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— Intentaremos resolver su problema –Dijo Gee empujando al hombre de mediana edad– nos comunicaremos con usted.

La puerta fue cerrada con suavidad una vez que el hombre toco un pies fuera de la habitación. Gee se giró con un estilo femenino muy común en todas las mujeres, el hizo una mueca ante el merecedor de cierto levantamiento de ceja por parte de su mensajero celestial.

— ¿Cómo que mandaras así no más a todos al infierno? –Gee se cruzo de brazos– y decirle al cliente que es un "idiota por no golpear a su jefe" ¿Crees que eso harían un abogado normal?

— puede que no... –Respondió dudoso– no soy un abogado normal.

— Ese es el punto –Replico Gee– ¡tienes que actuar como un humano y entenderlos!

Hizo una mueca, dejo caer el lápiz sobre la hoja que tenía rayando y se reclinaba más en la silla soltando un suspiro de agotamiento, miro el techo blanca y escucha a Gee soltar un suspiro, cerró los ojos...
Fue jalado bruscamente de las solapas del sacó hacia adelante y abrió los ojos asustado, miro a Gee que tenía una expresión fría pero en esos ojos castaños brillaba cierta emoción de enojó.

— ¿Quieres o no quiere el puesto de alto líder? Porqué así no vas hacer nada o yo voy a reventar tus pelotas por gilipollas e imbécil, y sabes que soy muy buena en eso.

Bien, con cuidado hizo que Gee le soltara y se alejara un par de centímetros de él, un hombre sabía cuando no hacer enojar a una mujer y más a una guerrera curtida en batallas sangrientas como Gee.

— Tranquilízate y deja en paz mis pelotas. –digo nervioso– es el primer día, pides mucho y voy hacerlo mejor ¿va?

— Eso espero. –Gee se alejó caminando hacia la puerta la cual abrió sin más y salía sin decirle adiós–

Soltó un suspiro de agotamiento, apenas tenía una hora y ya estaba más que cansado, estresado. Observo su lujosa oficina personal que había sido decorada a su gusto y preferencias, le encantaban las alfombras de piel de osos pero sintética no era tan cruel. Giró un rato con la silla hasta que Gee abría la puerta y entraba con una mujer llorando y con dos niño a lado, ¡hay no! ¡Que se vaya!

— La señora Moore –informo Gee– tome asiento.

La mujer llorosa hipa y sacaba mocos, nervioso le tendió la caja de servilletas para que se limpiara y así no tener que ver esa aguas nasales, los dos mocosos se sentaron en el sofá de cuero y manchándolo con sus manos sucias de grasa por comida chatarra, iba a tener que mandar a desinfectar el sillón luego de correr a esa mujer y mocosos. Bueno, era hora de actuar.

— Señora Moore, ¿en que puede ayudarla? –Fue lo más cortes que pudo y eso que el hígado se le retorcía al ver a esas cosas llamadas niños hacer cosas en el sofá así llenándolo de gérmenes– explíqueme su asunto.

Mientras la señora Moore le explicaba el problema, él estaba imaginandose en la playa con dos mujeres más que hermosas y empezaba hacer cosas eróticas hasta que una vaso de agua fue dejado bruscamente frente a él y una mirada de advertencia por parte de Gee le decía que dejara de estar divagando en sexo.

— Lo más recomendado es que usted no se salga de la casa, su esposo no tiene derecho a desalojarla por que el patrimonio es de los mo... Los hijos que hayan nacido en el matrimonio, se le dará una aviso de la demanda a su ex pareja.

— Muchas gracias, Señor Markov.

Le estrecho la mano y casi corta el apretón de mano al sentir cierta húmeda, ¡Demonios! Le sonrió a su cliente mientras se retiraba y aprovecho para limpiarse la mano con una servilleta y mirar su sillón lleno de gérmenes. Cuando Gee se giró hacia él le dijo.

5. EL CORAZÓN DEL ARCÁNGEL (Evil 5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora