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POV Omnisciente

El pequeño moreno, después de una semana de ese regalo, estaba jugando ps4 con Dark cuando este cerró fuertemente los ojos.

-Dark?.-Preguntó Nicolás, algo preocupado, colocándole pausa a la consola para mirarlo.

-Casi, soy Jaime ahora.-Dijo el recién nombrado, causando que el moreno se relajara y notara como el enojón abría los ojos.

-Oh, está bien.-Dijo el moreno, sonriendo un poco para luego seguir hablando.-Quieres jugar ps4?

-Dark estaba jugando?.-Cuestionó Jaime, completamente extrañado.

-Sí.-Respondió el pequeño moreno, como si aquello fuera completamente obvio.-Varias veces hemos jugado.

-Dark ha estado... distinto contigo.-Dijo el enojón, como si recién se hubiera dado cuenta.-Primero los chupones, después el anillo y ahora juega contigo?

-Yo no le encuentro nada de raro.-Dijo Nicolás, intentando no colocarse nervioso para que Jaime no sospechara algo más.-Si no quiere que salga, entonces que al menos juegue conmigo.

-Sí, supongo.-Dijo el señor Navarro, pensando en eso por unos pocos segundos para después continuar hablando.-Ya, juguemos.

El moreno asintió, más relajado, y le sacó la pausa para después comenzar a jugar de inmediato con Jaime, quien tomó el ritmo de aquél videojuego altiro.

-Tan mal te cae Dark?.-Preguntó Nicolás después de que estuvieran varios minutos en silencio.

-Arruinó mi vida desde que me poseyó.-Dijo Jaime, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Así que no digamos que es mi mejor amigo. Dolió demasiado, fue insoportable en realidad, cuando me poseyó.

-Jaime...

-Me manipuló e hizo que todos parecieran como traidores y por eso dije que sí.-Dijo el recién nombrado, con una pausa.-Pareció la mejor opción en ese momento, pero obviamente no lo fue.

Los dos se quedaron en silencio por unos segundos.

-Y tú qué opinas de él?.-Preguntó Jaime, bastante interesado y curioso en saber aquello.

El pequeño moreno tragó algo de saliva mientras ni quería mirarlo.

-Me cae bien.-Respondió Nicolás, siendo en parte sincero porque Dark le caía muy bien, demasiado.

-Lo suponía.-Dijo el enojón, quien ya había adivinado aquello en realidad.-Si vives con él, te tienes que acostumbrar sí o sí a él, o sino sería simplemente una tortura.

-No es tan... malo.-Dijo el moreno, casi en un murmuro pero Jaime lo escuchó.

Jaime lo observó por unos segundos y habló.

-Lo siento, Nico, sé que es tu amigo y no debería hablar mal de él.-Dijo el señor Navarro, disculpándose en el momento con él.-No lo volveré hacer.

-Está bien.-Dijo el pequeño moreno, relajándose un poco para después seguir hablando.-Gracias.

Luego de unos pocos minutos, el moreno notó como el señor Navarro lo miraba, causando que se sonrojara por la vergüenza y que se colocara algo nervioso. El pequeño moreno volvió a colocarle pausa al juego y lo miró.

-Qué pasa, Jaime?.-Preguntó Nicolás, observándolo por varios segundos, intentando adivinar pero no tenía ni idea.

-Puedo hacer algo, Nico?.-Cuestionó el anteriormente nombrado, mirándolo fijamente a los ojos.

-Eh... claro.-Dijo el moreno, bastante confundido y no entendiendo lo que pasaba.

Obviamente se dio cuenta cuando el señor Navarro lo besó, causando que se quedara quieto y tenso por unos segundos para después corresponderle.

Necesitaba saber si sentía algo por él.

El beso de Jaime y él fue más... desesperado pero al mismo tiempo lento, como si el primero en ser nombrado hubiera esperado tanto por aquello. Era tan diferente a los besos de Dark en realidad.

Sintió como el enojón colocó su mano en una de sus mejillas para profundizar más el beso.

Luego de unos pocos minutos, el mismo señor Navarro se separó del beso, causando que el moreno abriera los ojos y sintiera un pesar en todo su cuerpo.

Unos ojos negros lo estaban mirando en ese momento.

El demonio se levantó de su asiento, provocando que el pequeño moreno hiciera lo mismo.

-D-Dark, te lo puedo explicar.-Dijo Nicolás, acercándose a él pero el demonio le hizo un gesto de que se detuviera.

Dark no le gritó, empujó, golpeó, ni nada parecido. Sólo lo miró por unos segundos para después desaparecer de ahí.

El pequeño moreno se arrepintió desde que Dark Jaime se había separado de ese beso de lo que había hecho.

No sabía dónde buscar a Dark, causando que sacara su celular de inmediato y que llamara a este, pero sabía que no le contestaría ni aunque siguiera haciéndolo, provocando que llamara a Manu al instante.

-Nico? Es raro que me llames...

-La cagué, Manu.-Dijo Nicolás con la voz algo ahogada mientras derramaba un par de lágrimas.

-Qué pasa?.-Preguntó Manuel, completamente preocupado.-Dónde está Dark?

-No lo sé.-Respondió el moreno, ya dándose cuenta que él tampoco sabía.

Manuel colgó y apareció altiro al lado suyo, sentándose en el sillón mientras obligaba al moreno a hacer lo mismo.

-Qué pasó, Nico?.-Cuestionó Manu, observándolo por unos segundos.

-Jaime me besó.-Dijo el pequeño moreno, tomándose un momento para luego seguir hablando, en un susurro.-Y le seguí el beso.

-Y Dark tomó el poder del cuerpo justo en ese momento.-Dijo Yelo, adivinando lo que había pasado.-Mierda, Nico, te hizo algo?

-No.-Respondió Nicolás, con una pausa.-Ni siquiera me habló, sólo me miró como si... a mí no me importara él y no es así. Intenté explicarle pero desapareció.

Se quedaron en un completo silencio por unos pocos segundos.

-Por qué le seguiste el beso a Jaime?.-Preguntó Manuel, intentando entender toda la situación mientras pensaba en dónde podría estar Dark.

-Tenía una duda si es que yo sentía alguna atracción por Jaime o algo así, y con el beso creí que se aclararía todo eso.-Contestó el moreno, siendo completamente sincero con él.-Y-Yo le iba a contar a Dark después pero... no creí que algo así pasaría. Lo arruiné.

Manuel suspiró y lo abrazó, sabiendo que no fue su intención todo eso.

Horas después

Manu se quedó con él todo ese tiempo cuando alguien abrió la puerta de la casa, causando que los dos miraran hacia esta.

-D-Dark?.-Preguntó Nicolás, observando a este entrar pero supo de inmediato que algo andaba mal.

-C-Creo que ya no está en mi cuerpo.-Respondió Jaime, después de varios segundos mientras miraba todo el recién nombrado.-No lo siento en mi mente, nada. Desapareció.

Con eso dicho, el pequeño moreno no podía creerlo y se sintió completamente destruido por la situación.

Él había causado eso.

Demons (Jainico).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora