V e i n t i c u a t r o

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Dedicado a:

@lisethayala10
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@AnaM_Lazuli
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@AlexaMeza4
Y a todas las hermosas personitas que siempre comentan y votan!

   El trabajo los consumió a ambos toda la semana. Sin que Christina lo quisiera, había pasado más tiempo con su jefe que nunca. Lo único bueno era que estaban tan ocupados que ni siquiera tenían tiempo para hablar de otra cosa que no fuese el trabajo. Debía aceptar que tenían mucha química al trabajar. Eran el complemento del otro en lo que a la oficina se refería, aunque tenían muchas contradicciones a la hora de elegir.

El era tan practico que a veces parecía un cavernícola y ella tan minuciosa que a veces complicaba las cosas. Pero lo que le faltaba al uno lo tenía el otro, por lo que después de una acalorada pelea, terminaban eligiendo lo mejor para la empresa.

Los días pasaban rápido. Y entre más tiempo pasaba más se acercaba la tan esperada cena de compromiso. Había escuchado de boca de Angie que entre más tiempo pasaba más gente invitaba a la dichosa reunión.

La madre de Connie había estado tan feliz de que su hija se casara con su "principe azul", aunque Christina sabía perfectamente lo que la madre de la chica buscaba. Corina era una mujer muy ambiciosa y materialista. Obviamente quería la vida acomodada para su hija. Gerardo había sido siempre su yerno predilecto. Era guapo, de buena familia, y contaba con un buen trabajo que aseguraba la comodidad de su hija. Aunque no seguía siendo más que un empleado.

Christina se había preguntado vagamente si no se habrían excedido al invitar a tantas personas. El gasto de la boda era muy grande y luego venía el bebé... en realidad no sabía cuánto dinero eso implicaba pero por lo que había oído de otras personas, no era poco.

"Quiero que veamos lo del presupuesto para el proyecto de McArthur hoy mismo, Christina." Murmuró Iñigo sacándola de sus pensamientos "pronto me iré del país y quiero que eso quede saldado lo antes posible."

"Esperaba irme temprano hoy" contesto la chica apretando los labios en una fina línea.

Iñigo al instante la miró de nuevo. Y antes que pudiese decir algo ella le recordó "por lo de la cena, necesito arreglarme."

"Maldición, lo había olvidado." Dijo el pasando su mano por la cara.

A Christina se le encogió el corazón al oír eso. Pero pronto se dijo que debía de dejarse de bobadas.

"Está bien, ingeniero. Yo sé que tiene mucho trabajo. Mire, no puedo llamar y decir que no iré, pero si le avisaré que usted tuvo un contratiempo y que no podrá llegar. Además aprovecharé para decirles que llegaré un poco tarde." Asintió Christina mientras sacaba su celular de su bolsillo y buscaba el número de Constanza.

"No. No hagas nada. Dijimos que iríamos juntos. No pienso dejarte en evidencia por un descuido. Terminamos esto rápido y te podrás ir. Te iré a traer a las siete para que nos vayamos juntos." Sentenció el hombre mirando de nuevo los papeles en el escritorio.

"No. Enserio no pasa nada ingeniero. Puedo ir sola..."

"Cariño, tendrás que aprender a llamarme por mi nombre si pretendes que alguien te crea eso que estamos saliendo. Además, he aguantado mucho tu formalismo esta última semana. Sabes que no pretendo ser solamente tú jefe. Y tampoco quiero que eso se te olvide."

"Ingeniero-"

"Iñigo, no se te quemará la boca por decirlo. Aunque pudiese empezar a practicar cosas más dulces como cariño o amor. Incluso bebé." Dijo al tiempo que sonreía con cinismo.

Cásate Conmigo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora