Capítulo 9... Yoonmin...

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Jimin no podía quejarse de la comida que Jin (ahora conocía su nombre) preparaba. No tenía un mal sabor pero tampoco uno bueno. Era masticable y digerible, pero sin lugar a duda extrañaba la comida hecha en casa de su mamá.

— ¡Deja de llorar! —le gritó y él hizo todo lo posible por detener los espasmos que su cuerpo sufría debido al llanto—. Le diré a Jin que deje de alimentarte.

Jimin cerró los ojos. Claro que no quería eso. Sólo dolía... mucho...

Estaba mordiendo un refrigerio demasiado sencillo mientras sentía esos afilados colmillos clavarse en su piel. En su cuello precisamente.

¿Por qué era así de cruel?... ¿Por qué era tan malo?... ¿Qué le había hecho?...

Yoongi se encargaba de humillarlo lo suficiente, de hacerlo suplicar por comida y dársela a cambio de que dejara morderlo. Creaba situaciones tan íntimas y degradantes que cuando Jin entró una vez, pensó que estaban haciendo otras cosas. ¿Cómo podía dejar de llorar al menos? Había sido degradado en niveles que no conocía.

Justo en ese momento Suga estaba sentado detrás de él. Su frío pecho congelaba su espalda y esos brazos delgados estaban alrededor de su abdomen, parecían tiernos si alguien los veía de lejos, no obstante, en la realidad no le dejaban otra opción que quedarse quieto. Esos muslos a lado de los suyos no lo dejaban ser libre.

—Eres delicioso, pequeñín... —susurró detrás de su oreja, cuando pareció haberse saciado. El humano se sintió asqueado, esa humedad era su sangre— ¿Tienes sueño tan pronto?

Aunque el demonio le obligaba a no gritar de alguna forma, Jimin no podía eliminar la baja de energía que sentía cuando le robaban la vida. Apoyó la cabeza en el hombro del chico y se dejó entre los brazos de morfeo sin poder evitarlo.

— ¡No lo soporto! ¡¿Qué hace entre tus brazos?!

Jungkook abrió la habitación con un estrepitoso portazo.

— ¡Shh! —exigió Yoongi—. Está dormido. No puedes entrar así.

— ¡¿Cómo si fuese a despertar ahora?! ¡¿Sabes cuanta energía le drenas a diario?! —Jungkook tomó una almohada e infantilmente intentó lanzarselo al pequeño, con todo su odio. Suga la detuvo en el aire con una mano— ¡¿Por que si quiera permaneces con él?!... ¡Ya bebiste suficiente, bájate de una maldita vez!

—Jungkook... —Yoongi advirtió. Sus ojos volviéndose severos.

— ¡¿Por qué te importa?! —Jungkook cruzó los brazos—. Ni siquiera te has preocupado por mí desde que llegó.

—Claro que me preocupo por ti.

— ¡Sangre de animales no es lo único que necesito!

Suga no quiso responder más a su hermanito. Se quedó en silencio hasta que éste se frustró.

—Bien —bufó dando media vuelta dispuesto a irse.

— ¿Qué hacías espiando en primer lugar?

—Sólo quería decirte que tu invitado llegó —se detuvo y encaprichado no quiso voltear.

—Debes estar bromeando —hubo un ápice de emoción en su tono, era alegre y acelerado pero cuando Jungkook volteó, no había tal expresión en el rostro de su hermano—. Debo ir a recibirlo.

—Sí. Hazlo. Cuanto antes mejor —JungKook regresó rápidamente a la orilla de la cama, con demasiado entusiasmo en los ojos.

Yoongi siguió la mirada de su hermanito y suspiró.

—Dile que bajaré en unas horas. Estoy ocupado. Dile que aún así, se sienta como en su casa —acarició delicadamente la mejilla de Jimin como presumiéndoselo a Jungkook—. Simplemente no puedo dejarlo solo.

— ¡Eres un idiota!

[***]

Jimin finalmente se removió. Oh, diablos. Su cuello dolía. Seguro durmió en una mala posición de nuevo. No. No era así.

Sus ojos se crisparon cuando lo primero que sus dedos palparon fue un pecho duro y supo que era un pecho cuando al alzar la mano llegó a un cuello sin pulso. Casi gritó.

—Despertaste finalmente, pequeñín —Jimin negó con la cabeza y volvió a cerrar los ojos con fuerza. Una carcajada resonó en un pecho sin corazón— ¿De verdad?... —le apartó los cabellos de los ojos y susurró—. Menos mal, porque no tenía idea de qué hacer contigo mientras estabas dormido.

Jimin volvió a abrir los ojos, pensando en lo que escuchó. Retrocediendo en la cama negó.

— ¡No! —recordaba esos dedos en su interior, esa agresividad y aún tenía pesadillas al respecto.

— ¡Vaya, realmente sigues teniendo voz! —Jimin se estremeció cuando el chico lo tomó por el mentón con fuerza— ¡¿Por qué ya no hablas más?! ¡Vamos, di algo! ¡Lo que sea! ¡Di que te asusto, di que me odias y que te encanta provocarme con ese pulso acelerado!

—Al menos espero que sea bonito porque...  ¡¿Qué jodidos te lleva tanto tiempo?!

La puerta de la habitación se abrió para su sorpresa.

— ¡Vaya...! al menos si es bastante bonito ¿De dónde lo sacaste, Yoongi?... —continuó aquella voz. 

El demonio giró los ojos con lentitud hasta la puerta. El menor se sintió llenó de pánico cuando lo presenció. Era como una serpiente cambiando la dirección de su cabeza.

—Le dije a Jungkook que te avisara que bajaría en un momento.

—También que me sintiera como en mi casa, así que decidí averiguar porque tardabas tanto —ese chico entró sin importar la mirada venenosa del otro—. Te visito después de no sé cuánto tiempo y ni siquiera bajas a recibirme ¿Qué piensas, eh? ¿Crees que es fácil llegar hasta acá?

— ¿Te siguieron? —Jimin gimió cuando de repente se encontró debajo del cuerpo del chico blanquecino, aunque este nunca le prestó verdadera atención.

Un depredador nunca se olvidaba de su presa al parecer. Era una serpiente envolviendolo mientras charlaba con otra, si es que eso era posible.

—No. Por supuesto que no. Si me hubiesen seguido ya estaría muerto antes de poder pisar esta casa —pasó los dedos por encima de un mueble e instintivamente hizo una mueca de asco. Jimin lo sabía, estaban sucios y viejos, quizá porque nadie los usaba en ese lugar— ¿Te has dado cuenta de cuántos policías humanos están rondando la zona boscosa?

Jimin abrió los ojos impactado. ¿Sería por él?

—Suficiente —se inclinó hasta los labios de Jimin. No había dicho nada y parecía enojado con él. Sus congelados pares cepillando los suyos—. Te dejaré aquí... pero si las cosas se ponen raras, grita ¿De acuerdo?

Jimin asintió dudoso. Pronto el blanquecino desapareció de arriba de su cuerpo.

—Será mejor que hablemos afuera. Sígueme, Hoseok.




Bloodstream -Yoonmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora