capítulo 26

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–Nunca quise hacerte daño, Astrid, simplemente no puedo ...–dijo con voz ronca antes de apagarse.

–Bueno, me hiciste daño, Hipo... Me has pedido que se case contigo ¿Cómo pensaste que me iba a sentir cuando huiste? ¿Dejándome sóla con esto?– Astrid le preguntó enfadada mientras sacaba la cadena con su anillo de su camisa para que él lo viera. 

El rostro de Hipo palideció.

–¿De dónde sacaste eso?–

–Heather me lo dio poco después de que Viggo te  llevara...Todos nos quedamos desanimados al no poder encontrar pistas y ella estaba tratando de animarme a no perder la esperanza.–

Ella no pudo evitar notar que Hiccup se estremeció al mencionar el nombre de Viggo, pero Astrid lo ignoró, presionando cuando no dijo nada.

–Te darás cuenta de que no lo llevo en el dedo –dijo suavemente–Eso es porque le dije a Heather que era tu responsabilidad ponerlo allí, creo que he esperado lo suficiente, Hipo–

Sus ojos se cerraron y un estremecimiento pasó por su cuerpo.

 Cuando volvió a mirarla, el corazón de Astrid le apretó desesperación en su rostro...

–Lamento mucho que te haya lastimado, Astrid, pero te mereces algo mejor que yo, mereces alguien que este entero e intacto y que pueda amarte de la manera en que debes ser amada.–dijo, con la voz temblorosa.

Astrid respiró hondo, preparándose para la reacción que sabía que sus próximas palabras iban a tener.

 Ya era hora de empujarlo, solo un poco....

–Es, sin duda, una de las mayores pilas de basura que jamás hayas intentado echar sobre mí Haddock... –

Astrid observó cómo sus ojos brillaban con una repentina furia, y trató de esconder su sonrisa de satisfacción mientras todo su cuerpo se ponía rígido de ira.

 Podía no haberlo hecho tan bien como había esperado... Pero era mejor eso que nada.

Él le dirigió una fría mirada antes de responder

–No vas a ser capaz de incitarme a una reacción, Astrid,yo me quedo, tú te vas, y no hay nada más que decir sobre eso.–

–Ni siquiera he comenzado aún, Haddock.No hay forma de que me vaya ahora... Durante todo el tiempo que te he conocido, incluso antes de que te conocíera personalmente y todavía odiaba tu existencia, Nunca pensé que fueras un cobarde, por que eso es lo que ahora veo, alguien que tiene miedo, ¿quién está dispuesto a dejar que un unitil como Viggo controle su vida incluso después de que el bastardo esté muerto?–

Astrid se había enfadado bastante durante su pequeño discurso y, al final, le estaba gritando, gritando como una harrida fuera de control y eso no era lo que había pensado hacer.

 Pero Hiccup todavía podía presionar todos sus botones, incluso cuando obviamente estaba tratando de no hacerlo....

–¡Cállate !, tú lo entiendes tan bien como lo entiende Mondahl... Esta es mi vida y si quiero pasar el resto aquí, entonces lo haré y no hay nada que puedas hacer o decir... Y yo te quiero...– él camino rápidamente por el espacio que los separaba en la pequeña cocina y la agarró por la parte superior del brazo, tirándola hacia la puerta por la que había entrado– te quiero, fuera de mi casa –

A Astrid nunca le había gustado que la maltrataran y ciertamente no iba a aceptarlo, ni siquiera por parte del hombre que amaba y a quién había venido a salvar. 

Ella retorció su cuerpo, plantando su pie entre sus piernas intentando derribarlo rápidamente. Pero Hipo había aprendido algunas cosas a lo largo de los años y bloqueo su movimiento, de alguna manera logrando hacer que ella sea la que pierda él equilibrio. 

susurra tu debilidad (hiccstrid)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora