Cásate Conmigo.

V e i n t i t r é s

Especial 2 parte 2 💕

Dedicado a:
@amsuazac
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@celisweet
@SusanHerrera0

Y a todas las hermosas personas que comentan siempre. Por favor si comentas siempre y no te dedico un capítulo, no te desanimes y sigue comentando que yo te leo e intento llevar un récord de todas esa hermosas personas que comentan siempre.

    Iñigo sonrió enigmáticamente mientras pensaba en la plática que había tenido con el Señor DeLucas. No, definitivamente Christina no podía saber lo que habían hablado. Eso quedaría guardado, como una platica de hombres.

"¿Está todo bien?" Preguntó Christina.

"Si lo dices por mi viaje tan repentino, si, todo está bien. Solo..." tengo que ir a ver al viejo que quiere arruinar mis ideales familiares "tengo que visitar a unos familiares. Algo sin importancia, pero mamá me matará si se entera que falte" se excusó, pensando que no sería tan malo inventar solo un poco. Christina no tenía porque saber aún acerca de su abuelo loco.

"Es la primera vez que hablas de tu madre. Parece que aún tiene mucho poder sobre tu vida." Murmuró Christina sin pensarlo bien.

"Pues te he dado una idea muy correcta de mi tipo de relación con mi madre. Ella siempre está presente en las decisiones de mi vida. Aunque en las más importantes solo le queda aconsejarme, en bobadas cómo está prácticamente me obliga a obedecerla. Es una mujer difícil de convencer de algo en lo que ella no cree," Respondió Iñigo rodando los ojos, con una sonrisa en sus labios.

"Le tienes muchos cariño." Afirmó la chica, y al instante Iñigo la miró a los ojos.

"La amo, mucho Christina." Sentenció el hombre, muy serio.

El corazón de Christina empezó a palpitar de ternura, al escuchar a un hombre tan... mayor referirse a su madre con tanto afecto y respeto.

"Creo que es fácil saberlo. Tus ojos brillan cuando hablas de ella."

"Mi madre lo dio todo por mi cuando era un pequeño mocoso. Solo trato de hacer lo mismo con ella." Murmuró mientras se ponía de pie y caminaba hacia la ventana de la habitación de Christina.

Empezaba a llover afuera, y a Christina le pareció una escena muy acogedora por alguna extraña razón. Conocer de la vida de su jefe, ahora le parecía más interesante que cualquier otra cosa.

"Nunca tuviste hermanos. ¿Por qué?"

"Veo que la curiosidad a podido más que tu dichosa sensatez. Pero créeme, me alegro que así sea." Dijo volviendo a verla mientras sonreía de lado. "Mi madre intento quedar embarazada dos años después que nací, pero el bebé no se formó bien del todo, tuvo muchas complicaciones y al final terminó perdiendo la vida y casi llevándose la de mi mamá. Fue un momento muy desastroso en nuestras vidas. Pero creo que fue peor el saber que mi madre había quedado estéril. Yo no comprendía aún nada. Tengo algunos vagos recuerdos de haber ido al hospital, y de pasar algunas noches sin ella cerca... pero todo lo que se en realidad de ese incidente es lo que mis padres me han contado." Explicó encogiéndose de hombros.

"Oh por Dios. Tuvo que haber sido algo terrible. Como lo lamento." Susurró ella avergonzada por haber preguntado, y a la vez horrorizada al pensar en el dolor de la madre de Iñigo.

"Sí, fue terrible. Mi mamá estaba devastada, mi padre también, acababa de perder a un bebé, pero tenía que cuidar de mi y de mamá, así que creo que se hizo el fuerte."

"Enserio lo lamento."

"Fue hace mucho tiempo. Mi madre estuvo bien después de una semana de llorar. Luego vertió todos sus sentimientos en forma de amor hacia mí. Siempre me dijo que era su bendición más grande, y que simplemente estaba agradecida que estuviese sano. Pero ya hablamos mucho de mí. ¿Que hay de ti?"