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Zaira.

-¿Quieres que llame a una sexy enfermera para que te cure las heridas? -Decía Abdel mientras ayudaba a Aiden a sentarse en el sillón.

-Sería mejor un quiropráctico. -Se burlaba el pelirrojo que traía el botiquín de primeros auxilios, el cual dejo en la mesilla frente al sillón para abrirlo y sacar agua oxigenada y gazas- ¿Con quien te agarraste a trompazos?

¿Realmente le había caído un edificio encima a Aiden? ¿No debería estar muerto? Aunque no debería de ser extraño que sobreviviera, el mundo paranormal es como un huevo kínder, lleno de misteriosas sorpresas y ventajas. Supuso que ser un demonio o ángel te hacia inmortal.

-Hacer enojar una bruja resentida tiene sus consecuencias. -Aiden la miraba como si ella supiera o tuviera algo que ver- Digamos que tuve un mal momento, a demás que Lea y Lae intentaron comerme.

Ella observo los mordiscos que decoraban los deliciosos brazos masculinos, sus dedos picaban por acariciar esa piel tersa, ¡No Zaira, este no es momento para pensar en esas cosas! Sin contar que Aiden la odiaba antes y ahora. Realmente no recordaba mucho sobre su pasado y no sabía que hizo para ganarse el profundo desprecio de Aiden, de los ángeles y demonios,

-Hay vendas en uno de los cajones de la cocina donde se guardan los kits para las heridas de emergencia... -Hablo nerviosamente, quería ayudar en algo o mejor dicho huir de la fría mirada azul dorada que le electrificaba todo el cuerpo de una forma sensual y erótica. La atracción era peligrosa de maneras alarmantes, no debía sentirse atraída por un hombre que la deseaba muerta y matar, ¿Cómo podía ser eso posible? El odio que Aiden le profesaba tenia que ser motivo suficiente para no sentir nada por él, pero no, ahí estaba ella, casi coladita por un Arcángel que la quería matar con sus propias manos que cada vez que se cruzaban sus ojos mostraban un desprecio por ella a limites infinitos.

A eso se le llamaba ser masoquista, fue a la cocina y busco las vendas que utilizaría Lirrazt para curar a Aiden, aunque ya debería estar curada... leyó en su grimorio que los inmortales tenían el poder de regenerarse de cualquier herida ¿Por qué Aiden no se curaba? ¿veneno? ¿hechizo de maleficencia? ¿magia de sangre? Por lo que leyó la magia de sangre era la mas poderosa y oscura, su poder no tenia limites y las consecuencias de usar sangre para hechizos es demasiado alto par el que la realizara, es como si entregaras parte de tu esencia, o alma en caso de ser una criatura terrenal, peligrosa y mortífera asi se le catalogaba a la magia sangrienta. Estaba preocupada por el idiota de Aiden y no debía ser. Tomo las vendas del cajón y dudo si en ir o quedarse ahí en la cocina haciéndose la loca buscando las vendas... que mas daba, no iba a demostrarle que su actitud con ella le afectaba seria como darle un arma para que le disparase. Trago saliva antes de disponerse a salir de la lujosa cocina, camino lenta y temblorosa hasta llegar a la sala de descanso, se quedó con un latido de corazón al ver a objeto de sus deseos íntimos de pie vestido solamente con un bóxer negro que se ajustaban a unas atléticas y torneadas piernas masculinas de piel bronceada que destilaba pecado, ¡Dios mío! su abdomen plano y marcado de una forma única, sus manos cosquillaron por sentir esa tersa piel caliente y pecaminosa, Aiden estaba bien constituido de una forma que solo se podía resumir como "Sexo andante" no hubo ni una parte que no haya babeado como un perro viendo un gran filete rico muriéndose por darle un bocado, ella estaba como el perro quería y deseaba recorrer aquel cuerpo fabulosamente equilibrado para pecar. Se quedo observando como una boba cada movimiento que él hacía ca vez que Lirrazt le pasaba un pañuelo que curaba las heridas las cuales desaparecían sin dejar una sola marca en ese delicioso cuerpo, ¿Qué seria tocarlo? ¿se sentiría suave y firme en sus manos? ¿Su piel sería tan tersa a como se veía desde lejos? Y no pudo evitar abrir la boca al ver ese redondeado tarsero, su temperatura corporal comenzó a subir, sintió un poco de calor, ¿Debía de irse de ahí? Se armo de valor para seguir caminando hasta que llego a lado de Abdel.

5. EL CORAZÓN DEL ARCÁNGEL (Evil 5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora