Demons (Jainico).

32.-

POV Omnisciente

Después de que el demonio se fue, el pequeño moreno se fue a bañar para luego vestirse. Apenas hizo aquello, salió de su habitación y fue al living, donde estaban sus padres hablando con el enojón.

-Yo quiero que mi primer nieto se llame Dominik o si quieren adoptar a una niñita, se tiene que llamar...

-Mamá! Por qué estás hablando de eso?!.-Preguntó Nicolás, bastante alterado, y algo sonrojado por la vergüenza.

-Pero sí son novios!.-Dijo la recién nombrada, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Ya deberían estar hablando de esto.

-Qué? Claro que...

De repente tocaron la puerta de la casa, y el pequeño moreno tuvo un mal presentimiento de aquello.

El pequeño moreno fue a abrir y vio al demonio otra vez, causando que supiera que había escuchado eso, y que claramente no se había ido.

-D-Dark, qué haces...

-Espera... son gemelos?.-Preguntó el padre del pequeño moreno, bastante confundido mirando al demonio y luego al enojón.

-Sí, somos gemelos.-Dijo Dark, sonriendo un poco mientras miraba fijamente al enojón, quien estaba completamente tenso.-No es cierto, hermanito?

-Sí, es cierto.-Dijo Jaime, intentando no gruñir y tampoco golpearlo.

-Entonces... tú eras el que venía con mi hijo acá?.-Cuestionó la madre del moreno, apuntando al demonio y notando como este asentía.-Pero él es Jaime? Entonces cómo te llamas?

-No es un nombre para nada común y por eso le dijimos que me llamaba Jaime.-Dijo Dark Jaime, con una pausa.-Soy Dark.

-En verdad no es un nombre común.-Dijo el papá del moreno, recibiendo un golpe de su esposa, causando que se quejara.

-Qué vergüenza, hablando de hijos con el hermano incorrecto.-Dijo la mamá de Nicolás, algo sonrojada.-Con razón me intentabas cambiar de tema, Jaime.

-Oh, en serio? Qué bueno que aclaramos las cosas.-Dijo el demonio, todavía con aquella sonrisa y acercando al moreno a él, sintiendo como este se tensaba un poco para después relajarse.

-Nico, por qué nunca me contaste que... Dark tenía un hermano? No hubiera pasado esta vergüenza!.-Dijo la madre del primero en ser nombrado, quejándose obviamente.

-No importa, en verdad, después mi hermanito me contará lo que será de mis hijos con Nicolás.-Dijo Dark, acariciando un poco la cintura del pequeño moreno.

La madre del moreno se emocionó pero intentó no demostrarlo.

-Voy a preparar el desayuno.-Dijo la suegra del demonio, con una pausa.-Ninguno se atreva a ir.

-Mamá...

-Ya les advertí.-Dijo la recién nombrada para luego ir a la cocina a preparar algo, provocando que el esposo de esta la fuera a ayudar.

Apenas se aseguraron de que hayan ido a la cocina, el señor Navarro se acercó al demonio y lo tomó por el cuello de la ropa, pero a este ni le importó y sólo sonrió.

-Qué mierda crees que estás haciendo?!.-Preguntó Jaime, queriendo gritar pero tuvo que decirlo en un tono bajo para que los padres del moreno no vinieran.

-No sé a qué te refieres, no he hecho nada malo, hermanito.-Se burló Dark, todavía con aquella sonrisa, sintiendo como el señor Navarro lo soltaba, ya que el pequeño moreno intervino.

-Ninguno de los dos se va a portar así acá.-Dijo Nicolás casi en un murmuro, apuntándolos a los dos, como si los estuviera amenazando.

-Él fue el que te hizo sentir mal, debería irse.-Gruñó el enojón, mirando directamente a los ojos al demonio para después mirar al pequeño moreno.

-Todavía no lo perdono pero no lo echaré.-Dijo el moreno, observando al enojón para luego fijar su mirada en el demonio, quien le sonrió un poco, sinceramente.-Además, mi mamá nunca me lo perdonaría.

El señor Navarro miró mal a su "hermano" hasta que la madre del moreno apareció, con una cámara.

-Bien, quiero hacer un recuerdo de esto, así que... un beso, los dos.-Dijo la mamá del pequeño moreno, preparando la cámara.

-Mamá! Por qué tenías la cámara en la cocina?.-Preguntó Nicolás, completamente avergonzado y nervioso.

-Eso qué importa? Ahora, volvamos a lo de antes.-Dijo la señora Moller, causando que el pequeño moreno mirara al demonio.

-No estamos tan... cómodos besándonos frente a ustedes.-Dijo Dark, no queriendo que el pequeño moreno hiciera algo que no quisiera.

-N-No importa, Dark.-Dijo el moreno, todavía bastante nervioso, sabiendo que su madre insistiría.

-Seguro?.-Preguntó Dark Jaime, causando que la madre del moreno se enterneciera de que no quisiera hacerlo sólo por su hijo.

-Sí, seguro.-Respondió el pequeño moreno, intentando no tartamudear y lográndolo finalmente.

El demonio asintió y acercó al moreno a él, impidiendo el contacto directo sólo sus ropas. La respiración del moreno se aceleró, al igual que su corazón, para luego sentir los labios del demonio contra los suyos, provocando que le correspondiera a los segundos después.

Es como si no se hubieran besado hace mucho, y claro que no era así, pero los dos lo sintieron así.

El enojón observó esa escena para después girarse, no queriendo ver nada más de aquello.

Dark colocó su mano en la columna de su "novio", acercándolo más a él, causando algo más de fricción entre los dos.

-Eh! Se me separan ahora!.-Dijo el padre del moreno, por fin saliendo de la cocina y ni sabiendo lo que estaba pasando.

Casi en el instante, el señor Gaule separó a su hijo del demonio y lo alejó de este.

-Nuestro hijo ya es grande, acaso crees que sigue siendo ese niñito de ocho años? No me digas que hasta crees que es virgen.-Dijo la madre del pequeño moreno, rodando un poco los ojos.

El moreno se colocó rojo de inmediato mientras que el demonio intentó no reírse.

-No vamos a hablar de eso, definitivamente no!.-Dijo el señor Gaule, negándose completamente y yendo a la cocina. Su esposa lo siguió, mientras reía y miraba las fotos que había sacado.

El señor Navarro finalmente se giró y notó como el demonio le decía algo en el oído al moreno, provocando que este se sonrojara aún más.

-Aweonao.-Dijo Nicolás de repente, causando que el demonio riera y se acercara un poco a él, pero el señor Navarro intervino e hizo que el moreno se acercara a él, haciendo que Dark lo mirara fijamente pero que no dijera nada.

No importaba cuánto intentara Jaime alejar al moreno de él, no lo conseguiría.