas? —pregunté molesta y este rodó los ojos. Él muy bien sabía que no podía decir palabrotas y mucho menos frente a mí. ¡Lo tenía prohibido! Y yo odiaba que dijeran malas palabras. Si lo hacían, les lavaba la boca con jabón hasta que aprenda a no decirlas. –Justin—lo llamé y este apartó la mirada de Travis para vernos.

— ¿Lo conoces? —preguntó y lo miré mal. Su hijo había dicho una palabrota y a él lo único que se le ocurre es preguntarle quien es el niño. ¡Increíble! Tenía que regañar a Andrés, pero claro como era su campeón podía hablar malo porque se entendía que estuviera molesto porque perdió el juego. ¡Pero yo no iba a permitírselo!

—Ve a las gradas ahora Justin Andrés—dije molesta y este se quejó caminando hacia ellas. Ya luego hablaría con él muy seriamente. Odiaba que dijera malas palabras. Y no le esperaba nada bueno. —Y tu regáñalo— gruñí molesta y Justin alzó una ceja.

— ¿Y este niño qué? —preguntó molesto. — ¿Te quedaras con él? —preguntó confundido y me encogí de hombros. Debía alejarlos ya. — ¿Quién eres? —le preguntó.

—Soy...—lo interrumpí tapándole la boca. Por ningún motivo dejaba que dijera su nombre. ¿Acaso estaba loco? ¡No podía decir su nombre!

—Justin no empieces a acosar a los niños para que se cambien de equipo—bufé y este me miró mal. Él sabía que tenía razón porque ya lo había hecho antes. Si él veía gran potencial en los niños dele quipo de Peter, los acosaba y les pedía que se viniera a nuestro equipo. Incluso les pagaba a los padres para que lo cambiaran de equipo. Y hubo una vez en que coqueteó con una mamá para que cambiara a su hijo. ¿Adivina por quien nos botaron del parque aquella vez? Por mí.