29.-

1K 111 68
                                    

POV Omnisciente

-Han pasado cuatro horas, crees que... estén bien?.-Preguntó Nicolás, bastante preocupado por los dos.

-Claro.-Dijo Manuel, sonriendo un poco y con una pausa.-Si lo encadenó, qué tanto podría pasar además de gritarse?

-No lo sé.-Dijo el moreno, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Pero aún así no me confío. Sabes lo impulsivos que son.

-Sí, pero Dark se sabe contro... conchetumadre.-Dijo Manu, notando a dos personas ahí.

El moreno de inmediato se giró y notó como el demonio y su mejor amigo estaban cubiertos en sangre, con heridas profundas completamente notorias.

El pequeño moreno abrió un poco más los ojos al ver esa escena. Se levantó, y sin ningún cuidado, tomó de las orejas a los dos, causando que estos se quejaran.

-Ya venimos heridos!...

-Aweonaos! Tenían que hablar y solucionar las cosas, no golpearse hasta que no pudieran más!.-Gritó Nicolás completamente enojado con los dos y llevándolos a su habitación para curarlos.

Hizo que se sentaran en su cama para después ir a buscar algodón, alcohol y vendas. Apenas las encontró, salió del baño y comenzó a curar al enojón primero, provocando que el demonio frunciera el ceño pero que no dijera nada.

-Nico...

-Cállate.-Dijo el recién nombrado, interrumpiendo al señor Navarro mientras lo seguía curando.

-Cariño...

-Tú también.-Dijo Nicolás, mirándolo fijamente a los ojos para después concentrarse en desinfectarle las heridas.

Dark Jaime lo observó por unos segundos para después bajar la mirada mientras jugaba un poco con sus dedos, provocando que el pequeño moreno lo mirara por unos segundos.

Apenas terminó de curar al enojón, habló.

-Jaime, puedes dejarme un rato con Dark? Después hablaré a solas contigo.-Dijo Nicolás, haciendo que el señor Navarro asintiera y que no dijera nada, sabiendo que el pequeño moreno se podría enojar aún más.

El señor Navarro salió de la pieza, cerrando la puerta luego, causando que el pequeño moreno fijara su mirada en el demonio y notara que este seguía así.

El moreno sintió un nudo en su garganta y comenzó a curarlo de inmediato.

Ninguno de los dos dijo una palabra hasta que el pequeño moreno había terminado de limpiar las heridas de su demonio.

El moreno tomó la mejilla del demonio y acarició un poco esta.

-Eres como un niño cuando me enojo contigo.-Murmuró Nicolás, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Y así simplemente no puedo seguir molesto contigo.

El demonio lo miró, teniendo sus ojos negros, y haciendo que el pequeño moreno notara como las heridas comenzaban a sanarse lentamente.

El pequeño moreno suspiró y lo observó por varios segundos para después darle un leve beso en los labios.

-Al menos dime que intentaste hablar.-Dijo Nicolás, todavía acariciando la mejilla del señor Navarro.

-Sí lo intenté.-Dijo Dark, siendo completamente sincero con él.-Pero después dijo cosas que... no soporté y yo le dije mi verdad y no lo tomó muy bien tampoco.

-Después hablaré con él.-Dijo el moreno, admirándolo por varios segundos para luego besarlo, causando que el demonio le correspondiera en el momento, colocando sus brazos al rededor de las caderas del pequeño moreno.

El pequeño moreno, para estar más cómodo, colocó sus brazos rodeando el cuello de su demonio, sintiendo como este lo acercaba más a él.

Cuando se separaron, el demonio sonrió un poco.

-Realmente me dolió cuando me tiraste de la oreja.-Dijo Dark, siendo completamente sincero con él.-Pero me dio risa.

-Oh, lo siento Dark, sólo... me enojé con los dos.-Dijo Nicolás, diciéndole la verdad mientras notaba que los ojos de su ser sobrenatural eran los normales, y que estos tenían un leve brillo mientras lo miraba.-En verdad quería que solucionaran todo.

-Bueno, al menos se desahogó.-Dijo Dark Jaime, siendo honesto con su humano.-Y ya sé todas las cosas que piensa de mí, así que... es un avance, creo.

El pequeño moreno lo miró atentamente y le dio otro ligero beso.

-Recuérdame nunca volver a dejarlos solos a los dos.-Dijo el moreno, queriendo sentarse en las piernas de Dark pero este tenía unas pocas heridas ahí, así que sólo esperó a que se curaran completamente.

-No creo que se me olvide.-Dijo el demonio, volviendo a tener esa sonrisa mientras seguía hablando.-Intentó clavarme varias cosas.

-Los dos siguen siendo aweonaos.-Dijo el pequeño moreno, rodando un poco los ojos pero igualmente no le gustó para nada que Jaime haya intentado matar a su... "amigo".

-Lo sé.-Dijo Dark, relajándose por las caricias que el moreno le hacía en la parte de atrás de su cuello. Cerró los ojos y habló.-No sabes lo mucho que te quiero, cariño.

El moreno sintió una corriente recorrer su cuerpo y su corazón acelerarse.

-Creo que lo mismo va para ti, Dark.-Dijo Nicolás, sonriendo después de varios segundos.-Te quiero demasiado, mucho más de lo que te imaginas.

Se quedaron así por varios minutos hasta que el pequeño moreno habló.

-Tengo que ir a hablar con Jaime.-Dijo Nicolás, siendo honesto con él y escuchando como su demonio gruñía.-Será corto, si? Porque si hablo mucho sobre cómo empezó la pelea, me volveré a enojar y ninguno quiere eso, cierto?

El demonio abrió los ojos y lo observó.

-Si te demoras más de cinco minutos, te iré a buscar y no me importaría nada volver a pelear con Jaime.-Dijo Dark, siendo completamente serio y honesto con él.

-Dark...

-Lo estoy diciendo en serio.-Dijo el recién nombrado, no dejando de mirarlo en ningún segundo.

-Lo sé.-Dijo el moreno, dándole un rápido beso en los labios para luego ir a la habitación del señor Navarro, provocando que el demonio cruzara los brazos y comenzara a contar.

El pequeño moreno cuando fue a la habitación del señor Navarro, entró no más, y vio a este sentado en la cama.

El moreno lo miró atentamente para después sentarse al lado de él.

-Dark no me dio todos los detalles de lo qué pasó.-Dijo Nicolás, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Y tampoco los quiero saber, porque siento que eso no será bueno, pero... algo cambió?

El señor Navarro lo observó por unos segundos.

-Si te refieres a que ya me desahogué un poco, supongo que... sí.-Dijo Jaime, siendo sincero con él.-No lo perdono, porque nunca lo haré completamente, pero creo que lo podré soportar. Sólo...

No siguió hablando pero el pequeño moreno quería saber lo que iba a decir.

-Sólo qué?.-Preguntó el moreno, observándolo mientras tenía toda su atención en él.

-Sólo no quiero que él te haga daño.-Dijo el enojón, con una pausa.-Y me gustaría ser yo el que te haga feliz.

El pequeño moreno se relajó un poco al sentir que Jaime lo tomaba de la mano.

Demons (Jainico).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora