Capítulo 24 (Parte 2)

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Estate d' Colbert.
Mason Forest., Wasteplace.
Remolque-de-Casa-rodante.

Remolque-de-Casa-rodante

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—...Y eso es lo qué pasó; Más bien, lo que me pasó antes de esto; la verdad absoluta. ...¿Una estupideces no crees? Todos los errores que cometí. —dice Leonard acabado de contar su verdadera historia a James. James descuidado, barbudo, sucio y cansado; los dos están conversando dentro del remolque-de-casa-rodante. Es cerca del medio día.
      —No. No pienses eso —dice James— Todo pasa por un solo motivo, y ahora piénsalo...; Si, pasaste hambre, y frío, al igual que yo; ahora tienes algo que perder, porqué vivir, que somos nosotros. Valió la pena nuestro sufrimiento para disfrutar después.
      —... Sí. Lo sé.
      —¿Quien más conoce tus indicios?
      —Solo las personas influyentes que me devolvieron el camino. Tú, Aislinn, Abraham. —sonrojado.
      —Uh-Hm. —James, halagado.
      Conforme los segundos, Leonard mirando a un James restaurado. Toma valor para enunciar: —¿...Y ya estás listo? —preguntándole, esperando, para que James conteste.
      —¿Para salir?...  No. —asegura.
      —... Escucha —dice disgustado— viejo. Necesitas tomar aire fresco; no solo caminar y estar aquí dentro como león enjaulado; fingir tener una vida aislado.
      —¿Por qué?, ¿Tienen algo qué hacer...?
      —La verdad si. Hay que salir a buscar un par de cosas. —Confiado.
     —¿Y por eso viniste a verme?
     —James... ¡Mírate! Estas echo un desastre.
     —¿Cómo tú cuando te hallamos?
     —... —agacha la mirada. Y luego responde: "Sí" —Levantando la frente. Orgulloso sigue diciendo: —. ...Pero yo supe ascender. De lo que hice; me puse de pie. ...Porque hay veces que debes caminar...con la frente en alto, concentrado y seguro de ti. —Mirando a James— (...) Pero en ocaciones... Debes mirar por donde caminas... ya que en una de esas, podrías caer... y entonces...Nunca más podrás levantarte.
      —...Pero yo no caí... Yo no caí esta vez...
      —Lo sé también; ...Es que pareciera que quieres hacerlo. —expone, agobiado.
      Entonces James espera un segundo. Y Leonard recoge su arma y se prepara para ponerse de pie y salir: —Bueno. Te dejo, Viejo. Creo que tendré que esperar a que muramos todos para que quieras intentar... —avanza.
      —... ¡Espera! —James lo sujeta del brazo—... Solo quiero preguntarte algo antes de salir al sufrimiento.
      —No exageres... —sonriendo— Pero dime.
      James exhala y pregunta: —"¿Cuántas semanas han pasado?". Y Leonard le responde, serio: —"3 Meses...". Por lo que James se queda como quien ve visiones. Con la boca abierta, sin poder hablar.
      —Ah. —balbucea estupefacto.     

Minutos después...
Poniéndose de pie lentamente.
      —¡Anda! —dice Leonard— caminando. Abriendo la puerta de pronto, seguido por James viniendo detrás, cegándolo al cruzar.

      —¡Fas--tidious! No veo ni un carajo —anuncia James. Encandilado.

 Encandilado

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Crónicas del venidero ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora