Ya había pasado una semana completa desde aquel día en que desperté en el hospital, ya me había recuperado, la herida me había sanado y solo me quedo una pequeña cicatriz por el corte, pero de allí en fuera todo estaba muy bien.
Ya me había regresado a la casa y hacia unos días los del ejercito me habían llamado para comunicarme que creían haber encontrado el cuerpo de Jeff, pero lo examinarían más para saber si era el.
Cuando me dijeron eso fue como si me callera un balde de agua fría, aun tenia la esperanza de que seguía vivo, porque algo muy dentro de mi me lo decía, pero al escuchar al capitán Robles (compañero del papa de Jeff) decirme que parecía que lo habían encontrado.
Toda esperanza se desvanecido y toda esa noche llore, aun no lo podía superar y dudo que algún día lo lograra, nunca recuperaría la mitad de mi corazón, siempre sentiría ese vacío que Jeff había hecho al irse.
Me subí los pantalones de vestir de color azul marino y me coloque mi camisa color salmón, agarre barias pulseras de oro y me las puse, ya estaba lista para irme a trabajar.
Desde hacia unos días me había empezado a hacer cargo de la empresa de Jeff, aun no me acostumbraba, al principio no sabía que hacer pero Teresa la recepcionista, me había ayudado a saber cómo manejar las cosas, ya que yo era nueva en todo esto.
Y Silvia la secretaria de Jeff, también me había ayudado mucho y lo seguía haciendo, nos habíamos echo grandes amigas y en estos momentos me había apoyado mucho.
De hecho todos en la empresa lo estaban haciendo, hoy tenía mi primera reunión, en la cual me presentaría formalmente y el señor Jerry, uno de los socios más grandes de edad, nos daría a conocer un nuevo proyecto.
Baje a la sala de estar y la Sra. Rosi jugaba con los niños, cada día estaban más grandes ya habían cumplido los tres meses y medio, aun no podía creer que ya había pasado un mes desde la ultima vez que vi a Jeff.
—Rosi ya me voy—dije acercándome, ella al mirarme sonrió.
—De acuerdo, desea algo especial para cenar?
—No, haga lo que a usted se le antoje—ella asintió y me incline a besar a mis dos razones de vida—Ya me voy pequeños.
Ambos me sonrieron y siguieron jugando, dios cada día Deisy se parecía más a Jeff y Josh ami.
—Nos vemos más al rato—dije yéndome asían el garaje.
—Que pase un bonito día—dijo Rosi.
—Gracias.
Taylor andaba de compras ya que mi carro se había descompuesto ayer y el al parecer sabia que era lo que necesitaba y fue a conseguirlo, me subí al Audi de Jeff.
Como ya lo había describí antes era espectacular, negro con los asientos de piel color cremita, era perfecto, lo encendí y rugió o amaba ese sonido ahora ya sabia porque a Jeff le encantaba este auto.
Me encamine a la empresa, estaba muy nerviosa, nunca había estado en una junta directiva y si no le caía bien a los socios de la empresa y si lo hacia mal.
Llegue y estacione el coche en el lugar de Jeff y casi corrí al elevador estaba llegando tarde, faltaban solo cinco minutos para que empezara la junta.
Al llegar al ultimo piso Silvia me miro con una enorme sonrisa, se acerco y me abraso con emoción y yo se lo regrese.
—Hola Silvia—dije sonriéndole.
—Hola Amelia, llegas tarde corre que ya te están esperando todos.
—Ya lose—reí.
Me acerque a el salón de juntas, las puertas estaban cerradas y podía escuchar el murmullo de las conversaciones al parecer ya estaban todos, respire ando y abrí las puertas.
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Embarazada de un Empresario?©
Ficción GeneralAmelia es una chica encantadora, pero a sus 17 años de edad sigue siendo virgen, un día pierde su virginidad con Max su mejor amigo, ella pensó estar enamorada de el, pero descubrió que no cuando conoció a Jeff una autentico guapo, paso una noche ll...