Embarazada de un Empresario?©

DE NUEVO JUNTOS

----------------------AMELIA--------------------

El sol se filtraba por la cortina asiendo que me despertara poco a poco, sentí el latido de un corazón contra mi oído y las respiraciones relajadas bajo mi pecho, mire un poco hacia arriba y hay estaba el hombre de mi vida, no pude evitar sonreír.

Estaba profundamente dormido gracias a nuestra noche tan activa, se veía tan hermoso, parecía un ángel caído del cielo, estaba tan feliz de que allá regresado, ahora me sentia completa, mi corazón por fin volvía a tener paz.

Me moví despacio y le di un dulce beso, pase mi lengua por su labio inferior y lo mordí despacio, poco a poco fue abriendo sus hermosos ojos que al mirarme brillaron con amor.

—La mejor manera de despertar—susurro.

—¿Y cual es esa manera? —le sonreí.

—Pues… con mi esposa arriba de mi, gloriosamente desnuda y que me despierte con unos dulces besos—sonrió.

—Para mi también a sido la mejor manera de despertar.

—¿Ah si? Cual es si se puede saber.

—Hmm… con mi esposo gloriosamente desnudo debajo mío y con una cara de ángel mientras duerme—dije y el sonrió.

Con un rápido movimiento que no me dio tiempo a detenerlo, me coloco debajo de el, agarro mis manos y las coloco en sima de mi cabeza, mientras me empezaba a besar, me sentia muy excitada y al parecer el también, porque su erección rosaba sexo.

—Creo que la otra mejor manera de despertar seria haciéndole el amor a tu mujer, ¿No crees? —dijo con una sonrisa picara.

—Ahora que lo dices, se me hace que es una excelente manera.

Nos besamos con más urgencia, mientras movió sus caderas haciendo que se introdujera en mi interior robándonos gemidos de placer, sus movimientos eran rítmicos, entra, sale una y otra vez.

—Ahh…Ahh…—gemia.

—Ahh…Ahh…—gimió.

Empezó a aumentar la velocidad, sentia como unas descargas recorrían mi cuerpo completo, una fina capa de sudor nos empezaba a cubrir, me sentia al borde del orgasmo, ya podía tocar el clímax que se aproximaba a nosotros.

—Oh Jeff—gemí contra sus labios—Dios… ¡¡Jeff!!

—Nena… Dios que apretada… ¡¡Amelia!!

Ambos caímos rendidos por nuestro intenso orgasmo, nos besamos y nos empezamos a reír a carcajadas, parecíamos unos adolecentes experimentando nuevas sensaciones.

Después de reír por unos minutos, nos dimos una ducha en la cual no pudimos evitar hacer el amor de nuevo, al salir Jeff me abraso por detrás y me dio un beso en el cuello.

—Te amo Amelia—susurro.

—Te amo Jeff—dije—Ahora hay que vestirnos y vestir a los niños para desayunar.

                                                                 *   *   *  *

Mire a Deisy que estaba en su silla para comer jugaba con su vasito de princesas, no pude evitar reír por lo tremenda que era mi hija, había tirado todo su contenido y la papilla que le había preparado la Sra. Rosi.

—Hay Deisy—dije y ella me miro sonriendo.

Empezó a balbucear cosas, aun no decía su primera palabra, pero no tardaba mucho en decirla, al igual que Josh el cual estaba más tranquilito en su sillita jugando con la cuchara.