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AIDEN.

No estaba tan borracho a como quería estarlo, ¿Que mierda tenía el alcohol que no le golpeaba?, chasqueo la lengua y tomo de un sólo sorbo el Ron que su garganta quemo y el líquido exploto en su estómago, suspirando le indico al demonio sombra que le sirviera dos copas con un extra plus de ambrosía.

- No deberías tomar tanto, luego duele la cabeza -Escucho una vocesilla jovial y tierna, tomo aire y giró la cabeza para ver Liliya- Hola Aiden.

- Hola enana, ¿Que haces aquí? -Volteo a ver por encima del cabeza  llena de rizos para ver si la enana había venido sola y si, Adirael no estaba por ahí- ¿Trabajo?

Las dos copas de whisky que pidió fueron colocadas frente a él con una sombrilla de papel, agarro una copa y lanzó la porquería de papel lejos e iba a tomársela toda pero una pequeña mano oscura le detuvo, no iba a decirle una grosería a su enana favorita.

- ¿Que ganas con tomar?

Posó su mirada en aquellos ojos de ébano, tan oscuros como la misma piel hermosa, los rizos de Liya caían de una forma muy graciosa por su sencillo rostro, ¿Así era la belleza natural? Esa pequeña alma humana condenada debería estar en el cielo disfrutando de los placeres que se les fue negado siendo humana, merecía ser tratada como una reina. Estiro su mano para acariciarle la mejilla pero sólo toco la nada, su mano traspasó el rostro inocente de Liliya, ella le regaló una sonrisa tierna.

- Todo el mundo te mira raro -Su risita le dio un poco de alegría a su ya estado de mierda- hablar con un fantasma que sólo tu vez debe ser extraño.

Observo como la enana miraba su alrededor como si fuera lo más hermosos del mundo la pocilga en la que estaban, miraba a la gente tan fascinantemente que deseaba ver lo que ella veía un unos pedazos de mierda, quería conservar la inocencia de Liliya, ya no había humanos como ella, que veían lo bueno de lo malo.

- Que va, deben de estar cagados de miedo -Le guiño-

Ella le rodó los ojos, hace tiempo había regateado con Adirael por el alma de Liliya, un alma como el de ella no debería estar en ese lugar lleno de escorias, el muy bastardo de Adir se negó a darle el alma de Lilia y si la quería tenía que darle a cambio doscientas alma en veinticuatros horas, un intercambio injusto sabiendo que Aiden no podía matar por matar, a los humanos. Aún cuando fueran almas corrompidas, él no tenía derecho sobre la vida y la muerte ni ahora siendo el líder de todos los ángeles y arcángeles.

- Que mal por ellos, por cierto, Rielly te mandó esto. -La vio sacar un pergamino, lo acepto cuando se lo paso- Creo que es por lo que recibió hoy de tu parte.

Esbozó una sonrisa, así que aquí tenía la respuesta del chiste sobre ojo del culo, abrió el pergamino y leyó.

"feliz día de un miserable ex-matrimonio, tienes pase libre para la rueda de la miseria ¡yujo! junto con boletos para ver "como joder más mi día de mierda" y un deliciosos combo de lágrimas de unicornio y corazón de rosas, vamos en salsa de intestinos de insectos de babosa y sangre de humanos martirizados ¡Qué delicioso!"

Maldito hijo de puta, chasqueo la legua y lanzó el pergamino a la barra, el maldito sarcasmos se le daba bien al gilipollas.

- Tu jefe es un hijo de puta mal parido con un sentido del humor oscuro -Le dijo a Liliya- ¿anda de un humor de mierda?

Liliya le rodó los ojos mientras se cruzaba de brazos, como si fuera la madre del mismo diablo.

- Que va, a estado con un humor que ni sus amantes lo soportan. -Soltó con cansancio Liliya- creo que el necesita un paseo por la montaña de "te jodo y así soy feliz"

5. EL CORAZÓN DEL ARCÁNGEL (Evil 5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora