Una vez mas

2.5K 177 10
                                    

Te dicen que el tiempo lo cura todo, y no es cierto. Nos mienten desde pequeños. El tiempo no cura nada. Lo curan las personas que nos rodean. Y a María la estaba curando Roy.

La mañana con Ana y Roy en la hípica había sido estupenda y Ana era todo un amor a pesar de su edad y de la primera impresión que había podido dar. Ella se aferró a María y no la dejó ir en toda la mañana.

- Ven María conmigo, te enseñaré mi Yegua - Le dijo Ana.

Más tarde mientras Ana montaba a su Yegua y María y Roy la miraban, Roy se apoyó en la valla junto a María.

- Es la primera vez que veo a mi prima tan contenta con alguien - María le miró y le sonrió.

- Sueles traer muchas chicas aquí o que... - Roy abrió los ojos pensando que acababa de meter la pata - Es broma, solo bromeaba... - Roy suspiró aliviado - Se nota que lo está pasando mal y supongo que conmigo se siente a gusto por mi dolor. Me lo ha dicho antes. Somos compañeras de sufrimiento.

- ¿Eso te ha dicho? Vaya con mi prima. Mira que le dije que no dijera nada.

- No me importa que se lo hayas contado Roy - María se giró a mirar a Roy y este también se giró a mirarla - Pero empieza a dolerme un poco aquí - Dijo María con voz un tanto melosa, llevándose la mano al corazón - Quizás debas ayudarme a llevar mi dolor ahí abajo - Se mordió el labio y Roy hizo lo mismo. Luego él se acercó a sus labios y se los mordió suavemente para luego besarlos.

Cuando dejaron a Ana en su casa, sobre las 6 de la tarde, tras haber comido en la casa de campo y haber paseado por las montañas Roy y María se fueron a casa de él. Nada más entrar ella empezó a desnudarse dejando un camino de ropa hasta la ducha y Roy la fue siguiendo desnudándose también. En la ducha María ya ansiosa y él ya con la polla bien dura primero se besaron, y a pesar de todas las ganas que se tenían Roy fue con calma. Saboreando cada centímetro de su boca, de sus labios, mordiéndole, acariciando su cuerpo. Luego la giró y la puso de espaldas a él, le giró la cara y la siguió besando mientras con una mano la masturbaba. María gemía y se frotaba con su entrepierna que estaba más que dura y preparada para ella. OH, cuánto placer. Lo quería sentir dentro. El agua les caía por todo el cuerpo. El vaho había inundado el baño y los gemidos se ahogaban en el vapor. María estaba a punto de correrse pero se giró y se agachó y se metió la polla de Roy en la boca sin previo a aviso. Roy tuvo que sujetarse en las paredes para no caerse. Dios, que gusto. María jugó con su lengua, le lamió las pelotas y le masturbó mientras le miraba fijamente. Roy no dejaba de mirarla y sujetarle la cabeza. Joder que bien lo haces, le decía. Roy estalló en la boca de María y ella se lo tragó. Luego él la levantó y le enjuagó la boca y María empezó a reírse.

- ¿Te da asco? - María se reía a carcajada.

- Mis propios fluidos, si - No podía parar de reírse.

- Si quieres no lo hago mas - Roy la miró con descaro.

- No, no he dicho eso.

- ¿Como puede gustarte que haga eso, pero darte asco que lo haga? - María seguía riéndose y mientras tanto Roy había vuelto a girarla y meter la mano entre sus piernas.

- Me gusta verte hacerlo, tu cara, tu expresión y lo que siento. Pero el resultado de mi explosión en tu boca, no. Y por eso luego, te limpio. - María volvió a estallar en una carcajada y Roy le metió un dedo y ella gimió de golpe.

- Ahora te callas ¿eh? - Siguió penetrándola con los dedos, ahora le metía dos. María gemía - ¿Que quieres que te haga?

- Quiero que me folles - Roy la miró y acercó su boca a la de ella y la besó delicadamente.

En la vida de María - Trilogía María parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora