Dudas

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Sabía que lo que estaba haciendo no estaba bien. Había luchado con uñas y dientes por su amor con Nacho y ahora lo estaba echando todo a perder. Adrián había vuelto y su ausencia de casi dos años habían vuelto su mundo patas arriba. Le quería, si, ¿porque seguía engañándose? En realidad jamás había dejado de quererle. Ni a él, ni a Dani, ni a Diego... ella era así, ella podía querer de esa forma a mucha gente, podría quererlos, sentirlos, tenerlos, darles placer. De hecho quería. En el coche con él no pudo evitar acordarse de las tardes en casa de Daniel, las interminables horas de sexo los tres juntos en la piscina. María cerró los ojos y sin darse cuenta un leve gemido salió de su boca. Adrián la miró. Observó sus muslos apretados y sus piernas cerradas haciendo fuerza. Sus labios entreabiertos, sus pómulos sonrojados. La conocía lo suficiente como para saber que algo había pasado por su mente, algo que la había seducido.

- ¿De que te has acordado ojazos? - Adrián irrumpió en sus pensamientos y María abrió los ojos de golpe. Por un pequeño instante casi sintió vergüenza. Pero luego vio que se trataba de Adrián. ¿Vergüenza con él?

- Me acordaba de aquel día en la piscina Dani, Diego, tu y yo... - Se mordió el labio y volvió a apretar las piernas. Adrián observaba cada detalle sin quitar ojo a la carretera.

- ¿Lo echas de menos?

- ¿La verdad? - María le miraba.

- Siempre.

- Cada segundo de mi vida - Adrián ya sabía la respuesta mucho antes incluso de hacerle la pregunta. Desde el primer día que la vio supo que ella era así. Y que nunca podría ser de otra manera.

- No debes conformarte con nada. Puedes comerte el mundo. ¿Lo sabes no? - María le miraba. Es increíble como podía hacerla sentir tan bien con solo hablarle.

- No se como hacerlo.

María y Nacho habían pasado mucho. Mucho dolor, muchas batallas y entre ellas muchas pérdidas, todo para llegar donde estaban y María empezaba a preguntarse si había sido buena idea. No cabía duda que le quería, y que le querría toda la vida. El primer amor no se olvida, ni la primera vez y Nacho estaba en las dos cosas, pero no era bueno para él. ¿Cuántas veces le había fallado él? ¿Y él a ella? Muchas.

Adrián aparcó el coche junto al muelle.

- Cupido... - Dijo María.

- ¿Te acuerdas?

- ¿Como olvidarlo? Judith escogió un nombre precioso - Adrián al oír ese nombre de la boca de María se estremeció.

Caminaron por el muelle de la mano. María se sintió muy suya cuando él se la cogió. Le encantó el detalle y estuvo sonriendo todo el camino. Cuando llegaron junto a cupido él la ayudó a subir y soltaron amarras juntos. Un hombre que estaba ahí preparándolo todo le dijo a Adrián que lo tenía todo listo y él se fue hacía el timón y arrancó a cupido con María a su lado. La brisa del mar y el sol calentaba sus mejillas. María le miraba. Adrián era guapo a rabiar. Y mira que a ella los hombres con tatuajes nunca le habían gustado. Pero él sí. Adrián era especial. Desde que Dani le hablaba de ese compañero misterioso ella ya sin darse cuenta se sentía atraída por él. Le sacaba diez años si, pero no los aparentaba, salir con él era más como salir con alguien de su edad. Se sentía muy niña alguna veces, pero a la vez podía sentirse una mujer y él siempre la escuchaba y la dejaba tomar sus propias decisiones sin juzgarla. Navegaron un buen rato hasta que en mitad de la nada Adrián paró motores y lanzó el ancla. María le miraba desenvolverse como pez en el agua. Se notaba que le gustaba que disfrutaba con ello. Adrián le contó que en realidad vivía más aquí que en cualquier otro lado, que estos dos últimos años a pesar de tener un piso alquilado en el centro de Barcelona, solía pasar más horas aquí que allí. Le enseñó el interior y María pudo ver que tenía razón. Aquello parecía más un hogar que un barco. Repleto de fotos de recuerdos, de vivencias, de su aroma... fotos de ella y él, de las niñas, de su madre, de Judith, de la que parecía su hermana, a la que aún no había visto jamás, muchas fotos, todas las paredes llenas. Y algunas fotos que ni ella sabía que tenía. Salía María en el parque con las niñas. Fotos recientes. María las miraba. Esas fotos ... recordaba quien las había hecho. Dani. Un latigazo le dio en el corazón al pensar en todo lo que habría tenido que pasar Adrian todo este tiempo y se llevó la mano al pecho. Él la miraba. Se había quedado junto a la puerta y la observaba.

En la vida de María - Trilogía María parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora