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Zaira.

Aveces la vida es una mierda, pero uno tenía que ser fuerte sino quería desmoronarse. Y este día era uno de esos.

Suspiro por décima vez en un segundo, su casa estaba casi a punto de caerse, la lluvia había causado estragos en el techo y las paredes, la temperatura iba subiendo y el miserable abrigo que tenía no le calentaba nada, y el echo de que el dinero que había ahorrado se acaba  en cosas que necesitaba pero no cubrían completamente sus necesidades.

Apoyó su brazo derecho en la barra de pedido y su cabeza en su mano mientras observa el ambiente en el club de inmortales, ya había acabado de atender a sus usuales clientes y no había nada que hacer de más, el club no estaba lleno como suele estar habitualmente.
Entre divagaciones en su mente la puerta se abría dejando ver a un Abdel enfurruñado que hablaba entre susurros, ella se río por que se veía hermoso y sexy.

— Le mostrare que nadie me ordena nada... –Dijo Abdel al tomar asiento en una de las sillas que estaba junto a la barra de pedidos– estúpida Keyle..

— ¿Pasa algo? –pregunto curiosa– ¿Quién es Keyle?

Abdel le sonrió olvidando su mal humor.

— Una histérica mujer que tengo de vecina –Abdel hizo muecas con la cara– es una mandona sabelotodo...

Oh, desearía ser su vecina así para verlo todo los días, tenía cierta obsesión con Abdel desde que lo conoció, él la trataba muy bien y no como una basura humana como otros demonios o ángeles o seres inmortales.

— ¿Tan mal es? –esa mujer debía ser una arpía–

Abdel se encogía de hombros, pero había cierto brillo rebelde en sus ojos que indicaba que estaba planeando algo.

— A lo que a mi respeta, si es una arpía, ahora estoy esperando a Mel.

¿quién era Mel?¿Su hermana? Abdel siempre llegaba aquí sólo o con Aiden que usualmente la ignoraba a lo grande y no entendía porque la odiaba o lo que fuera que sintiera por ella.

— ¿Mel es tu novia? –deseaba que dijera que no, pero algo le decía que que la repuesta sería un si y muy grande–

— Si, quedamos en vernos aquí.

Su corazón se apretó dolorosamente, Abdel tenía novia y debía ser una belleza, porque hombres como él sólo podían tener mujeres hermosas no feas como ella que vivían en la miseria.

— ¿Que te traer por aquí mocoso? –pregunto Tanos con un tono curioso– ¿Y Aiden?

Abdel alzo una ceja perforada y miraba a Tanos con algo de burla, no parecía inmutarse ante la gran presencia del jefe de ella.

— En su departamento, con la Nerd de Keyle.

Tanos sólo una carcajada estruendosa que le hirió los tímpanos por que estaba muy cerca de él, su jefe era un demonio, no tenía ni idea de que especie pero su musculatura y altura daba miedo y muchos demonios o inmortales le temían.

— Pero si esa mocosa es un bichito tembloroso –Tanos reía moviendo la cabeza en forma negativa– ah venido un par de veces con tus primas y hermana, que por cierto me debes.

— Yo no te debo nada –gruño Abdel–

Habían venido las primas de Abdel y su hermana, y ¡ella no se había dado cuenta!

— Por su puesto que si, tu hermana pidió a tu nombre los tragos.

Los ojos de Abdel brillaron de un rojo sangre que le causo escalofríos de miedo por lo que retrocedió por instinto, se acerco a su jefe para protección.

5. EL CORAZÓN DEL ARCÁNGEL (Evil 5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora