Demons (Jainico).

15.-

POV Omnisciente

Un mes después

El moreno estaba completamente destrozado y se odiaba a sí mismo por lo que había pasado.

Lo extrañaba tanto.

Edgar, Jaime y Manuel lo consolaban, de hecho, hasta hacían noche de películas o jugaban ps4 y cosas parecidas para que no se encerrara en su habitación o saliera siempre para buscarlo.

-Manu, por favor, no sabes si está en el Infierno o algo así?.-Preguntó Nicolás, queriendo saber aquello.

-No, Nico, lo fui a buscar pero no está ahí.-Respondió Manuel, siendo completamente sincero con él.-Tal vez... de verdad dejó de existir.

-Si me hubiera dejado explicarle.-Murmuró el moreno, acariciando el anillo que Dark le había dado para después cerrar fuertemente los ojos.-Es mi culpa.

-Cualquier cosa que Dark hubiera hecho, él lo eligió, Nico. Si decidió algo, no hubiera cambiado de opinión, ni aunque le hubieras explicado.-Dijo Manu, diciéndole la verdad.

-Pero... lo extraño.-Susurró el pequeño moreno, volviendo a abrir los ojos.

-Sólo debes seguir adelante, Nico, y si me entero sobre lo que le pasó a Dark, te lo diré altiro pero... debes superarlo.-Dijo Yelo, con un tono de lástima por él.-Es lo mejor que puedes hacer.

-Intentaré pero... es muy difícil.-Dijo Nicolás, con una pausa.-Demasiado. Quiero a Jaime pero la casa se siente tan vacía sin Dark y no soporto a Jaime diciendo lo bueno que fue librarse de él porque nunca será bueno para mí.

-Por qué?.-Cuestionó Manuel, no entendiendo la relación que tenía Nicolás con Dark.

-Porque lo amo.-Dijo el moreno, tomándose un tiempo.-Lo amo como nunca amé a alguien más.

Manuel iba a decir algo pero justo llegó su novio y el enojón con la comida que los habían mandado a comprar.

-Eligieron alguna película?.-Preguntó Edgar, sentándose en el colchón que habían colocado en el living para dormir todos juntos.

-Sí.-Respondió Manuel, sinceramente y con una pausa.-Veremos Fragmentado.

-Me han dicho que es buena.-Dijo Jaime, sentándose al lado del moreno mientras miraba a este un poco.

No habían hablado del beso y tampoco pensaba hacerlo pronto por todo lo que había pasado y como el moreno estaba.

-Me gusta el actor.-Murmuró Nicolás, abriendo una bolsa de papas fritas para comer un poco.

-Sí, es bueno.-Dijo Manuel, sonriendo un poco, con una pausa.-Y está bueno.

El ruloso lo miró fijamente para luego rodar un poco los ojos.

-Quieren algo más para después no tener que levantarnos a buscarlo?.-Preguntó Edgar, ignorando lo de antes y sabiendo que ya "hablaría" con Manuel respecto a eso.

-No.-Respondió el moreno, siendo sincero con ellos.

Nadie quería algo más, así que Jaime apagó la luz y colocaron la película, causando que se acomodaran.

El moreno intentó prestar atención pero no pudo.

En lo único que podía pensar era en Dark.

Volvió a acariciar su anillo y cerró los ojos por unos segundos, recordando ese día.

A Dark le había costado demostrarle cariño, controlar su furia, pero lo hizo por él.

Pero el pequeño moreno había arruinado todo.

Sintió sus ojos arder hasta que escuchó una voz.

-Nico, estás bien?.-Preguntó Jaime, completamente preocupado al notar que el recién nombrado tenía los ojos cerrados y ahora apretaba fuertemente sus propias manos.

-Sí, estoy bien.-Respondió Nicolás después de varios segundos, volviendo a abrir los ojos pero no miró a ninguno de sus amigos.

Jaime no quiso preguntarle si estaba seguro, porque era obvio que le estaba mintiendo.

El pequeño moreno ignoró las miradas preocupadas de sus amigos y sólo miró la película, queriendo aparentar que estaba prestando atención pero no era así.

Ninguno de sus amigos dijo otra palabra hasta que la película terminó, causando que cuando esto pasara, el pequeño moreno se levantara y fuera a la cocina. Cuando llegó a esta, fue al refrigerador, lo abrió y sacó una cerveza. La destapó y se la tomó al seco.

Manuel lo observó por unos segundos y volvió al living antes de que el moreno se diera cuenta que estaba ahí.

-Debemos hacer algo.-Murmuró Manuel, como si el moreno los fuera a oír.

-Qué cosa? Ni siquiera sabemos si Dark sigue existiendo.-Dijo Jaime en un tono bajo, no agradándole el demonio que lo había poseído pero quería lo mejor para el pequeño moreno.

-No lo sé, pero... odio verlo así.-Dijo Manu, asegurándose que el pequeño moreno no viniera justo cuando estaban hablando de él.-No puede dormir. Acaso has visto cuántos frascos de pastillas tiene para poder hacerlo? Hay montón que todavía no se toma, pero hay muchos frascos vacíos en el basurero. Si sigue a este paso, se va a matar.

-Voy a buscar algo arriba y vuelvo!.-Les avisó Nicolás en un grito, no estando ni cerca.

-Está bien!.-Dijo Yelo, sólo para que no sospechara de algo.

-Pero qué podemos hacer? En algún momento estará solo aunque nosotros lo evitemos.-Dijo Edgar, con una pausa.-Como ahora.

Manuel desapareció para ir a la habitación de Nicolás, que era la que compartía con Dark, para luego ver qué hacía este en el baño, ya que tenía la puerta abierta. Se dio cuenta que sacaba al menos tres pastillas para dormir y se las tomaba como si nada.

Nicolás se apoyó en el lavamanos, mientras tenía los ojos cerrados y suspiró para después lavarse la cara, queriendo refrescarse un poco y pensar en algo más. Manu desapareció de ahí antes que el moreno abriera los ojos.

Después de que se secó el rostro, intentó salir del baño pero sintió una angustia por todo su cuerpo y se sentó en el piso para después comenzar a llorar en silencio.

-Termina con esto, por favor.-Susurró Nicolás, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Vuelve y quédate por siempre.

El pequeño moreno sintió sus ojos pesar, así que los cerró.

-No quiero vivir sin ti, Dark.-Susurró el moreno, con una pausa.-No creo que pueda soportar mucho más.

Se quedó callado por unos segundos y sintió demasiado cansancio, aparte del que tenía de la vida.

-Se supone que sabes si algo malo me pasa o pasará.-Dijo el pequeño moreno, casi durmiendo.-Entonces debes saber lo que haré en unos días más, cierto?

Sintió un dolor profundo por todo su organismo.

-Lo siento.-Murmuró Nicolás para luego quedarse dormido ahí.