En la vida de María - Trilogía María parte 2

Caminar juntos

Si no hubieran estado sus hermanos, María se hubiera levantado de golpe y hubiera corrido hasta la puerta a abrir ella primero. Pero como estaban ahí Pablo y Sergio tuvo que quedarse sentada, nerviosa y ansiosa, esperando a ver a quien traía Dani. La espera se le hizo eterna. Diego le apretaba la pierna por debajo la mesa y ella aunque nerviosa le sonreía y Nacho desde justo enfrente de la mesa le guiñaba un ojo. Y Dani entró y entonces María no se atrevió a mirar y se quedó mirando fijamente a Nacho.

- Ya estamos todos - Dijo Dani animado. Nacho miró a María y jugó con su mirada señalándole hacia donde estaba Adrián de pie, sonriente, vestido de traje y corbata. María siguió los ojos de Nacho y lo vio. ¡Dios mío! Pero qué guapo estaba.

Adrián se acercó a todos a saludarlos sin poder apartar la mirada de María. Y cuando llegó a ella, María se levantó de la silla y se dieron un cálido abrazo.

- Pensaba que no venías - Le dijo ella en la oreja.

- Nunca ojazos- María se mordió el labio y Adrián tomó asiento. No se sentó al lado de María ya que a un lado estaba Diego y al otro estaba Rubén. Y eso fue lo que más lamentó de haber llegado tarde.

Él y María estuvieron mirándose parte de la cena, intentando hablar con la mirada. María no paraba de preguntarse porqué había llegado tan tarde, su cabeza daba mil vueltas al asunto. ¿Había estado con Karina? Se imaginaba que la había ido a ver. O incluso que se había encontrado a alguna vieja amiga y ... dios su cabeza le hacía imaginar de todo y se estaba volviendo loca hasta que le sonó el móvil y lo miró.

*Deja de darle vueltas a las cosas ojazos. El vuelo se ha retrasado, solo eso. * Adrián 11.25h

María levantó la mirada y lo miró. ¿Cómo sabía lo que estaba pensando? Sonrió y él le guiñó un ojo. Y ella entonces, solo entonces se tranquilizó. Porqué si algo tenía Adrián es que nunca le había mentido y podía confiar en él, y si él le decía que el vuelo se había retrasado, era eso. Y le enseñó el mensaje a Diego y Diego le dijo que se comía demasiado la cabeza y ella le dijo que tenía razón.

Y llegó el momento de tomar las uvas. Encendieron la tele. En la casa se respiraba alegría y entusiasmo. Lorena estaba de pie junto a Pablo, algunos sentados en el sofá, otros en sillones. Dani también estaba de pie. Quedaban 7 minutos para los cuartos y de pronto...

- Ay por dios - Dijo Lorena - Que me he meado encima - Todos la miraron y vieron el charco que había en el suelo. Pablo se quedó parado con los ojos abiertos como platos y fueron Julia y María quienes se acercaron a Lorena y sonrientes le dijeron que Julen ya iba a venir.

- Que viene Julen - Dijo María.

- ¡Que viene Julen! - Repitió Pablo nervioso.

- Si, viene Julen - Le dijo Sergio sujetándolo de la cara para tranquilizarlo. Y de pronto Lorena gritó, muy fuerte.

- Dios duele mucho - Y al momento gritÓ de nuevo y se retorció de dolor. Y ya empezó a decir que no podía ni caminar y entonces Dani se acercó a ella y le dijo que se sentara al borde de la silla.

- Dunia tráeme unas toallas. Pablo - Le dijo mirándole a él - Con tu permiso voy a quitarle las bragas a tu mujer - Pablo miró a Lorena y luego miró de nuevo a Dani. Estaba tan nervioso que ya no sabía ni qué decir. Entonces María se acercó a Dani y le dijo que hiciera lo que tenía que hacer. Lorena seguía gritando como una loca. Dani le quitó las medias y luego las bragas poco a poco y le abrió un poco las piernas.

- Joder, cualquiera diría que eres primeriza - Lo dijo y automáticamente Lorena miró a Adrián y luego miró a Pablo - Ya tenemos la cabeza de Julen ahí - Lorena no se lo podía creer. Ni ella ni nadie que hubiera ahí presente.