V e i n t i s e i s

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En este capítulo no habrán dedicaciones. Es más, hasta que termine este pequeño maratón habrán dedicaciones para las personas que comenten en todos los capítulos y que aún no hayan sido mencionadas.

No se porque pienso que este capítulo les va a encantar a algunas personas. Solo les dire, que esta mega meloso. Espero que les guste mucho!

Los labios de Iñigo se movían sobre los de Christina. Ella aún no podía creer lo que estaba pasando, pero pronto las sensaciones cegaron su entendimiento y solo le quedó corresponder al dulce contacto en su rostro. Con fervor ambos se devoraron el uno al otro. Querían olvidar las palabras, las situaciones... a los demás.

Era un contacto feroz, sin miramientos ni dudas. Sus labios chocaban con los de ella, la apretaba más cerca de su pecho y tocaba su cintura, espalda, caderas... todo lo que pudiera.

Ella por su parte movía las manos en su cabello, aferrándolo a ella, devorándolo sin pudor. Sus pensamientos se esfumaron al igual que su raciocinio. Todo era sensaciones y no le importaba nada más que eso.

Los labios de Iñigo eran suaves y a la vez firmes, la besaba con experiencia, mordiendo sus labios con los dientes. Christina sentía que se desmayaba, y casi soltó un pequeño gemido de placer al sentir la lengua de Iñigo entrar a su boca. Él exploraba los rincones que nadie más había conocido, y ella no se podía quedar quieta, así que pasó sus manos por los hombros del chico hasta sus brazos y de nuevo hasta su nuca. Pensó que era muy probable que se vieran muy grotescos, pero no le importó en lo absoluto. Estaba molesta, y quería desquitarse con ese beso.

Cuando les falto el aire, Iñigo se separo solo un poco de ella, dejando pequeños y mojados besos sobre sus labios. Uno detrás del otro hasta que descansó su frente en la de ella. Ambos permanecieron así por un instante. Con los ojos cerrados solo disfrutando de la calma después del beso.

Iñigo fue el primero en abrir los ojos y con un suspiro susurró para ella "No me interesa nadie más que no seas tú. Espero que lo hayas entendido."

"Pero, tu, tu no hiciste nada cuando-"

"Shhh..." murmuró poniendo su dedo sobre los labios de la chica "Ya sé que parecía que no hacia nada para detenerla. Creí que no debía hacer un escándalo. Pero cada vez que ella me tocaba me apartaba sutilmente. No quería que nadie pensara que era un malcriado. Aunque ahora veo que tal vez no fue una buena idea. No quiero que te sientas mal por mi culpa, ni por nada que yo pueda evitar. Enserio me disculpo por lo ocurrido." dijo el chico antes de dejar otro beso en sus labios.

Y antes que ella se pudiese apartar la volvió a besar pero ahora más lento y tierno. Olvidada habia quedado la pasion de antes. Esta vez fue ella la que se separo de él respirando fuertemente.

"Esto no esta bien, alguien nos pudiera ver." suspiró la chica antes de acercarse para darle otro beso corto en los labios.

"Me importa un carajo si alguien nos mira, es más, me encantaría que esa chica y el idiota se dieran cuenta que nada hará que cambien mi decisión. Quiero algo contigo, y nada lo evitara." volvió a hablar en medio de besos en su boca, para al final terminar volver a besarla largamente.

"Christina, di que si." suplico en voz ahogada a lo que la chica solo cerro con fuerza los ojos.

"No, no, no puedo" tartamudeo tontamente, pensando que el corazón se le saldría del pecho.

"Claro que puedes, mi vida." replicó Iñigo tomando su cara entre sus manos y haciendo que lo mirara continuó hablando "Tenemos química, somos dos adultos pensantes que sabemos lo que queremos, no tenemos compromisos ni ataduras. Cuidare de ti con mi vida, y tu puedes cuidar de mi a tu manera. No tienes porque asustarte. Estaremos bien juntos."

Cásate Conmigo. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora