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POV Omnisciente

Al día siguiente

Cuando el demonio despertó, recordó en el instante lo que había pasado ayer con el pequeño moreno, causando que cerrara fuertemente los ojos para después levantarse, queriendo hablar con este.

Obviamente no se había acostado con esas weonas, no podía con lo que le habían dicho a su humano, y tampoco quería en realidad.

Se vistió rápidamente y fue a la habitación del pequeño moreno. La puerta de esta ya estaba abierta, causando que estuviera algo confundido.

De inmediato notó como ninguna de las cosas de Nicolás estaba ahí.

Se quedó completamente quieto para luego entrar al cuarto que era suyo y del moreno.

-Se fueron hace unas horas.-Dijo Manuel detrás suyo, pero no se giró.

-Fueron?.-Cuestionó Dark, notando a lo lejos el anillo que le había dado al pequeño moreno, este estaba arriba de la cama.

-Sí, Jaime y él se fueron.-Dijo Manu, siendo completamente sincero con él mientras sentía un pesar en su cuerpo.-Jaime te dejó un mensaje.

Se dio vuelta cuando escuchó eso y miró a su mejor amigo.

-Cuál...

No pudo hablar cuando sintió como Manuel lo había golpeado fuertemente en el rostro.

-Sí, me lo suponía.-Dijo Dark Jaime, sintiendo su pecho apretarse y un dolor aumentar en este.

-Yo siempre estuve a tu lado, en todos los problemas que tuvimos, a pesar de que me trataras mal, como si no valiera nada.-Dijo Yelo, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Nunca me importó, porque sabía exactamente como eras, pero... no dejaré que arruines a Nicolás. Él ha sido lo mejor que te pudo haber pasado y simplemente... estás rompiéndolo lentamente.

-Manuel...

-No, Dark, déjame hablar.-Dijo el recién nombrado, interrumpiéndolo.-Nicolás te quiere más que la chucha y te ha perdonado todo lo que lo hiciste sufrir al principio, y eso ya es mucho, pero ahora dudas de que lo haga, a pesar de lo atemorizado que él estaba antes, aprendió a entenderte y aún más a quererte. Si lo quieres, Dark, si realmente lo quieres... no lo arruines, porque él no merece eso. No sé qué viste en él que te interesó tanto, pero si sigues dañándolo, Dark, te juro que te detendré, aunque cueste mi "inmortalidad" porque sabemos que tú puedes matar hasta a los demonios.

Todo se quedó en silencio por unos segundos.

-Haz las cosas bien o simplemente aléjate de Nicolás.-Dijo Manuel, mirándolo fijamente a los ojos, quedándose unos segundos más ahí para después irse.

Mientras tanto, el pequeño moreno estaba durmiendo en su antigua habitación, solo.

-Antes no dormía tanto.-Dijo la madre de Nicolás, notando la hora que era y diciéndoselo a su esposo y a Jaime.

-Sí, bueno, ayer decidimos bastante tarde venir.-Dijo Jaime, sonriendo un poco mientras observaba a los padres de su amigo.

-Tú estás algo cambiado, Jaime.-Dijo la mamá del moreno, con una pausa mientras lo miraba por unos segundos, causando que su esposo carraspeara.-No te pongas celoso del novio de nuestro hijo, además es la verdad, estás más... informal y creo que tomaste sol, ya no estás tan pálido.

-Me veía demasiado maduro con los trajes, así que decidí cambiar eso un poco.-Dijo el enojón, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Claro que los sigo usando, pero ya no tanto. Y sí, tomé algo de sol.

-Espera... ó sea admites que eres el pololo de mi hijo?.-Preguntó su "suegra", bastante feliz.

-No, no, no es eso.-Dijo el señor Navarro, sonrojándose un poco por la vergüenza.

-Por fin están juntos y no lo niegas.-Dijo la madre del pequeño moreno, sonriendo animadamente.-Al menos mi hijo siempre lo negaba.

-En verdad no es así, solamente no pensé en eso...

-Bien, hablemos de cuántos hijos adoptarán.-Dijo su suegra, causando que el enojón no pudiera detener esa conversación.

El pequeño moreno, de repente, sintió unos brazos rodearlo, haciendo que despertara y se girara un poco para ver quién era.

En el instante se alejó del demonio y habló.

-Ándate.-Dijo Nicolás, sintiendo sus ojos arder mientras tenía la voz ronca por haber despertado recién.

-Sabes que no lo haré.-Dijo Dark, observándolo por unos segundos.-Cariño... de verdad lo siento, debí haberte defendido.

-Debiste.-Dijo el moreno, con una pausa.-Pero ya no lo hiciste, Dark, así que no sirve de nada tu disculpa.

-Cariño, te he defendido de muchas cosas, demasiadas, sólo...

No pudo seguir hablando, porque la culpa y el odio consigo mismo lo invadió, causando que sus ojos se colocaran negros y cerrara estos.

El moreno lo miró atentamente por unos segundos y habló.

-Sólo qué?.-Preguntó el pequeño moreno, en un tono bajo.

-Necesito que me perdones esta última vez.-Dijo el demonio, siendo completamente sincero con él.

-Dark, en verdad...

-No puedo vivir sin ti.-Dijo el recién nombrado de repente, abriendo los ojos para mirarlo.-Te necesito, Nicolás.

El moreno quería decirle que se fuera a la mierda y que lo dejara solo por una vez pero no podía.

-No puedo perdonarte tan fácilmente, Dark, lo sabes.-Dijo Nicolás, después de varios segundos, no hablando muy fuerte para que sus padres y Jaime no los escucharan.

-Entonces déjame arreglarlo.-Dijo Dark, diciéndole la verdad, con una pausa.-Déjame demostrarte que vale la pena perdonarme.

-Y-Yo... tengo que pensarlo, Dark.-Dijo el moreno, sabiendo que no podía hacer eso en aquél momento.

-Cariño...

-Lo pensaré, Dark, pero no te he dejado, si? Sólo necesito tiempo para... procesar todo esto.-Dijo el pequeño moreno, siendo honesto con él.-Volveré a la casa, porque los dos sabemos que me gusta vivir con ustedes pero todavía no te puedo dar una respuesta a eso.

-Puedo... abrazarte?.-Preguntó Dark Jaime de repente, sorprendiendo al moreno a los segundos después.-Lo que no hice ayer.

El moreno tragó saliva, algo nervioso y todavía sintiendo un dolor en cada parte de su organismo, para luego asentir.

Dark se acercó a él e hizo lo que había preguntado antes, haciendo que el moreno se quedara quieto por unos segundos para luego corresponderle el gesto.

-De verdad lo siento.-Susurró el demonio, abrazándolo sólo algo fuerte, queriendo tenerlo cerca de él, provocando que el pequeño moreno se acercara un poco más.-Seré mejor por ti y para ti.

-Lo sé.-Murmuró el pequeño moreno, cerrando los ojos por unos segundos, sintiéndose completamente reconfortado.

Demons (Jainico).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora