Embarazada de un Empresario?©

REENCUENTRO...

Chicas debo advertirles que este capítulo está muy subido de tono más que cualquier otro que allá escrito… demasiado erotismo y sexo jaja:P

---------------------------------------------------

Me senté en el sillón sin romper el abraso, haciendo que Amelia se sentara a horcajadas encima de mí, me abrazaba tan fuerte, parecía que temía soltarme y que desapareciera, dios como la había extrañado.

Mis padres nos miraron con amor, ellos sabían por lo que estábamos pasando en este momento.

—Amelia y los niños? —dijo mi madre.

—Dormidos… en su cuarto—susurro aun abrazada ami.

—Creo que nosotros nos vamos—dijo mi padre.

—De acuerdo, hablamos luego—les sonreí.

Ambos sonrieron y se fueron dejándonos a solas, Amelia se aparto unos centímetros de mi y me miro directamente a los ojos, pude ver dolor en ellos y también amor.

—Oh Jeff… no sabes por lo que pase… pensé que habías… que habías…—no pudo terminar porque estallo en llanto.

La abrace más fuerte contra mi pecho y acaricie rítmicamente su espalada.

—Lose y perdóname por ello…

—No fue tu culpa—susurro.

—Si, no debí haber ido.

—No tenías elección…—volvió a mirarme ahora más tranquila— Te amo… te amo… te amo Jeff demasiado—dijo besándome con urgencia y yo le correspondí.

Deje que se desahogara, cuando sentí que me besaba más despacio, ahora me hice cargo yo de la situación, la bese despacio, con mucha delicadeza y dulzura.

Agarre su rostro con ambas mano y profundice el beso, metí mi lengua y jugué con la suya, extrañaba mucho estos besos, sentí como gemia contra mis labios.

Fue como una descarga eléctrica, sentí como empezaba a ponerse duro mi miembro, dios la deseaba mucho, ya no aguantaba más, me pare con ella en brazos y me dirigí a la habitación, pero al pasar por la de los niños, no pude evitar detenerme.

Baje a Amelia al piso y entramos en la habitación, fui hasta las cunas ambos dormían plácidamente, como habían crecido en todo este tiempo, le di un beso a cada uno, mis adorados bebes.

—Como los extrañe—susurre mirándolos—An crecido mucho.

—Un poco—susurro Amelia.

Salimos de la habitación si hacer ruido y fuimos a la nuestra, al entrar cerré la puerta con seguro, Amelia estaba enfrente de la cama dándome la espalda.

No pude evitar gruñir de deseo, me acerque  y la habrase, ella me miro y vi deseo en su mirada, ya no pude contenerme más, la voltie y estampe mis labios con los de ella y la bese con pasión.

Mis manos descendieron por su bata y se la desabroche, esta cayó al piso dejando al descubierto un sujetador negro de encaje y unas braguitas iguales, se las baje despacio y acaricie sus piernas mientras lo hacía.

Escuche como jadeaba, una vez que se las quite me queda arrodille y agarre su pierna izquierda y la coloque en mi hombro haciendo que su coño estuviera justo enfrente de mi rostro.

Se veía tan apetecible, agarre sus glúteos para acercarla más asiendo que quedara a centímetro de mis labios, me los lamí haciendo que mi lengua la rosaran, pude escuchar como gemia.

Despacio le di un lengüetazo su cuerpo entero tembló, empecé a lamer y morder su clítoris, dios sabia deliciosa, mi lengua empezó a jugar con su entrada, esperando a que me rogara que la penetrara con ella.