capitulo 25

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Tan pronto como el vehículo de Hiccup llegó frente a la casa de Eret, saltó y caminó hacia la habitación donde guardaba su teléfono, ignorando la arena arrancada por su abrupta llegada.... 

Sólo había una cosa en su mente en ese momento, y no iba a ser capaz de aclarar sus pensamientos hasta que hubiera hablado con la persona que ingenuamente penso que podía confiar.

–Hipo,no pensé que te escucharía al menos en 4 días–dijo Bocón a través de la llamada, pero las sospechas de Hipo no se disiparon con su tono tranquilo.

–corta él teatro Mondahl, ya sabes por qué te llamo temprano...–dijo con dureza-–¿Por qué le dijiste dónde estaba?–

–No le dije dónde estabas, Hipo, de hecho, todavía no sé dónde estás tú.

–¡Mentiroso!– Hipo estalló y sintió una satisfacción perversa ante el retroceso de Mondahl. –¡Ella está aquí, está aquí y sé que la enviaste!–

–No la envié, pero sabía que ella te estaba buscando y ciertamente no iba a tratar de detenerla ...–

–¿Por qué , Bocón?! se supone que usted es la única persona que me entiende..tu entendías que necesitaba hacer esto...– Hipo hizo una pausa, luchando por recuperar su calma antes de que lograra continuar. –... por mi cuenta–, dijo, su voz casi terminando en el gemido por el que había sido bromeado durante toda su adolescencia...

–por favor, Hipo, trata de calmarte y ver las cosas desde nuestra perspectiva, estamos preocupados por ti... nos preocupamos profundamente de ti, tu familia, tus amigos y sí, tu prometida ... todos nosotros te extrañamos y queremos que tu vuelvas a casa–

–No estoy listo para afrontar todo eso –continuó Hipo obstinadamente.

–¿No crees que es hora de prepararse para enfrentarlo, hijo? Hace más de seis meses que saliste de París, entiendo que no quieres enfrentarte a lo que pasó, pero ...–

–No estoy listo, me encargaré de ello cuando yo lo decida y no antes!–repitió Hipo. No pensó que fuera necesario decirle a Bocón que prácticamente había decidido que nunca lo haría.... 

Astrid sólo había reforzado ese pensamiento, porque el dolor de los recuerdos que su llegada había provocado era demasiado intenso...

El doctor Mondahl respiró profundamente y miró con calma a Hipo.

Parecía como si estuviera trabajando sus nervios para decir algo y Hipo tuvo la sensación de que no iba a ser bueno...

–Hipo, sé que lo que te sucedió fue aterrador, pero no puedes manejarlo por tu cuenta.–

Algo sobre el tono de sus palabras alertó a los sentidos de Hipo y no le gustó a dónde se dirigía; No le gustaba en absoluto...

–¿Qué quieres decir con eso?–preguntó, con el aliento acelerado, mientras las punzadas de pánico comenzaban a revolotear por su sistema.

–Sé lo que te pasó, Hipo, sé lo que hizo –dijo Bocón, manteniendo aún esa voz irritantemente tranquila.

–¿Qué crees que sabes?– Hipo dijo entre dientes.

–Sé que Viggo te atacó sexualmente–

Por un momento, Hipo no pudo oír nada más allá del rugido en sus oídos, su sangre latía a través de sus venas como mil tambores. 

Todo su cuerpo se congeló en estado de shock mientras la negación burbujeaba automáticamente dentro de él. 

Ese era su secreto ... suyo y el de nadie más ... ¡Bocón no tenía derecho!

susurra tu debilidad (hiccstrid)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora