capítulo 28

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Astrid, momentáneamente aturdida por la intensa reacción de Hiccup, lo observó irse, y se sintió tan frustrada que estuvo tentada a sacarse el pelo.

Ella comenzó a seguirlo, pero decidió que ya lo había empujado suficiente por el momento....

Pero él se había sentido tentado,ella se dio cuenta.

Aquellas barreras que había construido descendían, de un modo u otro, y Astrid no descansaría hasta que volviera a tener a Hiccup Haddock en París, donde pertenecía.

Cansada, limpió las tarjetas,cartas y los caramelos que estaban esparcidos por todo el piso, vigilando la puerta para ver si Hiccup salia pronto....

Al darse cuenta de que Hiccup probablemente no iba a aventurarse fuera de su escondite hasta que él supiera que ella no iba a presionarlo , Astrid entró en la cocina y silenciosamente comenzó a limpiar los pocos platos que habían ensuciado ese día...

Tan ligeramente como pudo, Astrid miro disimuladamente a Hiccup, quien se había dignado a salir....

Mas, ella parpadeó cuando fue rechazada firmemente.

Después de darle lo que parecía ser suficiente tiempo para meterse en la cama y dormirse, Astrid entró en el dormitorio.

Ella miró fijamente su forma inmóvil por un rato largo, reflexionando sobre su siguiente movimiento.

No sería bueno para ella elegir la estrategia equivocada mañana y arruinar todo el progreso que había hecho hoy.

Aunque, ella no estaba segura si era verdaderamente progreso o no. Astrid definitivamente había rompido algunas de las paredes que Hiccup tenía tan firmemente a su alrededor, pero obviamente lo había asustado durante el proceso.

Incluso en reposo, parecía tenso e incómodo.

Ella deseó brevemente que Viggo Grimborn todavía estuviera vivo para poder hacerle lo que fuera que le había hecho a su Hiccup.

Y entonces ella misma mataría al bastardo....

Sabía que una de las cosas que debía atormentar a Hipo era la forma en que había matado a Viggo.

Hiccup Haddock nunca debería haber tenido que ensuciarse con una tarea tan desagradable.

Ese tipo de cosas era un trabajo para una ex asesina...

Con un suspiro de resignación, pero todavía con la esperanza de que mañana sería mejor, Astrid  se volteo para entrar en el baño para prepararse para la cama.

Se cepilló el cabello y se limpió los dientes ...y estaba a punto de apagar la luz y salir cuando vio una cosa en el cubo de basura.

Curiosa, se agachó y pescó lo que parecía ser una botella de medicamentos recetados.

El nombre en la parte delantera no era el propio nombre de Hipo, sino un seudónimo que ella sabia que usaba en ocasiones.

El ceño de Astrid se profundizó al mirar el tipo de medicina que era, reconociéndolos como potentes ayudas para dormir.

Ella los había usado en su trabajo una o dos veces, eran  fuertes.

–¿Es esto lo que tienes que hacer para mantener a raya a los demonios, Hipo?– Murmuró para sí misma. –¿Por qué no me dejas ayudarte, dragón obstinado?–

Al subir a la cama, Astrid se acostó de lado mirando a Hiccup, que probablemente estaba a una sombra por encima de la inconsciencia si tomaba esas pastillas.

No había ninguna posibilidad de despertarlo asi.

Astrid tendría que ver si tenía más de los medicamentos y si es así, vería cómo deshacerse de ellos, con o sin su permiso.

susurra tu debilidad (hiccstrid)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora