Capítulo 1... Yoonmin...

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Jimin caminaba lentamente hacia donde creía era su casa.

Se tambaleaba demasiado y tenía la vista tan nublada que, no era consciente del lugar al cual verdaderamente se dirigía. Si continuaba así, iría más adentro del denso bosque de la ciudad.

—Tae es un idiota —balbuceaba entre risas ocasionadas por los efectos del alcohol, conduciendo con dificultad sus pasos torpes mientras recordaba las cosas graciosas que ocurrieron durante la noche.

Esa noche, TaeHyung -su mejor amigo- lo había invitado a la fiesta en el bosque.

El oscuro y tenebroso bosque a las orillas de la ciudad. Ese bosque donde decían que aún siendo de día, no podías salir porque fácilmente te perdías. 

Claro. Nadie se atrevía a meterse de noche, ya que los animales nocturnos aparecían y era muy difícil encontrar un cuerpo a mitad de éste.

Perfecto para una fiesta adolescente ¿no?

Adrenalina, alcohol y miedo recorriendo por sus venas...

— ¿Lo es? —cuestionó una voz gruesa, tenebrosa... en medio de la penumbra, justo cuando Jimin chocó contra un cuerpo robusto y duro, que increíblemente ignoró.

—Oh... Lo siento —sonrió amplio, tontamente para ser exactos.

Malditos fuera el licor que osó enredar sus dedos sobre la camiseta del otro...

—Tsk-... —el chico encontró la ironía del asunto y chasqueó la lengua. Le causaba gracia lo atrevido que era ese pequeño y estaba curioso por saber que era lo que le mantenía tan tranquilo ante su presencia— ¿Nunca habías entrado al bosque, pequeñín?

Como el caramelo más delicioso comenzó a contemplarlo.

Los mocosos de esa edad, eran toda una caja de pandora, llenas de emociones antes de ser abiertas, o en su caso, antes de darse cuenta que sería el último momento de su vida.

— ¿Al bosque? —hizo un pequeño puchero pensándolo en serio. Realmente está muy mal, pensó el otro—. Oh... Oh... ¡La fiesta! —celebró con dos diminutos saltitos— ¿Fuiste?

Fue entonces cuando el chico de piel blanca, ojos peculiarmente brillantes y dientes ligeramente afilados, percibió el horrible olor a alcohol que el pequeño tenía, con su desarrollado sentido del olfato.

Humanos estúpidos...

Una especie tan débil y frágil no podía crear o hacer cosas tan idiotas para exponerse y extinguirse más rápido ¿cierto?... pero ahí estaban, tenía la prueba adelante, siempre lo hacían.

Los humanos constantemente rompían las reglas básicas de supervivencia; y bien, se mantuvo al margen observándolos a través de su "evolución" —¿Qué clase de evolución era esa?—. Viendo como se destruían entre ellos mismos y creaban generaciones aún más estúpidas.

Adolescentes como el chico que tenía frente a él, ahora.

Las fiestas adolescentes eran el momento perfecto para tener un manjar durante la caza. Chicos retando a otros para entrar al bosque, chicos muy cerca de lugares oscuros para ser raptados, chicos ebrios que no sabían ni su nombre si se les preguntaba y chocaban contra él con una de las más hermosas sonrisas...

— ¿Te perdiste camino a casa, pequeñín? —con su pulgar acarició el labio inferior del adverso, que aún permanecía abultado.

El castaño negó repetidas veces con la cabeza.

—No. Voy a casa —afirmó de una forma "adorable" que hizo que el otro sólo quisiera propinarle un golpe.

—Oh, lo siento mucho. Creo que no lo harás... —sonrió pensando en lo delicioso que se veía y lo placentero que sería comerse a un idiota esa noche; usando así un tono que fingía empatía.

— ¿Por qué? —Jimin intentó sonreír igual, contagiado por el ánimo de su obstáculo de pecho amplio, duro y plano. Justo como le gustaban a él.

El chico blanquecino se percató que el humano se acercaba cada vez más sin temor.

Ya lo había visto antes, no es como si el juego que planeaba para cenar fuese tan simple o igual al que esa especie débil acostumbraba para seducir a otro.

El "monstruo" rió a sus adentros y detuvo bruscamente el molesto dedo que se movía en círculos sobre sus pectorales.

—Así no es el juego, pequeñín...

— ¡Auch!, Tranquilo, ¡Me lastimas! —se quejó y alejó su mano por completo, luego volvió a sonreír de esa manera tonta, pues no quería estar lejos del otro— ¿No lo es? —atrevidamente deslizó su palma hacia abajo.

Suga dio un brinco al sentir el tacto del otro sobre un lugar que no debería ser tocado.

Lo lanzó sin pensarlo, tan lejos y fuerte, que la espalda de Jimin chocó contra un gran tronco y le sacó el alarido más grande de dolor.

—No eres un chico normal —se quejó aterrado, con los ojos abiertos a tope mientras sentía su corazón acelerarse.

Éso, a Suga, pareció gustarle mucho más...

—Oh. Por supuesto que no —molestó; avanzando demasiado rápido hasta su presa, asustando a éste porque no lo vio si quiera caminar. 

Lo tomó por el cuello de la camiseta y lo levantó un poco más por encima de su cabeza y manteniéndolo acorralado contra ese duro tronco del árbol, agregó:— y lamento decirte que esta noche serás mi cena... 




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Tenía muchas ganas de escribir sobre vampiros. Así que intentaré con toda mi energía y esfuerzo, hacer algo que me agrade para poder compartirlo.

Espero les guste y apoyen la historia. ¡Gracias!
¡Hasta la próxima!

Bloodstream -Yoonmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora