D i e c i s i e t e

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💕 ESPECIAL SAN VALENTÍN 💕

(por ser un especial será un capítulo más corto y no habrán dedicaciones hasta el próximo. pero espero que les guste.)

     Ella lo miró por un segundo creyendo que lo había escuchado mal. Sí, definitivamente lo he oído mal, se decía a sí misma aún no entendiendo de que estaba hablando ese hombre.

"¿Qué?" Preguntó Christina mirándolo con expresión confundida.

"Me has oído bien" rodó los ojos de forma juguetona antes de repetir "cásate conmigo."

Un nudo se formó en la garganta de Christina, y no pudo evitar mirarlo con asombro, incluso con temor. ¿Es que estaba borracho? ¿O había consumido algún tipo de droga? Nada parecía encajar con la descabellada idea que había salido de la boca de su jefe.

"U-usted está bro-bromeando conmigo, ¿ver-verdad?" Se odió por tartamudear, pero al final ni siquiera le importaba tanto.

"No, Christina."

"¡Es que no puede estar hablando enserio! Simplemente no."

"Estoy hablando muy enserio" replicó Iñigo. "Cásate conmigo. Cállale la boca a todas esas idiotas, y cásate conmigo." propuso aquel hombre mirándola fijamente.

"¡Usted está loco! ¡Ni siquiera me soporta! ¡¿Cómo pretende aguantarme, entonces?!" gritó exaltada negando con la cabeza al momento que se apartaba de donde él estaba.

"Loco no, soy brillante, cariño."

"Sigo pensando que usted me está haciendo una mala broma. No es gracioso." Murmuró la chica con expresión horrorizada.

"No te estoy haciendo ninguna broma. Mi petición es real. No es la más romántica, pero teniendo en cuenta que nuestra relación no es... específicamente romántica supongo que está bien." Explicó rascando su nuca de manera avergonzada.

"No entiendo nada."

Christina estaba tan sorprendida y asustada que ni siquiera siguió rechazando la propuesta. Iñigo era un hombre extraño, eso lo supo desde que lo conoció, pero jamás creyó que fuera así de extraño como para proponerle matrimonio a la primera persona que se le cruzara en el camino. ¡Mucho menos a ella! La odiaba, por Dios. Y ella también lo odiaba a él. No se podrían aguantar ni dos horas como marido y mujer. Además, el trabajo sería el mismísimo infierno. De por sí ya lo era, ni se imaginaba cómo sería estar con él todo el tiempo.

"Ingeniero-"

"¡Por un carajo, Christina! Te he pedido matrimonio, creo que estará bien que me llames por mi nombre." Declaró exasperado.

"Iñigo" dijo probando la pronunciación de su nombre "las cosas no funcionan así en el mundo real. Las personas se conocen y se tratan y después entablan una relación y mucho después se piden en matrimonio... tú te lo has saltado todo. ¿Sabes cuál es el índice de divorcio hoy en día? ¡Es grandísimo! ¿Que te hace creer que tú y yo no acabaremos igual si ni siquiera estamos relacionados sentimentalmente?"

"Es que los matrimonios fracasan por esa misma razón. Las personas se casan en el calor del enamoramiento. Y científicamente el enamoramiento solo dura dos años mientras tu cuerpo produce la hormona encargada de la pasión enloquecedora. Por eso no se aguantan ni dos segundos. El amor no es lo que pintan en Hollywood. No es la pasión ni la locura que en todas las películas predomina. El amor es una decisión. Algo que se debería hacer consciente de lo que uno debe dar y no solo lo que uno espera recibir. Ahora, no te puedo decir que te amo. No te puedo prometer ser romántico ni mucho menos mentirte y decirte que lo que siento por ti va más allá del respeto. Pero si tú me permites estar en tu vida, si te puedo prometer que decidiré amarte, y eso también significa que te respetaré, te cuidaré, y te daré lo mejor de mí. Siempre."

Aquello le pareció a Christina la declaración más romántica que alguna vez allá escuchado. Aunque era obvio que para Iñigo no lo era. Fue tan extraño oírlo hablar de temas tan íntimos y no pudo evitar sentir su cara cobrar color. Dios, no soy una chiquilla para que me afecte tanto.

"Iñigo... yo, usted. Por Dios. No se ni que decirle. Esto, esto es una locura. Créame, no soy la persona indicada para usted. Solo haremos de nuestras vidas un infierno." Intentó que las dulces palabras del hombre no la afectarán. Al final, solo seguía siendo una tonta niña a la que le gustaban los halagos, las palabras bonitas y las miradas intensas. Y justo en ese momento Iñigo cumplía todos esos requisitos.

"Eso es lo que tú te haces creer. Esto será lo mejor para los dos. Piénsalo. No tienes nada que perder. Estás sola y te has resignado a estarlo. Pero yo quiero evitar eso. Con una propuesta más racional de lo que crees." Volvió a insistir.

La cabeza le empezó a dar vueltas. Nada tenía sentido, y de repente su estómago se sintió revuelto, y le dieron ganas de vomitar por tantas mariposas en el vientre.

"No entiendo lo que dice. Es que no logro entender sus razones. Dice cada cosa incoherente, que lo único que me hace pensar es que usted está loco de rematé." Dijo mientras miraba los ojos de Iñigo. Le parecieron del verde más lindo que jamás había visto.

Y es que no había como culparla. El chico estaba como mandado a hacer. Era tan lindo y a la vez varonil que cualquier chica habría caído a sus pies. Y aunque Christina había sido inmune a sus encantos, justamente en ese momento se preguntaba si es que antes estaba ciega o si en verdad su maldita arrogancia lo hacía parecer más feo de lo que en verdad era.

Siempre había sabido que era guapísimo, pero ahora le parecía un poco más.

No, no, Christina estás siendo irracional. Él sigue siendo tu maldito jefe. El hombre que te a hecho tantas barbaridades que hasta estabas pensando en cambiar de trabajo. Solo está jugando contigo.

"Iñigo, nos odiamos. Hablemos las cosas como son. Tiene un carácter de los mil demonios y yo, bueno yo no soy material de esposa dócil. No entiendo sus razones, pero sé que no está pensando esto bien. Mañana se dará cuenta que tengo razón."

"Es que tú crees que esto lo he decidido en un segundo." Bufó molestándose en seguida.

"¿Y no fue así?"

"Para nada, Christina. Ahora, en cuanto a mis razones, no tienes porque saber más de lo que ya te dije. Me parece racional que un hombre como yo haga algo como eso con una mujer como tú. Es obvio, sin embargo que tú no piensas igual. Y lo respeto. Pero no aceptaré un no. No ahora por lo menos. Así que dejaremos de hablar de eso, pero quiero que sepas que estaré esperando una respuesta dentro de los próximos días. Porque no, no me pienso conformar con un no."

"Per-" quiso replicar pero Iñigo la cortó.

"Te he llamado para que veamos los contratos..."

Y así, como si nada, volvía a ser el hombre de hielo.

Tal vez aquella revista tenía razón en catalogarlo con un hombre frío y misterioso.

• • •

n/a: hello! Primer especial del libro. No sé si me gustó cómo se dieron las cosas. ¿Que opinan ustedes? Es un capítulo más cortico pero no por mucho no crean. En fin, espero y les haya gustado y aprovecho para agradecerles por todo el apoyo los votos y comentarios que me dejan. Los amo mucho y ya se que ya no es el día de los enamorados pero mejor tarde que nunca. Gracias por más de 30k y sé que para muchos puede ser poco pero para mí es mucho y me hace sentir bien de escribir. Jamás creí que a nadie le gustara lo que escribo y ver que me leen personas que ni siquiera me conocen es algo mega lindo.

Asi que si, muchas gracias. Bendiciones xx

Cásate Conmigo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora