CAP 19/ ya te pasaste de la raya

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Los abuelos de las niñas entraron al poco tiempo, después de unas palabras del juez llamaron a Mariell al estrado. Fue entonces cuando Tomas empeso a preguntar.

— ¿desde cuando conoce a la señora Castillo?

— desde preescolar.

— ¿como era la señora cuando era niña?

— pues, era una niña muy cariñosa y responsable, era la mejor de la clase. Aunque triste y de vez en cuando llegaba golpeada o con la ropa sucia.

— alguna vez supo el porque.

— si, en varias ocasiones ella lloraba, pero no se atrevía a confesar, una dia en 4 grado de primaria la maestra logró sacarle la información. Ella contó que sus padres solo se drogaban y tomaban alcohol. A ella le tocaba limpiar la casa, cocinar e irse sola hasta el colegio.

— ¿que hicieron al respecto en el colegio?

— la maestra trato de hablar con ellos pero todo seguía igual, las leyes antes no eran como hay en dia, antes no había leyes para proteger a la menor como ahora. La adolescencia de ella fue aun peor, pues la tocaba trabajar y estudiar al mismo tiempo, ademas de las tareas domésticas ya que si no la botaba de la casa.

Luego de otras preguntas, el juez dio permiso al otro abogado de hacer preguntas.

— ¿usted tiene pruebas de que los señores consumían droga?— esa pregunta fue demasiado directa, Tomas tomo mi mano para que me calmara.

— si.— dijo Mariell. — mis padres pueden dar testimonio de que los señores eran alcohólicos y drogadictos y que aun lo son.

— ¿como?

— tal vez los señores no me recuerden, la memoria se daña con las drogas.— dijo sarcásticamente Mariell. — pero vivía a dos casas de ellos y escuchábamos gritos y cosas golpear el piso. Además de las fiestas y la gente de mal aspecto que salia y entraba de alli. — la cara de los "SEÑORES" se transformó.

— no tengo mas preguntas señor juez.— dijo el abogado.

Estuvo genial, Mariell tenía esa carta guardada bajo la manga, yo no sabía que habían sido vecinos. Por Dios esa gente tenía todo de perder, ellos salieron lo más rápido posible del tribunal cuando nos dijeron que había terminado la audiencia, dentro de unos días nos dirán qué pasará con la custodia de las niñas.

— Mariell, eres la mejor.— le dije.

— gracias, gracias... lo se. Ellos me miraban extrañados, nunca se imaginaron que yo era la niñas rara que siempre buscaba a su hija.

— Fue un golpe muy bajo, no se lo esperaban. Creo que tenemos las de ganar, Viky— dijo Tomas. ¿me dijo Viky?

— emm si, eso espero.— dije roja como un tomate.

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POV TOM

Le dije Viky... no no no, no puedo hacer esto, Victoria es muy guapa e inteligente, lo suficiente como para encantarme pero no ahora, no puedo coquetear con una clienta. En la noche me fui a mi casa después de pensar todo el dia en los ojos claros de Victoria, en su perfume, en su facciones perfectas, en lo feliz que se veía hoy cuando terminamos la audiencia, se que cuando le digan que las custodia es de ella definitivamente se va a alegrar mucho y quiero estar alli y abrazarla.

Llegue a la casa y vi que el auto de Marian estaba en el estacionamiento, entre feliz de ver a mi hermana. La conseguí en la cocina con un enorme tazón de helado.

— ya estás comiendo por dos...— le dije abrazándola por detrás.

— Tom...— dijo alegremente.

— ¿cómo te has sentido?— dije sentándome frente a ella.

— no puedo quejarme, yo como y Edwin es el que tiene los mareos.

— ¿de verdad?— pregunte riendo.

— mentira, solo se ha sentido mal por culpa de comerse uno de mis antojos.

— que bueno que te sientas bien.

— ¿y eso que estas tan temprano por aquí?

— solo termine antes y me vine para acá... tengo que contarte algo.

— dime...— dijo volteando a los lados.

— vamos a mi habitación.— le dije y ella se levantó y me siguió aun con el helado en la mano. Cuando llegamos a mi habitación ella se quitó los zapatos y se sentó como indio en mi cama yo la imite. Tome aire y decidí contarle todo.— me gusta alguien.—solte.

— ¿que?

— si.

— oh por Dios, Tom eso es muy bueno... mas después de los de...

— Juliet. Ella es totalmente diferente, no es fría ni materialista, es bellísima, inteligente.

—uy hermano tu estas enamorado.

— no todavía no.

— se te nota, además crees que no note como miras a Viky.

— ¿como sabes que es Viky?

— eres muy lindo con ella y nunca nunca habías bailado con alguien de la empresa en la fiesta aniversaria y hablar todo a la noche menos.

— es muy inteligente, sabe de muchas cosas eso hace que me atraiga más.

— aja y ¿por que no le dices algo?.

— es que es mi clienta, sabes que nunca me gusta mezclar las cosas.— Marian tomo aire para responderme.

— ya te pasaste de la raya, además desde el primer momentos debiste saber que ella no es una cliente cualquiera. Pero te comprendo, comprendo lo correcto que eres, por eso estas donde estas, Tom, pero nada pierdes con irla conquistando poco a poco, así también sabrás si ella siente algo por ti.

— ¿sera?

— claro, Dios Sara y Viky tendrán que hacerme un monumento después de impulsara sus hombres a buscarlas.

—¿como?

— nada, nada. Solo te digo que puedes hacerte su amigo, se que Viky perdió muchos porque se tuvo que hacer cargo de las niñas.

Digan si recuerdan a que se refiera Marian!!!

MUCHAS GRACIAS POR LEER... 

Derecho y Amor serie Hermanos Mejias # 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora