40 - Los túneles secretos

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El taxi paró frente la entrada principal del instituto, bajo la atenta mirada de los cuatro jóvenes dhaphiros.

Jayden estaba agradecido de no volver todavía a casa, ya que la situación se estaba volviendo cada vez más incomoda a causa de los interrogatorios y preguntas sobre lo que le había hecho cambiar su afable carácter.

El profesor James abrió la puerta del taxi y obedientemente todos tomaron asiento.

−A la calle Kingsway, por favor.

El taxista arrancó el motor sin emitir ningún tipo de sonido.

−¿Dónde vamos, profesor?

−Paciencia, Corey −Se dedicó a mirar por la ventana, mientras los cuatro dhaphiros se esforzaban por parecer lo más humanos posibles.

Tan sólo les llevó quince minutos llegar hasta su destino.

Frente a ellos, se alzaba la señal que indicaba el acceso del metro.

Tras ver partir el taxi y comprobar que estaban solos en la calle, el profesor James empezó a descender por las escaleras.

−Como habréis podido observar, ésta es la estación de metro de Holborn −Los cuatro chicos le seguían con impaciencia−. Esta estación entraña un gran secreto.

Junto a una de las máquinas expendedoras de billetes, medio camuflada por varios anuncios pegados sobre ella, se alzaba una vieja puerta de metal.

Una mujer joven pasó cerca del grupo y el profesor disimuló mientras hacía ver que intentaba sacar un billete.

Tras cerciorarse de que no llamaban demasiado la atención entre las pocas personas que frecuentaban el hall de la estación, sacó velozmente una llave del bolsillo de su elegante chaqueta y abrió la puerta.

−Vamos chicos. Entrad −La puerta se cerró tras de sí con un fuerte golpe, dejándolos encerrados en un pequeño distribuidor muy mal iluminado−. Bien, ha llegado el momento de explicaros dónde vamos.

Los jóvenes abrieron los ojos de par en par, presas de la más feroz expectativa.

−Estamos a punto de entrar en los túneles secretos de Londres ¿Alguno de vosotros ha oído hablar de ellos? −Nadie contestó−. En Octubre de mil novecientos cuarenta, durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno británico decidió construir una serie de refugios subterráneos para albergar a la población en caso de bombardeo. Estos túneles están vinculados a las antiguas estaciones de metro, como habéis podido comprobar.

−¿Para qué se usan ahora? −La voz de Derek sonó aguda a causa de la excitación que le provocaba el misterio.

−En mil novecientos noventa y seis, salieron a la venta y nuestra organización se encargó de adquirirlos para usar sus grandes instalaciones como cuartel general y laboratorio.

−¿Laboratorio? −Corey parecía un tanto asustado.

−Más vale una imagen que mil palabras chicos −El profesor James se encaminó hacia una vieja puerta de ascensor y apretó el oxidado botón.

−Tenías que haber traído la cámara −Jayden miró sorprendido a Ethan. Era la primera vez que le hablaba.

El ascensor, viejo y oxidado, no daba demasiada seguridad pero todos entraron y el profesor pulsó el único botón que había en el panel.

−Bajaremos cien pies −El ascensor se balanceó y los chicos se miraron entre ellos−. Tranquilos, es viejo, pero resistente.

El sonido ambiental se filtraba a través de la puerta del ascensor. El profesor James la abrió y fueron saliendo uno a uno.

ALMA INMORTAL - La Saga del Escarabajo IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora