Hiccup Haddock se sentó en su mesa favorita de uno de los tantos cafés en la ciudad de París, bebiendo una taza de chocolate caliente mientras leía los anuncios que decoraban las paredes del local. El había estado demasiado emocionado cuando su hermana le dio la noticia de que por fin había logrado participar en las elecciones de Alcaldesa para la ciudad, sin embargo las propuestas que los carteles anunciaban, obviamente eran exageradas.... Es decir, cualquier persona en su sano juicio sabría que no se pueden regalar autos, o cualquier otro medio de transporte solo por que sí.
Estaba riendose de buena gana, hasta que un sonido interrumpió su paz.
–¡Hey Haddock!–
Él chico miro en dirección hacia él sonido...y se encontró con su vieja amiga, Astrid Hofferson dándole una sonrisa maliciosa. No es que él estuviera disgustado al verla, en absoluto. De hecho, el latido de su corazón hizo un saltito gracioso al ver ese dorado. Lo que le desagradaba era el hecho de que acababa de gritar su nombre lo suficientemente fuerte como para que se escuche desde la esquina...y él café estaba lleno.
A Hipo le gustaba este café porque hacian el mejor chocolate caliente en París, y le encantaba venir y sentarse a leer o ver a la gente pasar. Era raro que tuviera tiempo de inactividad y lo apreciaba cuando lo tenía... Normalmente, él utilizaba audífonos o cualquier otro artefacto que hiciera que su impresión se note menos, pero él grito de Astrid realmente lo sorprendió, y no solo a él, puesto que ya se podían escuchar murmullos.
_... Hiccup Haddock...–
–... no sabía que estaba aquí ...–
–... Es más bajo de lo que parece en las noticias ...–
–... ¿crees que firmaría un autógrafo? ...–
Astrid siguió sonriendo mientras se deslizaba en el asiento frente a él, y daba una pequeña sonrisita.
–Lo hiciste a propósito –le acusó él con un tono un tanto malhumorado.
-¿Hacer qué? -preguntó ella, arqueando las cejas en un perfecto y completamente falso gesto de inocencia.
Hipo suspiró y se dejó caer en él asiento. Ella era totalmente impenitente, así que no había necesidad de ponerse nervioso. –No importa.–
-¿Qué estás leyendo?–
–Supongo que una buena novela.
Ella le hizo un gesto para que entregara el libro,y él lo hizo con una sonrisa, esperando su reacción ante las "ridiculas" frases. Y No tuvo que esperar mucho, para que su sonrisa se hiciera más amplia ante su resoplido burlón.
Luego se tensó al darse cuenta de lo que estaba a punto de suceder....Uno pensaría que después de casi doce años, eventualmente Hiccup se acostumbraría pero de alguna manera eso nunca pareció ocurrir.
El primero que tuvo el valor de acercarse fue un joven probablemente de catorce años estándar. Él movió su cuerpo nerviosamente, pues al parecer, tenía el "coraje" de acercarse a las personas mas peligrosas de París, si, él y Astrid eran conocidos por sus peleas.
–¿señor Haddock?
–¿Sí?
–ummm....me preguntaba como llegar a la...academia– él chico soltó con aire nervioso.
–eh, claro ¿cuanto tienes?
–trece– él chico respondio.
–lo lamento, tendrás que esperar, la academia recibe a alumnos desde los 16 años en adelante– Hipo respondió con cierto tono de decepción.
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susurra tu debilidad (hiccstrid)
FanfictionPrimer lugar "Premios Dragonite 2017" categoría "Hiccstrid Modern" -susurra tu debilidad y te presto mi fuerza- Un amor Un conflicto Una muerte Un peligro... Un romance es algo maravilloso sin duda, y más aun para dos personas solitarias como lo son...