N u e v e

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"Sr. Montenegro, no creo que eso sea-"

"Entonces ya quedo, le avisaré con tiempo para que se prepare para la junta."

¿Qué?

"Espere, espere aún no hemos acordado nada. ¿Qué junta? ¿Para qué prepararme? No estoy entendiendo nada." Dijo Christina mirándolo con asombro.

"No tiene que pensar nada, Christina. Necesito que tome el puesto de mi mano derecha. Punto. Ahora, en cuanto al consejo que me ha dado acerca de las capacitaciones, necesito darlo a conocer a la junta directiva, y al ser usted mi mano derecha tendrá que estar presente en la reunión. Pero no se preocupe le avisaré con tiempo."

¿Pero no se preocupe? Su abuelita. En serio estaba loco si creía que podía obligarla a tomar ese cargo. Le hubiese salido mejor irse de regreso a Inglaterra y dejar de lidiar con ese hombre.

"Ingeniero, en serio piénselo muy bien. No creo que yo le sea de mucha ayuda." Intento convencerlo.

"Tonterías, usted es la persona más indicada para ese puesto."

"No, no me siento lo suficientemente capaz para..." aguantarlo.

"¿Para? No me venga con excusas. Usted es la persona más capacitada en todo este edificio para tomar ese puesto. No aceptaré un no por respuesta. Esa es mi última palabra." Dijo zanjando el tema.

"¿Solo eso quería decirme?" Preguntó molesta con él. "¿O hay algo más que tenga que decirme?"

"Cálmate." Espetó Iñigo acercándose a ella y acorralándola contra su escritorio. "No te equivoques, yo no soy William ni tampoco ninguno de tus ex jefes. A mí me tendrás que respetar y tú tonito no me ha parecido en lo absoluto."

"¡Usted no se pase! No se está escuchando. Me está exigiendo más de lo que puede. ¿Sabe cuánto trabajo tengo para hacer y quiere seguir poniendo más carga? No, no puedo." Habló decidida.

Si la despediría, entonces que lo hiciera con razón.

"Olvídese del otro trabajo."

"Amo lo que hago, Iñigo. No puede pretender que deje mi trabajo de ensueño por contestar emails y llamadas suyas." Quiso hacerlo entender de todas las formas posibles pero nada parecía hacerlo cambiar de opinión.

"Jamás he dicho que ese será su nuevo trabajo. Christina, no vea todo de manera negativa, por favor. Esa pila de papeles en su escritorio desaparecerá si usted así lo desea. Pero la necesito a mi lado. La planta está a punto de sufrir muchos cambios y necesitaré apoyo de alguien que sepa de qué va todo esto." Declaró mirándola a los ojos.

Seguía muy cerca de ella, sin embargo a ninguno de los dos le incomodó ese pequeño detalle.

"Usted no me necesita. Estoy segura que puede hacerlo solo. Además, alguien tiene que hacer mi trabajo. Mejor elija a alguien más."

"Eligire a alguien más para que haga su trabajo, ahora por favor no discuta más conmigo." Pidió y ahora ella si se dio cuenta de lo cerca que estaban.

Christy apartó su cabeza incómodamente, y trató de alejar su cuerpo de él. Sin embargo era como si a Iñigo no le molestase en absoluto su posición ya que ni se inmutó ni tampoco intento moverse.

"¿Hay alguna otra opción?" Volvió a preguntar resignada.

"No, no la hay. Mañana mismo alguien se encargará de lo que usted estaba haciendo hoy. Mire lo que es de vital importancia terminarlo hoy y hágalo si no lo es déjelo y alguien más se encargará." Pidió ahora sí moviéndose y yéndose para su escritorio.

Cásate Conmigo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora