15

3.1K 397 21
                                    

AIDEN.

— Avanzas dos.

Cogió su ficha la cual era un carrito y avanzo dos casillas, estaba en una de sus propiedades.

— ¿Quién va? –Pregunto–

— Yo –Keyle movía los dados entre sus manos para después dejar caer con suavidad en el centro del tablero, los dados daban el número seis– oooohhh caí en...

Abdel silbaba y reía.

— En mi propiedad. –Abdel extendía la mano– Págame, son dos mil.

— Ten.

— Abdel es un desfalcador. –él empujo Abdel– me tiene casi pobre.

— Yo no les mandó a caer en mis propiedades.

Tanto él como Keyle gruñeron, dejaron que tirara los dados y que avanzara hasta que idiota caía en una de las de Keyle.

— ¡Págame! 

— ¿Y si te beso?

— No, tienes la boca contaminada, ¡págame!

Abdel se lanzaba hacia Keyle para besarle la mejilla pero está lo empujaba haciendo que cayeran al suelo, él sólo se reía de esos dos, dejo que rodaran por el suelo hasta que se aburrió y les robó dinero.

— ¡Aiden! –Gritaban al mismo tiempo Keyle y Abdel–

Les sonrió y le guiño, se acomodo los billetes entre los suyos, empezaron a discutir hasta que escucho que tocaban la puerta.

— Ve quién es. –Le ordeno a Abdel–

— ¿¡Porqué yo!?   

— Por ser él que más nos jodes.

Mientras Abdel iba hacia la entrada, él y Keyle le robaban dinero Abdel que les gritaba y maldecía.

— Ten tres mil y yo dos mil. –Le pasaba el dinero– se lo merece.

Mientas reía con Keyle logró captar un aroma a azufre... Con un ligero toque a sesos.

— ¡Abdel hazte a un lado! –Le grito a su sobrino justo cuando la puerta se había añicos mandando a volar a Abdel hacia las escaleras– ¡joder!

Se levanto para enfrentar a una Darkest, un demonio carnívoro que disfrutaba tanto comer humanos como demonios, su habilidad era que podía crear hilos de su misma sangre y adherirlos a su contrincante para manipularlos, podía hacer aparecer a un Buulkro, un demonio en forma de cabeza que creaba ilusiones de escenarios para la facilidad del Darkest.

Escucho a a Keyle sisear, los Skorlland eran enemigos a muertes de los Darkest porque estos usaban los huesos de los Skorlland como armas y las alas para auto adherirselas. La demonio darkest al ver a Keyle sonreía y se lanzaba hacia ella, olvidando que él estaba.

Maldiciendo el no poder usar sus armas celestiales, tuvo que usar la mesilla que tenía en la sala y lanzarla hacia la zorra carnívora, haciendo que pusiera su atención en él y no en Keyle.

— Eso es, ve me a mi zorra. –Le sonrió–

La demonio se lanzó por él, detuvo sus garras al agarrarla por la muñeca, la muy maldita le dislocó su mano para poder alzarse y darle una patada, con su brazo derecho agarro la pierna de la demonio y la mandó lejos, su televisor se hizo añicos al recibir el impacto.

— Eso me dolió... –Abdel estaba a su lado– Siento como todo me da vueltas...

— ¿Estas bien? –Lo volteo a ver–

5. EL CORAZÓN DEL ARCÁNGEL (Evil 5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora