Capítulo 10... Yoonmin...

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— ¡Vaya, es bastante bonito! —comentó el invitado mientras bajaba las escaleras detrás del anfitrión— pero su pulso... ¡Mierda! ¡¿Sentiste eso?! —los músculos de Yoongi se tensaron de inmediato, de forma ligera y espontánea— ¡Sólo quería tomarlo, morderlo y-...!

Antes de que el foráneo reaccionara, su espalda había golpeado contra la pared y la horrible expresión de Yoongi estaba frente a sus ojos.

—Tu no vas a morder a nadie.

—Mierda. No lo vi venir —gimió de manera forzada, una mano estaba presionando su garganta sin misericordia—. Sé lo que vi cuando entré, hermano. E-ese pequeño humano es tuyo. No estoy d-discutiendo nada...

El agarre de los dedos de Yoongi se apretó por un momento y después se aflojo rápidamente. Ambos continuaron su camino, como si no hubiese sucedido nada.

— ¿Qué tal sabe su sangre, eh? —una mirada de soslayo cargada rencor fue lo que Hoseok recibió mientras la puerta del despacho era abierta para que entraran.

—Eso no te importa.

—Oh, vamos, amigo. Si nunca lo voy a probar, al menos déjame imaginarlo —Yoongi tomó su lugar detrás del escritorio e invitó a su amigo a hacerlo delante— ¿Te lo has follado ya?

Comenzó a buscar algunas hojas de papel dentro de los cajones, ignorando a su acompañante. Hoseok sonrió tomando ese silencio como una afirmación. Tomó posición en su asiento y se acercó con mucho más intriga ahora, con demasiada emoción en su mirada.

— ¡¿Cómo fue?!... ¡¿Qué más le hiciste?!... ¡¿Lo mordiste?!... ¡¿Fue con su consentimiento?!...

El más pálido enarcó una ceja, incrédulo.

— Nadie se lo ha follado todavia.

— ¡Oh, dulce infierno! —expresó el otro con notoria desilusión— ¡Eso es terrible! ¡Deberías tomarlo cuanto antes y probarlo de esa forma...! ¡Diablos, lo que yo daría por tener ese ángel entre mis manos!

Colocando unos planos sobre el escritorio, una nueva mirada severa apareció.

—pero es tuyo... claro. Lo sé —agregó. 

[***]

Cuando Jimin se quedó solo, suspiró. Un ápice de alivio recorrió su cuerpo cuando se aseguró que no había nadie a su alrededor. Sudor frío aún perlaba su piel y los escalofríos todavía amenazaban con atacar.

Cerrando los ojos intentó recuperarse.

Ya pasó... ya pasó... se decía a sí mismo.

— ¡No ha pasado todavía!

Como un pequeño demonio idéntico al de alguna pintura de "La pesadilla"; un chico se encontraba sobre su cuerpo y presionaba su cuello con fuerza.

Sus ojos se crisparon con miedo y sus manos parecían inútiles intentando quitarse los dedos de encima de ese niño. ¡Sí, un niño!

— ¡Ya no te necesita! —sonrió de forma maligna. Diablos, odiaba las sonrisas de todos ahí—. Sin ti, volverá a mí... —un pequeño destello dorado en sus ojos apareció.

Oh, dios... ¡No!...

Esa voz, esa pose. Ese chico era el demonio de ojos dorados.

—S-sug... —no podía hablar. No podía respirar. Ese chico quería matarlo.

¡¿En qué estás pensando?!... ¡¿Por qué quieres llamarlo?!... ¡¿Acaso crees que te va a ayudar?!... ¡¿No has pensado que vendrá a matarte también?!...

— ¡Suga! —gritó cuando ese niño clavó los dientes en su brazo.

[***]

— ¡Necesito sacar a mi familia de aquí! —Yoongi golpeó la mesa con fuerza y después lanzó los papeles sobre el escritorio en un ataque de ira.

—No puede ser tan pronto y tu tampoco tan testarudo. No es posible —su amigo se levantó de su asiento también—. Debes controlarte de una maldita vez.

— ¡¿Sabes qué significa "cuanto antes"?!

—Suga... —advirtió. 

Si el blanquecino seguía comportándose así, se iría; no soportaría sus arrebatos de furia. Él también tenía su propio carácter.

— ¡Suga!

El grito interrumpió cualquier cosa que se estuviera formando ahí en el despacho. Los tranquilizó a ambos y los hizo poner más atención.

— ¿Qué fue-...? —lo recordó.

Miró a su amigo, luego al techo y corrió de nuevo hacia su habitación. 

¿Por qué ese humano era tan importante?


Bloodstream -Yoonmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora