Capítulo 4... Yoonmin...

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Park Jimin no era alguna clase de chico malo, al contrario, era exactamente lo opuesto.

Él era completamente bueno y amable con todos.

De hecho, era esa clase de chico que siempre ayudaba a su madre en los deberes del hogar e intentaba ser un buen alumno en el colegio, para así no decepcionar a su padre y obtener reconocimientos por parte de alguno de sus profesores.

No comprendía muy bien como es que aceptó aquella invitación por parte de Taehyung.

Kim Taehyung era y es su mejor amigo, un extraño chico de personalidad poco común, que conoció desde muy pequeño y que con el paso del tiempo creció como un chico agradable e interesante para todos. De esa forma se hizo popular en el campus y el alma de la fiesta en la mayoría de los eventos.

¿Por qué todo tenía que salir mal en la primer invitación que le ofreció a Jimin?

Su amigo nunca acudía a alguna fiesta, era tímido, bastante tierno e inocente para entrar en un contexto así. Taehyung tuvo que rogarle durante al menos dos semanas para que accediera a la gran fiesta del lago, que siempre se llevaba a cabo en las orillas del bosque.

Taehyung nunca había visto a un feliz, sonriente y sexy ChimChim en la vida.

Debía agradecer a ese alcohol en el sistema de su amigo que le ayudó a liberarlo y el hecho de que tuviese novio para detenerlo, porque si no él mismo se lanzaría a coquetearle a ese chico de rostro angelical y cuerpo de pecado.

¿En que momento se salió todo de control?

De pronto su mejor amigo estaba hecho un ovillo bajo la copa de un árbol, sollozando en voz baja y diciendo cosas sin sentido. Se había perdido por un momento y después al encontrarlo, estaba aterrado, casi podría decir que traumado.

¿Por qué nadie le creía una sola palabra?

Todo fue tan vívido, tan atemorizante, tan doloroso y peligroso. Parecía ser que a las autoridades las pruebas no habían sido suficientes y que era mejor crear una historia mucho más suave a comparación de lo que experimentó, para poder escribirlo en el expediente del crimen.

Taehyung se sentó a un lado de su amigo, sobre la camilla que bajó la ambulancia de ser necesaria pero sin ser utilizada, pasó un brazo sobre los hombros cubiertos con una manta del mayor e intentó reconfortarlo con suaves caricias.

— Todo está bien ahora, ChimChim. Estás a salvo —una ligera sonrisa apareció en su semblante para darle ánimo al pequeño.

— ¿Por qué nadie me cree, Tae? —sus ojos seguían rojos, hinchados y cristalinos, de eso pudo darse cuenta el menor cuando se enfocaron en él— ¿Tú me crees, cierto?

Taehyung lo dudó un poco. Debía decir algo que hiciera sentir mejor a su amigo, no obstante, incluso así, la historia que narró Jimin sonaba tan descabellada y ficticia, que simplemente pudo confundirse gracias a los efectos del alcohol en tan limpio chico.

—No lo haces... —sollozó al interpretar el silencio.

¿Quién lo haría? ¡Nadie iba a creer que un monstruo así existiera! ¡Que se lanzó a atacarle!

—Jimin, yo... ¿Estás seguro que fue eso lo qué pasó?... —preguntó Taehyung con cuidado, no queriendo ofender a su amigo, que bien era más inteligente que el resto y que seguro proyectó alguna historia fantástica de tantos libros que leía— ¿Consumiste algo más que el alcohol durante la noche?

Jimin reprimió un gemido de frustración, limitándose a negar ligeramente con la cabeza ante la pregunta hecha.

Inclinó la mirada y se mordió el labio inferior. No hubo más en su sistema que whisky y se maldecía tanto por siquiera haberlo ingerido, por tener tan mala suerte y por haberse encontrado con tan demoníaco ser.

Bloodstream -Yoonmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora