T r e i n t a y c u a t r o

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Gracias a los que aún me leen y me apoyan. Las cosas no han ido como esperaba, y lo único que me queda aclararles es que SÍ voy a terminar el libro, pero a mi tiempo. Espero me entiendan 💖.

     Habían pasado cuatro días, cuatro días y al ingeniero no se le había ocurrido hablar. Parecía como si la tierra se lo hubiese tragado, y no hubiese dejado rastro de él. Esta vez ni siquiera se había comunicado con su asistente, ni tampoco con el Ingeniero Hood.

Debía aceptar que su trabajo se había reducido con la ayuda de Hood. Él era un señor de unos cincuenta años con el cabello negro y un mostacho característico. Era muy amable y gracioso y sobretodo, era un ingeniero increíble. Él parecía saber lo que tenía que hacer, sin la necesidad de preguntarle a nadie.

"¿Conoce de mucho tiempo a Iñigo?" Preguntó de repente Christina, mientras una tarde veía por la ventana de la oficina de Iñigo como las gotas de lluvia resbalaban sobre el cristal.

Hood dejo de escribir en el documento que estaba llenando y la miro mientras sonreía.

"Lo conocí cuando a penas era un mocoso. Le parecía interesante preguntar lo que se le ocurriera y que siempre tuviera una respuesta para su mente curiosa."

"¿Ah, sí? No me sorprendería, conociendo a Iñigo..."

"Es un buen muchacho, Christina. A veces puede ser demasiado metódico y cabeza dura, pero es una buena persona. Sus padres lo criaron bien." Murmuró el hombre mientras ella se daba la vuelta en la silla giratoria para mirarlo.

"¿Conoce también a sus padres?"

"Sí, son amigos míos. Su padre y yo estudiamos juntos en la universidad, y el fue el que me consiguió mi primer empleo en la empresa de su padre.  Aunque ya luego las cosas empezaron a cambiar."

"La vida y familia de Iñigo siempre me ha parecido muy misteriosa. ¿Es solo apariencia o en verdad suelen ser reservados?"

"En realidad no son tan misteriosos como aparentan. Tienen sus peculiaridades, como cualquier familia, pero además de eso y del hecho que el abuelo de Iñigo está loco, son bastante normales."

"El abuelo de Iñigo está loco..." Susurró Christina mientras fruncía el ceño sin entender bien lo que Hood decía.

"Sí, cuando estábamos jóvenes casi deshereda a Erick, el padre de Iñigo."

"¿Y eso por que?"

"Por casarse con Cynthia, la madre de Iñigo."

• • •

Así que al abuelo de Iñigo no le parecen las relaciones... pensó Christina sin entender a totalidad el comportamiento del viejo ese.

Hood no había revelado mucho más que eso, y Christy tampoco quiso insistir demasiado. Suficiente había revelado del Ingeniero Montenegro, aunque para Hood hubiese sido poco. Ella no conocía tantas cosas del hombre, y eso era lo que más la llenaba de dudas, eso y su miedo a fracasar. Pero debía dejarse de bobadas. Conocería a Iñigo, aunque tuviese que pagarle a un detective privado para que le diera hasta el más mínimo detalle de su vida.

Esperaba, sin embargo, que con una plática bastase. Que el respondiese a sus preguntas y la volviera a convencer que lo mejor sería casarse.

Oyó entonces cómo tocaban a la puerta de su casa, y con pesar suspiro mientras arreglaba el cabello en el espejo.

Su familia había llegado. Era justo tiempo de recibir a sus tíos y primos que tenía mucho tiempo sin ver, y la verdad no estaba para nada entusiasmada. Ella obviamente amaba a su familia, pero a veces solían ser demasiado... intensos.

Cásate Conmigo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora