Capítulo 16... Yoonmin...

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Taehyung estaba concentrado en terminar su ensayo.

Llevaba ya bastantes horas en él y no podía hacerlo. Quizá se debía a que tenía más sueño que ganas de realizar su tarea.

Era tarde y si no se daba prisa dormiría poco menos de dos horas para iniciar la rutina del día siguiente.

— ¿Quién es ese niño a quien buscan tanto? —el rubio saltó en su lugar sin prevenirlo.

Su pequeño invitado tenía una manía curiosa de aparecer de la nada y asustarlo. O bueno, ni siquiera se daba cuenta en qué momento es que entraba, caminaba y llegaba cerca. Realmente se preguntaba ¿Cómo podía conseguirlo?

—Jungkook... —suspiró— ya te he dicho muchas veces que debes llamar a la puerta antes.

—Lo siento —dijo el castaño, aunque su disculpa no sonó muy arrepentida, más bien, parecía muy acostumbrado a decirlo sin importancia alguna—. Suga-hyung se molesta por esa misma razón también.

— ¿Suga-hyung? —Taehyung cuestionó curioso. Ese chico no había dicho un nombre desde que lo conoció— ¿Quién es Suga-hyung? —sus ojos se abrieron con sorpresa al imaginarlo— ¿Eso significa que tienes familia?

Jungkook también abrió los ojos, pero un poco más alarmado que otra cosa.

Había hablado de más y era momento de aturdir a Taehyung para que no dijera nada de nuevo.

—Lo siento mucho, TaeTae-hyung... —ahora sí parecía afligido.

[***]

Todo sangraba. Todo dolía. Todo ardía.

Jimin se obligaba a ahogar sus gritos en una almohada cada que el demonio de piel pálida y fría, llegaba a la habitación y tomaba lo que quería.

No había parte en su cuerpo que no hubiese sido mordida por ese chico ya. Tenía la horrible cicatriz de sus dientes en cada centímetro de su piel.

Incluso aquel vampiro jugaba con ello y había formado su nombre con marcas en el interior de uno de los muslos del pequeño.

"Mi propiedad" había dicho. Le había obligado a no gritar mientras sucedía y después, cerrar las piernas resultaba muy doloroso.

— ¿Duele, pequeñín? —cuestionó esa voz grave detrás de su oreja.

Diablos, lo hacía... pero no quería darle la satisfacción. Jimin escondió mejor su rostro entre la almohada bajo su cara, quizá así podría asfixiarse solo y no ver a ese monstruo nunca más.

—Te pregunté algo... —bramó molesto y fue entonces que sintió como tiraban del cojín, haciéndolo caer de pecho entre las sábanas. 

Dolor... pensó. La situación en la que había quedado resultaba una tortura. 

— ¡S-sí!... —chilló intentando sostenerse con los antebrazos buscando una posición más cómoda, pero era casi imposible con ese monstruo embistiendo— ¡Ah~! ¡Ay~! ¡N-no!

—Así está mejor... ¡Ngh!... —gruñó el pelinegro llevándose el lóbulo de su oreja a la boca.

El pequeño humano podía sentir como la lengua ajena jugaba alrededor de donde se había hecho una pequeña perforación hace algunos años, siendo más joven.

Jimin gritó más fuerte, dejando caer su cabeza en medio de sus brazos, sin embargo, prefería mil veces esa posición que otra por diferentes razones; la principal de ellas era debido a que no podía ver el rostro de quien lo tomaba a la fuerza. Odiaba esa expresión llena de satisfacción y burla. 

Cuando sintió como el maldito pelinegro aceleró y como su cuerpo pronto se llenaba de algo espeso y caliente, dejó caer el cuerpo vencido sobre el colchón. Al menos había terminado. 

Un pequeño ovillo de manera inercial, se formó sobre la cama.

—Deberías darte un baño. Hoy sangraste mucho...

Suga se limpió los labios rojos y rió suavemente mientras salía de la habitación.

—Y decían que yo era demasiado ruidoso con NamJoon —silbó un sonriente SeokJin mientras caminaba por el pasillo frente a la habitación.

— ¿Fue demasiado fuerte? —cuestionó Yoongi.

— ¿Fuerte?... Diablos, ese niño tiene unos agudos que son demasiado-... —rió con suavidad—. Incluso NamJoon me empujó a nuestra habitación de sólo escucharlo.

El más pálido dejó que sus labios se curvaran ligeramente hacia arriba por la respuesta. No era su imaginación, entre tantos sollozos del pequeño habían un par de gritos provocados por placer puro.

—Bien, suficiente —Jin se sorprendió cuando el egocéntrico Suga no quiso hablar más sobre ello—. Debo volver a mi despacho...

—Oye, Yoongi-ah —el pelirosa saltó un poco para alcanzarlo—. Estaba hablando con NamJoon sobre algo y nos preocupa un poco... ¿No crees que desde que llegó Jimin a esta casa, no ha pasado nada absolutamente extraño?

— ¿Extraño? —frunció el ceño ligeramente— ¿Qué intentas decir?

—Nada, nada —el mayor negó enseguida—. Sólo quería saber si lo notaste.

—Dudo mucho que Jimin tenga algo que ver con lo que estés pensando, SeokJin —sentenció el más pálido—. Quizá sólo se detuvo por un momento, pero eso no significa que no esté ahí  —suspiró suavemente—. Si todo es realmente como se dice, probablemente Jimin es sólo un amuleto de suerte. Por eso deberíamos vigilarlo más para que no se vuelva a escapar... —eso último lo dijo con un tono rencoroso y molesto. 

SeokJin se detuvo, ya no lo quiso seguirlo más y era porque no podía ocultar su sonrisa otro segundo.

Al parecer a alguien-... Estás jugando con fuego, pequeño Suga...

— ¿Hyung, podrías callarte? Algunos intentamos dormir —SeokJin saltó. Era extraño que no sintiese llegar la presencia de Hoseok antes y más cuando este también tenía mucho tiempo en la misma casa— ¿Y Suga?











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¿Qué piensan del vampiro Suga? ¿Qué le quisieran decir o hacer?

¿Qué le dirían al pequeño Jimin? 

¿Qué piensan de Taehyung? ¿Creen que merece lo que le está pasando?

Agradezco sus comentarios y sus votos, me motivan a seguir con esto~
¡Hasta la próxima! 

Bloodstream -Yoonmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora