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POV Omnisciente

Cuando el desayuno estuvo listo, colocaron al pequeño moreno al medio del demonio y el enojón, causando que estuviera algo incómodo mientras que su padre vigilaba a Dark, no queriendo que este le hiciera algo.

-Nico, nunca te has confundido de hermano?.-Preguntó su madre de repente, haciendo que el pequeño moreno en verdad creyera que su madre en realidad quería avergonzarlo.

El demonio sonrió levemente y colocó su mano en la pierna del pequeño moreno, causando que el señor Gaule carraspeara.

-Manos donde las pueda ver.-Dijo el padre del pequeño moreno, provocando que el demonio lo hiciera, bastante divertido.

-Eres un aburrido.-Dijo la señora Moller, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Acaso no recuerdas cuando conociste a mis padres y...

-No quiero escuchar esa historia!.-Dijo Nicolás, no pudiendo creer que sus padres hicieran todo ese escándalo.-Y no, nunca me confundí de hermano, porque los sé reconocer muy bien. Además, tienen gestos y expresiones diferentes.

-Si? Cómo cuales?.-Cuestionó su mamá, con una sonrisa divertida.

El pequeño moreno miró a su demonio y luego a su mejor amigo.

-Dark no sonríe mucho.-Dijo el moreno, con una pausa.-Y está totalmente bien, me gusta que sea así.

-Así que no te gusta que yo sonría tanto?.-Preguntó Jaime, causando que el moreno gruñera.

-No, no es eso, no los estoy comparando, ninguno de los dos tiene algo mal, sólo son diferentes.-Dijo el pequeño moreno, no queriendo aquello en ese preciso momento.-Dark a veces puede ser muy callado, puede no responderte cuando le preguntas algo, y siempre, al menos a mí, me dice cariño.

Dark sonrió al recordar su primera cita.

-Respecto a lo de antes, cariño, sonrío cada vez que estoy contigo.-Dijo Dark, como si le estuviera avisando aquello. Quería decirle que también sonreía cuando se burlaba de algo o cínicamente, pero tenía que dar una buena impresión todavía.

El moreno lo admiró por unos segundos y habló.

-Lo sé.-Murmuró Nicolás, mirándolo fijamente a los ojos por un tiempo.

El demonio lo observó atentamente y aquella sonrisa no desapareció mientras lo miraba.

La madre del moreno los observó, no queriendo interrumpir aquél momento.

-Y... qué más?.-Preguntó el señor Gaule, causando que su esposa lo mirara mal.

-Jaime solamente me dice Nico y es diferente hasta como hablan. Dark tiene la voz más ronca y hasta algo profunda, causando que uno quisiera escucharlo hablar todo el día. Jaime tiene una voz más cálida y amigable.-Dijo el moreno, desviando la mirada de su demonio.

El demonio lo admiró por varios segundos para luego tomar algo de café, sintiendo su corazón latir rápidamente.

-Hay muchas más cosas pero... en verdad no quiero seguir.-Dijo el pequeño moreno, siendo completamente sincero con sus padres.

-Está bien.-Dijo su madre, todavía con aquella sonrisa para después comer algo.

Todo se quedó en silencio por unos pocos minutos.

-Y cuándo se van a casar?.-Preguntó la señora Moller, causando que el demonio y el padre del moreno se atragantaran, o al menos este lo hizo y el primero en ser nombrado casi escupió el café.

-Amor!.-Se quejó su esposo, frunciendo el ceño mientras se intentaba relajar.

-Qué? Es una simple pregunta.-Dijo su esposa, haciéndose muchas ilusiones por aquello.-Han pensado en eso?

El demonio se quedó quieto para luego mirar al moreno.

-Mamá, nosotros no...

-De hecho el otro día hablamos de eso.-Dijo Dark, intentando no reír por la cara de shock y hasta un poco de nerviosismo que tenía el moreno.-Pero para un poco más adelante.

-En serio?.-Preguntó la madre del pequeño moreno, teniendo sus ojos algo iluminados.

-Sí.-Respondió Dark Jaime, sonriendo un poco, de repente sintiendo como el moreno lo tomaba de la mano y la apretaba un poco, causando que lo mirara fijamente.

-Si nos disculpan, tenemos que hablar.-Dijo Nicolás, todavía tomando la mano de su "novio".

Fueron a su habitación y cuando el demonio cerró la puerta, el pequeño moreno le dio un pequeño golpe en el brazo.

-Y eso por qué?.-Preguntó Dark, no queriendo levantar la voz, ya que suponía que su suegro estaba cerca.

-Estás ilusionando a mi mamá con esas weas de que nos vamos a casar y lo de nuestros hijos.-Dijo Nicolás, queriendo gritarlo pero obviamente no podía hacerlo.

-Y quién dice que la estoy ilusionando? Ó sea... puede ser que sea muy difícil lo de los hijos, por la vida que tengo, pero... lo otro por qué no?.-Cuestionó Dark Jaime, causando que el pequeño moreno estuviera en estado de shock por unos segundos.

-Dark, ni siquiera hemos estado juntos oficialmente, ó sea, nunca hablamos de eso y ahora... las cosas son raras.-Dijo el moreno, con una pausa.-Así que si ahora mismo me estás pidiendo matrimonio, la respuesta es no.

-Sé muy bien que es no, y mucho menos te estoy pidiendo matrimonio, no digas weas, te estoy diciendo que no me importaría casarme contigo.-Dijo el demonio, frunciendo el ceño un poco.-Y simplemente no me gustan esas etiquetas de que somos pololos o weas así, si los dos sabemos que teníamos algo, servía para mí, pero creo que tú... no lo entendiste nunca.

-Dark, de qué estás hablando...

No siguió hablando, porque ya sabía a qué se refería.

-Nunca dijiste lo que sentiste en ese beso.-Dijo Dark de repente, mirándolo fijamente y refiriéndose al beso de Jaime y Nicolás.

El pequeño moreno abrió la boca, para decir algo, pero al final no dijo nada.

Dark lo miró atentamente y asintió.

Luego de eso, salió de la habitación y el pequeño moreno lo siguió en el instante, no queriendo que se vaya.

-Dark, a dónde vas?.-Preguntó su "suegra", algo preocupada notando aquello.

-Tengo que irme.-Dijo Dark, sonriendo falsamente, no queriendo ser pesado con ella.

-Si es por lo de antes, Dark, mi esposa siempre se adelanta a todo.-Dijo su suegro, también preocupado por el recién nombrado, no gustándole que tocara a su hijo pero queriendo que este fuera feliz.

-No, no es por nada de eso.-Dijo Dark Jaime, algo tenso al recordar aquello.-Sólo... tengo cosas que hacer.

-Dark, quédate.-Murmuró Nicolás, no queriendo que sus padres lo escucharan.-Sólo déjame explicarte.

-Otro día vendré a verlos.-Dijo el demonio, mirando al moreno por unos segundos para después mirar a sus "suegros".

Luego de eso, se fue de la casa de inmediato, causando que el moreno intentara seguirlo pero sabía que eso no serviría de nada.

Tampoco se había dado cuenta que el demonio le había dejado su anillo en la cama.

Demons (Jainico).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora