En la vida de María - Trilogía María parte 2

La vida sigue

Febrero

Lorena y Pablo se fueron de luna de miel veinte días. Iban a estar diez días por el caribe y otros diez por suiza y Noruega. Iba a ser fantástico y lo habían planeado al detalle con la ayuda de Dunia. Además parecían estar viviendo un sueño y ambos se sentían realmente felices y como la boda había salido sin ningún incidente cosa que temían tanto por María, como por la madre de Lorena que a veces quería hacerse la protagonista, tenían aún más que celebrar. Todo había sido un éxito. María y Pablo se despidieron en el aeropuerto entre lágrimas.

- Solo son veinte días enana.

- Lo sé...

- Y ya hemos estado otras veces separado - Tenía razón, como cuando ella se fue a casa de Dani aquel verano, o como cuando Pablo se fue a viajar por mundo cuando también tuvo una mala época tras la universidad. Pero esto era distinto, se iba con su nueva familia y ella ahora sobraba. Y el caso es que ella siempre había querido eso para su hermano y estaba realmente feliz, pero le dolía mucho no poder o no saber demostrarlo, transmitirlo, sentir ese orgullo por él y no sentirse vacía y sola al mismo tiempo. ¿Acaso era una egoísta?

Por otro lado Rubén y Nacho se apresuraron en buscar destino para su viaje. El no tardó en pedir días de fiesta y Rubén lo mismo. Consiguieron quince días libres a principios de Marzo y ya estaban ansiosos planeándolo todo. Mientras, Nacho evitaba a María a toda costa. Y a pesar de tener que ver a Julia para dejar y recoger a Nil, ya no habían tenido más encuentros sexuales, porque Nacho lo había decidido así. Se estaba replanteando su vida. Su lema aquella noche de borrachera con su gran amigo había sido entre risas y tequila "No mas chochos conocidos". Julia a su vez se lamentaba por ello pero ella también había estado pensando en ello y se había prometido, tras el incidente en la boda quererse mas a si misma y dejar de ser el segundo plato de nadie y lo estaba intentando, con todas sus fuerzas, aunque no iba a negar que tras cada encuentro con Nacho se sentía débil y acababa tocándose ella sola pensando en él o tirando de alguno de sus contactos y follando con alguno pensando en Nacho.

Dani estaba metido de lleno en la apertura de la nueva clínica en Barcelona y a penas tenía tiempo para nada más. Cuando no estaba con eso, estaba viajando para operar a alguien en su clínica de Almería o estaba con Dunia, y él y María apenas se veían, cosa que ella lamentaba profundamente que empezaba a sentirse sola con tantas ausencias.

Ella nunca había sido una chica que necesitara a nadie a su lado, jamás. Siempre se había valido por sí misma. Pero los últimos meses apenas la habían dejado sola y sentirse de pronto tan vacía era extraño y desolador. Pablo tenía a Lorena, Dani a Dunia, Diego estaba ensimismado ahora con Dunia, o eso le parecía a ella con tanta escapadita de ellos dos a Almería, Nacho ya no quería saber nada de ella, Rubén se centraba ahora en su mejor amigo, cosa que entendía y respetaba y Julia y ella volvían a ser archienemigas. ¿Quien le quedaba? AH! Y Sergio tenía su vida en Miami. Nadie, no le quedaba nadie, porque por muchas veces que hablara por facebook con alguna amiga del colegio a ella le parecía absurdo, llevaba años sin hablar con algunas, sabía que el hecho de que le escribieran ahora solo era por la muerte de sus hijas. Su vida se iba desmoronando cada vez más y no sabía cómo había llegado a ese punto. Y por primera vez en casi 8 meses pensó en Adrián y no hubo rabia. Solo pensó en él, lo recordó y esbozó una pequeña sonrisa en los labios hasta quedarse dormida. Pero solo fue un segundo, un sentimiento rápido que la mañana siguiente ni recordaría.

Marzo

Pablo y Lorena seguían en su preciosa y espectacular luna de miel, viviendo un sueño y follando como locos a todas horas como si fueran dos adolescentes que acabaran de reencontrarse con sus hormonas. Dani inauguraba el próximo fin de semana su clínica en passeig de Gracia y él y Dunia estaban a todas horas ultimando detalles. María se sentía perdida. Veía como todos tenían sus cosas, sus responsabilidades y ella no tenía nada.