Bloodstream -Yoonmin-

Capítulo 30... Yoonmin...

A NamJoon también le preocupaban los pequeños hermanos Min.

Ese apodo se les había quedado desde el momento en que un par de niños, uno de seis años y un bebé de dos, quedaron bajo su cargo.

Fue muy difícil para la pareja al principio, no estaban preparados para ser padres, ni siquiera se habían imaginado siéndolo; además de que educar al malcriado YoonGi fue un desafío muy grande.

Quizá por ello recurrieron a la violencia, para que entendiera de una buena vez, aunque éso únicamente empeoraba las cosas.

Finalmente, SeokJin el más paciente de ambos, sólo necesitó de una plática con el niño, sobre que debía ser más responsable por JungKook y asumir su papel de hermano mayor. El pálido pareció comprender y fue amable desde entonces.

No obstante, con el tiempo, se dieron cuenta que no debían permanecer en el mismo lugar si querían mantener a los niños a salvo. Todos los estaban buscando, todos querían destruirlos.

Vivir entre los humanos fue una buena opción, pasaban desapercibidos, aunque cuando éstos sospecharon algo de su alimentación, se volvió más peligroso. No podían estar rodeado de ellos. Así que huyeron; a esa pequeña mansión... olvidada, pérdida. Nadie la recordaba, nadie conocía su verdadera ubicación, incluso se creía un mito y ahí nadie podía encontrarlos.

Se establecieron tranquilos en ese lugar por mucho tiempo...

¿Quién diría que se mudarían otra vez? Ahora SeokJin dormía a su lado y probablemente los hermanos en su respectiva habitación también. No era que necesitaran hacerlo, aunque en ese nuevo lugar no podían alimentarse adecuadamente y tenían que recurrir a ese tipo de actividades para conservar su energía.

Las palabras de YoonGi, aún después de tanto tiempo seguían circulando por su cabeza

¿Era posible acaso? ¿Era parte del ritual para convertirse en uno de ellos?

La noche antes de que YoonGi decidiera renunciar a Jimin le dijo:

-Hueles a él... -comentó el chico mientras se acercaba.

No volteó, desde siempre supo que lo espiaba detrás de ese árbol.

-Lo lastimaste demasiado, ¿Qué esperabas? -respondió el otro mientras continuaba con la faena de limpiarse la sangre de la piel, en el pequeño lago-. Tuve que eliminar todo rastro de sangre...

-Que desperdicio... -murmuró con tristeza, sentándose a su lado, hecho que sorprendió mucho al impropio pero no quiso demostrarlo, ya que rara vez el blanquecino se acercaba con tanta confianza.

Se limitó a asentir, había sido un desperdicio de reservas.

-Vaya que si... -con un pedazo de tela se lavaba los brazos y lo enjuaba dentro del agua para volverlo a usar. Las pequeñas gotas carmesí se desvanecían con facilidad.

-No quería hacerlo...

NamJoon lo miró. Algo estaba mal con YoonGi, actuaba como ese niño pequeño del que se hizo cargo cuando el padre de éste se lo pidió. Aún peor, como un humano con culpa.

-Lo sé, está bien. SeokJin planea darle un poco de su sangre y ayudarlo a recuperarse más rápido... No ha muerto, Yoonie, así que todavía puedes hacerlo.

Tratarlo con suavidad era lo mejor, SeokJin le había dicho, mientras YoonGi mantuviera aquella clase inestabilidad dentro de su cabeza.

- ¡No! -se agitó el pálido- ¡Dile a Jin que no lo haga! ¡Yo me haré cargo de ello! ¡Lo sanaré! -sin embargo cuando reflexionó sus últimas palabras su semblante cambió, se endureció recordando. NamJoon pudo notar esa diferencia de inmediato-. No quiero hacerlo, hyung... no con Jimin...