capítulo 27

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Hiccup se encontró luchando durante las próximas dos horas para recordar que él hecho de que Astrid estaba aquí era algo malo. 

Siempre habían trabajado bien el uno con el otro...

Ella no dijo nada, no trajo la idea de que volviera a París en absoluto.... Mas Hiccup seguia luchando .

No podía permitirse el lujo de complacerse, porque sabía que los sentimientos cómodos no podían permanecer.

Apenas habían terminado de ordenarse antes de que los cielos comenzaran a oscurecerse ominosamente, y sólo unos minutos después de que ambos entraran en la casa y cerraran todas las puertas y ventanas, la tormenta de arena golpeó como una venganza.

 Los dos estaban sentados en silencio en la mesa del comedor, escuchando el aullido del viento.

–¿Cuánto durará esto?– Astrid preguntó de repente, sorprendiendo a Hiccup después de que el silencio entre ellos se hubiera estirado por un tiempo...

–Algunas sólo duran una hora o dos,aunque de sabe que algunas pueden durar días–

–¿Tienes suficiente comida y provisiones por si nos quedamos aquí un rato?–

Hiccup le dirigió una mirada amarga.–Bueno, tengo bastante comida y provisiones para una sola persona –dijo él con aspereza.

–Afortunadamente no como mucho –respondió Astrid con un tono calmo...mientras que Hipo vagamente se sentía avergonzado de su actitud...

 No es que fuera a hacerle saber eso.

 Todavía la quería fuera de aquí después de que todo esto terminara.

–Es casi hermoso en cierto modo, ¿no?–dijo Astrid, con una voz tan suave y tan baja que Hipo se preguntó por un momento si realmente ella había dicho algo o si lo había imaginado.

 Él la miró interrogativamente y vio que ella estaba mirando por la ventana la arena que se arremolinaba furiosamente.

Ella lo miró cuando él no respondió a su comentario y Hiccup adivinó que su falta de respuesta provocó una necesidad de explicar sus palabras....

–La tormenta, quiero decir, es la naturaleza en su estado más primitivo, cubriéndolo todo, alisándolo, como si empezara de nuevo....y suena casi como música si cierras los ojos.–

Hipo observó cómo lo hacía, cerrando los ojos e inclinando la cabeza para escuchar mejor los sonidos de la tormenta.

 La mirada serena en su rostro era hermosa, fascinante, y Hiccup sintió una ráfaga de envidia cruzar por él...ojalá pudiera conservar la paz que ahora tenia.

 Se encontró deseando el poder encontrar la paz en una cosa tan simple, y sólo ese pensamiento flotando en su cerebro era suficiente para hacerle temer que ella ya estaba llegando a él....

–No pensarías asi, si hubieras crecido aquí, las tormentas de arena eran una pesadilla para mí, no sólo me impedían pasar el rato con mis amigos, sino que hacían estragos con toda nuestra maquinaria. ¿Quién tenía que limpiar todo? Yo,el chico libre–dijo Hiccup, y se sorprendió un poco de su propia amargura.

–Hmm–dijo Astrid en respuesta a su queja. –Es agravante el no ser apreciado por tus esfuerzos y trabajo duro, ¿no?– Astrid bufo,para luego comenzar a contarle una de sus tantas historias a Hipo.

Hiccuo no habría pensado que fuera posible que Astrid sacara una historia divertida sobre el entrenamiento,pero se encontró sonriendo mientras la rubia obviamente extendía la verdad de las batallas entre ella y su tutor.

susurra tu debilidad (hiccstrid)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora