Cásate Conmigo.

V e i n t i d o s

Especial 2 💖 (sueño de Christina)

Dedicado a:
@SoniaYsabelGamarrase
@MadelynDuran
@Mayawapa
@TaliaEstrella
@tomatita02
@mm3rar1
Y a todas las hermosas personitas que comentaron! Enserio que me encantaría escribirlas a todas, pero entonces se me aburrirían de leer tantos nombres. Pero quiero que sepan que leo todos los comentarios como 5 veces y que si estás comentando en todos los capítulos es muy probable que te nombre en el próximo capítulo! Pero ayúdame, SI COMENTAS EN TODOS LOS CAPÍTULOS POR FAVOR DEJA 💖 ESTE EMOJI EN TUS COMENTARIOS!

     Lento y convencional... las palabras aún rondaban por la mente de Iñigo cuando al día siguiente estaba en la oficina sentado en su escritorio viendo hacia la ventana.

Cuando Fitzgerald le había ofrecido la planta en América, jamás creyó que le fuera ha cambiar tanto la vida. Nunca se le pasó por la mente que una mujer le pudiese importar tanto como para querer casarse.

Debía admitir que ya había pensado en el matrimonio. Sin embargo, nunca creyó que se lo estuviese pidiendo justamente en ese momento a una colega del trabajo. Tampoco podía creer que estuviera dispuesto a ceder ante la chica. Su mentalidad siempre había sido muy fija: una relación pensante y conveniente. Enamorar con palabras dulces y regalos costosos no era su estilo. Ya vendrían mejores tiempos para todo eso.

Pero ahora con Christina todo cambiaba. Y para su sorpresa no le molestaba cambiar. Empezaba a llover afuera, lo que hacía que le recordará a Christina una vez más. Tal vez la iría a ver después de terminar de revisar los papeles en su escritorio. Mañana por fin regresaba al trabajo, y no le dio vergüenza aceptar que la había echado mucho de menos. Había sido una tortura aguantar su indemnización, pero sabía que era necesario, ella debía descansar.

"Ingeniero Montenegro." Oyó el intercomunicador sonar.

"Dime Miranda." Respondió tocando el botón para que su secretaria lo escuchara.

"Tiene en la línea a un tal Dr. Zimmerman. Le he dicho que está muy ocupado, pero me ha insistido que lo deje hablar con usted. No sé que decirle ya."

El abuelo, pensó Iñigo mientras suspiraba con molestia. Tocando su barbilla pensó porque no podía dejarlo vivir en paz unos cuantos días. Él mismo había sido el que lo había alejado con su comportamiento hostil hace algunos meses, y ahora está molestando que quería hablar con él. El viejo cada vez se volvía más loco.

"Está bien Miranda, pásame la llamada." Murmuró después de pensarlo por algunos segundos.

No lo dejaría de molestar hasta que le respondiera así que sería mejor acabar de una buena vez con toda esa locura.

"Está bien ingeniero, está en la línea 2."

"Gracias." Dijo antes de cortar la llamada y presionar el botón 2.

"Buenas días, Dr. Zimmerman." Saludó Iñigo sabiendo que en Alemania sería de mañana.

"Buenos días, Sr. Montenegro. Le hablo para recordarle que su abuelo aún quiere verlo lo antes posible. Se ha puesto muy ansioso últimamente. Le suplico por el bien de él señor que venga a verlo de inmediato." Pidió el doctor a lo que Iñigo solo soltó un suspiro.

"No estoy en Alemania. No creo poder llegar hasta dentro de algunos meses." Explicó el joven tocándose su barbilla que estaba áspera por la barba de un día que se había dejado esa mañana.

"Me temo que si tarda tanto la salud de su abuelo lo resentirá. Sabe que no está del todo bien del corazón y aunque este en las mejores manos, cualquier tipo de preocupación o angustia puede causar estragos en su salud."