Cásate Conmigo.

T r e s

"Te ves tan linda, Christina. ¿Has bajado de peso?" Preguntó Angie tomando un sorbo de su tapioca.

"Gracias. Bueno, desde la ultima vez que nos vimos puedo decir que baje de peso. Sí, he bajado de peso" respondió suavemente Christina sonriendo forzadamente.

"Y...¿qué tal tu vida? Cuéntame algo sobre ti. Teníamos tanto de no vernos."

Aquel encuentro se estaba convirtiendo en un desastre incomodo. Angie había sido su mejor amiga desde siempre, pero después de la graduación y lo de Rodrigo todo había cambiado. Ahora eran como dos extrañas que coincidieron en algún momento.

"Eh, bueno, no hay mucho que contar. Estoy bien, viviendo en Inglaterra, trabajando en lo que me gusta y viviendo como me gusta. No tengo de que quejarme" terminó diciendo mientras se encogía de hombros.

"Pero, entendí que te quedarías por algunos meses en el país." Cuestionó interesada.

"Mis planes han cambiado. La empresa ya no me necesita aquí."

El idiota ese no quiere que esté aquí, más bien dicho.

"Oh, es una verdadera lástima" murmuró en verdad triste que su amiga no se quedaría.

"Ya habrá otra oportunidad para quedarme más tiempo." Repuso Christina.

"Nunca vienes. Lo último que supe de ti y tus vacaciones fue que te ibas de viaje a Bora Bora o algo así"

Era verdad, ella le huía a América. No quería volver, y siempre le había gustado viajar así que no era un gran problema para ella hacerlo.

"Sí, fue un buen viaje. Pero ya no hablemos de mí. Mejor cuéntame que hay de tu vida"

"Lo normal. Termine la universidad hace algunos años, me puse a trabajar, no he viajado mucho pero si he disfrutado de la compañía de mis seres queridos." Respondió con una gran sonrisa. "No soy tan importante como tú pero mi vida es feliz."

"Me haces ver cómo una celebridad. Mi vida es aburrida, Angie. Pero no me arrepiento de ella. ¿Qué tal está tu mamá?"

"Ella está bien. Quiere verte." Dijo cortamente.

Sabía que tenía que preguntar por él. Era lo normal. Aunque no quisiera saber nada, aunque quisiese mejor olvidarlo tenía que preguntar.

"¿Y qué tal Rodrigo?"

"Esta bien. Estamos bien. Es todo un príncipe aunque a veces puede parecer callado y reservado. Con los años a cambiado muy poco, está más guapo y más maduro... Pero sigue siendo el mismo chico lindo de siempre." Empezó a contar.

Christina sabía que Angie hablaría maravillas de él, también sabía que ahora tendrían tema de conversación. Ella solo hablaba de él, de lo perfecto que era. Y para ser sinceros, a Christina no le interesaba. Se había propuesto hace ya tantos años olvidarlo. Dejar de pensar en él.

"Me alegro que todo marche bien entonces." Susurro tomando su café en manos.

Afuera llovía suavemente, y a ella solo se le vino la magnífica idea de estar en su habitación, en vuelta en una sabana, leyendo un buen libro. Eso sí sería mejor que estar oyendo hablar de un amor casi inventado. Demasiado irreal para ser honestos.

"Sí, debes venir con nosotros algún día. A Rodrigo le encantaría pasar un buen tiempo entre amigos."propuso Angie entusiasmada con la idea.

"Algún día de estos"

"Y, ¿qué tal tu vida amorosa?" Preguntó una vez más sonriendo con malicia.

Inexistente.

"Ahí vamos. No es mi prioridad" volvió a recalcar Christina, harta de tantas preguntas de lo mismo.