Derecho y Amor serie Hermanos Mejias # 3

CAP 3 / Sara ustedes son unos ángeles

Toda la mañana estaba dándole vueltas al asunto y no podía creer que esto me estaba pasando. Al medio dia las niñas llegaron a la oficina y almorzamos juntas luego las lleve a la guardería de la empresa, en mi rostro se notaba que estaba mal. Entre al ascensor y me encontré a la señora Sara la salude con un abrazo, ella siempre está muy pendiente de mis sobrinas y las cuida como sus hijas.

— hola, Viky.

— ¿como esta señora?

— te he dicho que no me digas señora.

— si disculpe. Digo disculpa.

—¿ te pasa algo?.

— si, ¿podemos ir a un lugar privado?.

— claro, tu oficina. Por que Cristóbal está reunido.

Cuando llegamos a la oficina me heche a llorar, Sara no hallaba cómo consolarme, me sentía devastada.

— ¿que paso?— logro preguntar cuando me calme.

— me llego una demanda.

— ¿de que?

— los abuelos de las niñas quieren la custodia.

— pero ellos no la quisieron hace tres años.

— yo creo que es por interés.

— ¿interés?

— si, el seguro, las inversiones de mi hermano, saben que el tutor legal de las niñas tiene acceso al ese dinero. esa gente nunca ha trabajado siempre han sido unos parásitos.

— Dios mio, Viky debes buscar el mejor abogado.

— no conozco ninguno.

— pero yo si. Tomas mi cuñado es el mejor en casos de familia.

— pero no quiero incomodar, debe estar muy ocupado.

— si yo se lo pido lo hará, si no te asigna uno de su bufete.

— muchas gracias. Sara ustedes son unos angeles.

— para nosotros es un placer ayudarlas, en la noche te envió un mensaje confirmando a que hora te atenderá Tomas.

— gracias de nuevo.

POV TOM

Llegue a mi oficina luego de una mañana de estar de nuevo en los tribunales, trato de concentrarme en el nuevo caso que estamos por defender y leer lo documentos, pero algo interrumpe mi lectura mi celular no para de sonar, cuando le veo es Sara, enseguida le contestó.

— Sara, ¿pasa algo?.

— no, Tom, no pasa nada,¿ tiene que pasar algo para yo llamar a mi cuñado?.

— lo siento, estaba muy ocupado.

— esta bien, necesito un favor.

— dime.

— ¿recuerdas a las gemelas Castillo?

— sí, las super mejores amigas de Alison.

— bueno, su tía es la que tiene la custodia legal desde que sus padre murieron y ahora los abuelos maternos la demandaron por que quieren la custodia.

— aja.

—bueno, quiero que la ayudes. Échale un vistazo a los papeles.

— Sara sabes que cuento con poco tiempo.

— lo se, pero es un favor para mi. Ella tiene para pagarte.

— no es el dinero de verdad.

—¿ entonces?, por favor!!

— esta bien, que me pase los documentos por correo y le hecho un ojo en la noche. Dile que venga mañana a las 10 de la mañana que sea puntual. Tengo solo 30 minutos para atenderla.

— ok... gracias te amo...

— yo también.

No puedo creer que Sara pueda mover tantas cosas en mi, por ella soy capaz de mover cielo y tierra, es como una madre. Cuando llegue a mi casa me recosté en mi cama luego de cenar para leer los documentos que me envió la tía de las gemelas.

Victoria Castillo, así se llama la tía de las niñas, cuando el señor Castillo murió mi hermano estuvo muy pendiente de ellas, de vez en cuando se quedan en la casa y salen de viaje con mi hermanos, son unas niñas muy cariñosas, es triste ver que tengan que crecer sin sus padres.