28.-

1K 116 88
                                    

POV Omnisciente

Cuando el señor Navarro despertó, estaba bastante confundido.

Sólo recordaba andar dando vueltas por Santiago cuando se desmayó, causando que abriera los ojos para ver dónde estaba.

Notó como estaba encadenado, más encima no eran cadenas normales, eran completamente negras, provocando que tuviera una idea de quién había hecho todo eso. Miró al frente suyo y vio a Dark Jaime, sentado en una silla y riéndose de algo que estaba viendo en el celular.

-Por qué chucha estoy acá?.-Preguntó Jaime en un gruñido, moviéndose un poco pero sintiendo como las cadenas se ajustaban aún más a él, haciendo que se quejara.

-No es buena idea que te muevas.-Dijo Dark, terminando de ver un video, guardando su celular sólo para después mirarlo.-Te irán apretando cada vez más y simplemente no será placentero después.

-Responde a lo que te pregunté.-Dijo el enojón, sintiendo rabia por todo su cuerpo al sólo ver a Dark.

Dark suspiró para después hablar.

-Nicolás me contó lo poco que hablaron hoy.-Dijo Dark Jaime, cruzándose de brazos y colocándose cómodo.-Y vine a arreglar eso ya que él no quería que te manipulara.

-Me hubiera gustado que lo intentarás, aweonao.-Dijo el señor Navarro, completamente furioso mientras notaba que Dark estaba de lo más normal, no tomándole importancia a lo que decía.-No hablaré ni una wea contigo.

Dark sonrió un poco y lo miró fijamente para después no decir nada.

Se quedaron en un silencio por varios minutos, hasta que el enojón gruñó un poco y habló.

-Dónde estamos? Hace más frío que la chucha.-Dijo Jaime, mirando a Dark Jaime por unos segundos, ya que estaban en una habitación completamente oscura.

-En el Infierno.-Dijo Dark, siendo completamente sincero y notando como su otro yo abría un poco más los ojos. Chasqueó los dedos y el señor Navarro por fin pudo ver.

Notó varios cristales rojos con un líquido adentro de estos.

-Dime que eso no es sangre.-Dijo el enojón, cerrando fuertemente los ojos y escuchando como Dark reía.

-Claro que no es simplemente sangre.-Dijo Dark Jaime con una pausa.-Es sangre de todas mis víctimas.

-Y la pared está hecha con...

No quiso seguir hablando, porque le daba asco sólo imaginarlo.

-Mira, está bien que pienses mal de mí, pero no voy a andar decorando mi casa en el Infierno con partes humanas.-Dijo el demonio, casi haciendo una cara de disgusto.-Sí, soy sádico pero no quiero tener una casa pasada a pudrición.

El enojón volvió a abrir los ojos, y excluyendo los cristales, todo se veía como una casa normal.

-No tienes calefacción o alguna wea? Está bien que seas demonio y que no sientas frío o mucho calor, pero yo soy humano... o al menos siento como humano.-Dijo el señor Navarro, causando que Dark gruñera un poco y volviera a chasquear los dedos.

De inmediato apareció una estufa al lado de Jaime y una manta rodeando a este por abajo de las cadenas.

-Gracias.-Murmuró Jaime, no queriendo decirlo muy alto para que el demonio no se acostumbre.

-Bien, vamos a hablar o no? Porque créeme que no nos iremos de acá hasta que lo hagamos.-Dijo Dark, con una pausa.-Ni Manuel sabe de esta casa.

-Cómo quieres arreglar las cosas?.-Preguntó el enojón, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Manipulándome al igual que lo hiciste con Nicolás?

Notó como los ojos de Dark eran negros y lo mirara fijamente.

-Di las weas que quieras, pero yo nunca manipulé a Nicolás y mucho menos lo que siente por mí.-Dijo Dark Jaime, sintiendo como se comenzaba a molestar.-Nunca.

-Lo que no puede entrar en mi mente, es cómo tú, un demonio que ha causado tanto dolor en las personas, y hasta en Nicolás, logre que él pueda sentir algo por ti tan fuerte que no puede vivir sin ti.-Dijo el señor Navarro, desahogándose completamente con él.-Tú no quieres a la gente! Tú la usas para tu propio beneficio!

-Y qué beneficio tendría yo haciendo que Nicolás me quisiera?.-Preguntó el demonio, apretando fuertemente sus puños, teniendo aún más blancos estos.

-Dañarme a mí porque sabes que lo amo!.-Dijo Jaime casi en un grito, queriendo sacarle la chucha al demonio.

Dark Jaime se quedó completamente quieto por unos segundos.

-Mi eternidad no se basa en hacerte daño, no te creas tan importante.-Dijo Dark, controlándose y sorprendiéndose de que lo haya hecho.-Tomé posesión de tu cuerpo y no digas que todo fue mi culpa, porque tú debiste saber desde el primer momento que comencé a hablarte que mis intenciones no era hacer que tu vida mejorara. Yo dije que podía matar a la zorra de tu ex novia y todo eso, y aún así sigues diciendo que arruiné tu vida? Tú arruinaste tu vida al decir que sí.

-Manipulaste las cosas! Hiciste parecer que mis amigos y mi ex novia eran lo peor del mundo y te aprovechaste que estaba completamente débil para que yo dijera que sí!.-Dijo el enojón, no soportando ni un poco a Dark.-Lo único que quiero hacer ahora, sabes qué es? Matarte!

Dark sonrió a los pocos segundos y con un chasquido de dedos, las cadenas se rompieron.

El enojón se levantó lentamente y miró fijamente al demonio.

-Estoy esperando.-Dijo Dark Jaime, abriendo los brazos indicándole que no le tenía ni un poco de miedo a su alter ego.

El señor Navarro lo observó por unos segundos y se acercó rápidamente a él para después darle un fuerte puñetazo en la cara al demonio, causando que este se moviera un poco.

El demonio sintió un líquido en su labio y se toco este para después ver que era su sangre, la cual era completamente negra también.

Nunca nadie lo había hecho sangrar.

Dark Jaime se quedó completamente quieto y sonrió cínicamente para luego mirar al enojón y devolverle el golpe, no teniendo ni un poco de compasión con él.

Claro que el señor Navarro no se quedó atrás y tomó uno de los cristales de Dark y se lo enterró.

El demonio rió por varios segundos y se sacó el cristal como si nada.

-Esto será muy divertido.-Dijo Dark, todavía con aquella sonrisa para que en el instante tomara al enojón por la ropa y lo lanzara contra la pared.

Demons (Jainico).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora